Celebrities Series

Winning? Charlie Sheen, entre TAHM y Anger Management

Por Juan Pablo Garaguso

Charlie Sheen es el chico malo de Hollywood por excelencia. Drogas, sexo y rock n’ roll definen el ADN del actor mejor pago de la televisión estadounidense hasta el momento.

Según la prestigiosa publicación Forbes, el actor luego de ser echado de la serie televisiva de CBS Two and a Half Men, cobró en cheques al portador unos USD$40 millones desde mayo 2010 hasta mayo 2011 por su participación en la comedia televisiva. Por otro lado desembolsó unos USD$25 Millones por ganarle el juicio a Warner Bros. y a Chuck Lorre, creador de Two and a Half Men.

Hasta ese momento, la imagen que daba el actor cuestionado a la sociedad estadounidense no era mala, sino que todo lo contrario. Los fans de Sheen le alabaron todos sus vaivenes entre sus famosas novias o mejor dicho “Las Diosas de Charlie”: la actriz porno Bree Olson y la modelo Natalie Kenly. Su problema con el alcohol y las sustancias prohibidas; como también sus disparos mediáticos antisemitas solo sirvieron para cristalizar su imagen como un chico malo al borde del precipicio.

Con este despliegue, lo único que logro, fue acelerar la salida del personaje de Charlie Harper de la serie. Hasta el momento culmine de la disputa, cuando Sheen se ve abiertamente molesto con Lorre por sustituir el tercer integrante de la serie con Ashton Kutcher, se podría decir que Charlie venía ganándole la pulseada a Chuck Lorre; pero ¿quién lo ganó finalmente?

“Let’s go away from Entourage and towards Mark Zuckerberg” (Chuck Lorre)

Por muchos meses se especulaba si Two and a Half Men iba a poder sobrevivir sin
Sheen. Finalmente, la producción eligió continuar la serie, integrando un nuevo personaje, interpretado por el joven Ashton Kutcher. Esta decisión tomo por sorpresa tanto a los fans de la serie, como a de la crítica.

Lo que Lorre buscaba era un golpe de efecto, y lo consiguió. En la entrevista a Chuck Lorre realizada por parte de Archive of American Television, el creador de la serie explica que se decidió finalmente por el treintañero actor ya que buscaba acaparar un grupo demográfico más joven de televidentes. El ex de Demi Moore confiaba poder insertarse con éxito en la explosión que genero el impacto de esta decision en las redes sociales.

De las palabras de Lorre, podemos interpretar que la producción buscaba alejarse de la supuesta mala imagen que dio Sheen, la cual se vio reflejada en el personaje que interpretaba. En síntesis el personaje de Charlie Harper se había comido a Charlie Sheen.

Two and a Half Men vs. Anger Management

La batalla de los egos entre Lorre y Sheen en sus series es evidente. No es ninguna sorpresa decir que la temporada sin Sheen en TAHM no es lo mismo. Actualmente el programa se respalda mas que nunca en un humor inmadura, ejecutado en forma desprolija.

Se entiende la necesidad de paciencia y tiempo para que el nuevo elenco pueda encontrar su ritmo y voz. La decisión de contratar a Kutcher puede aceptarse sin mayores altibajos. Claro esta, que el actor realizo un trabajo loable y tiene bien merecido los USD$15,4 millones que desembolsó como salario. Sin embargo, hay cosas que no tienen sentido alguno.

Por un lado, se encuentra el personaje de Alan Harper (Jon Cryer) que en cada episodio se acentúa aún más lo “loser” que es. Sin su hermano mayor; el fallecido Charles Francis Harper; Charlie para sus amigos. Alan no encuentra la manera de cómo mantener el estilo de vida al que estaba acostumbrado…vivir en una casa con playa privada en Malibú. Su vida tan tranquila está por desvanecer; ya que la casa fue puesta en venta por parte de su madre; Evelyn (Holland Taylor). Aquí aparece la mágica solución por parte de los guionistas de la serie; la aparición de Walden Schmidt (Ashton Kutcher) como multimillonario de internet al mejor estilo Mark Zuckerberg pero más sexy; que quiere suicidarse luego de su divorcio con su ex esposa Bridget (Judy Greer).

Su plan de ahogarse en las aguas del océano pacífico se ve interrumpido por la comicidad de que el personaje sentía que el agua está demasiado fría. Mediante este cómico episodio por parte de los guionistas, Walden termina en la casa Charlie, y conoce a Alan. Tan solo 15 minutos después los personajes se convierten en mejores amigos y Walden decide no suicidarse. Amistad que se pondrá a prueba en los 24 capítulos de la novena temporada.

TAHM sin Charlie Sheen, ¿sí o no?

Con respecto al tercer integrante de esta fórmula, Jake (Angus T. Jones), el hijo de Alan; quien pasó de ser un niño adorable de cachetes gordos a un adolescente algo drogón quien pasa sus días fumando marihuana con su amigo; Eldridge (Graham Patrick Martin) hijo de la novia de Alan; Lyndsey Makelroy (Courtney Thorne-Smith). La mejor manera de definir a este dúo dinámico sería si Beavis and Butthead tuviesen hijos con Bill y Ted; entonces Jake y Eldridge serían el producto de su amor. Esta transición no fue fortuita para el personaje de Jake, cuyo personaje deja de ser querible para el espectador.

Su incesante torpeza y pasividad, termina por aburrir. Esto se debe que los guionistas erróneamente decidieron reducir su protagonismo. Jake Harper pasó de ser a “half man” a un half de un “half man” debido a estos recortes. Angus T. Jones cobra USD$250 mil por episodio; el bolo más caro de la historia.

Otro cambio al formato original, es el protagonismo que toman las mujeres en la serie. Antes se podría decir que muchos de las bromas tenían un tono misógino y machista ya que Charlie Harper era el protagonista; pero en la última temporada; los hombres son reducidos a papeles dominados por sus contra partes femeninas.

http://youtu.be/HBUnl_0i8lk

La temática central de toda la temporada es que ambos personajes, Alan y Walden se encuentran a la merced de las mujeres en sus vidas. Alan necesita que la novia de Walden, Zoey (Sophie Winkleman), lo acepte en su vida ya que ella quiere mudarse con Walden y darle la puerta de salida a este. En el caso de Walden, su ex esposa Bridget y su madre Robin (Mimi Rogers) toman las decisiones en lo que se refiere al futuro de su compañía de internet, la cual termina llamándose “Walden Loves Alan Enterprises”. Otro gran chiste por parte de los guionistas.

Lo único rescatable fue el episodio “Why we gave up women”, dónde retorna Charlie Harper al programa. Mejor dicho, retorna el fantasma de Charlie Harper en versión femenina interpretado por la genial Kathy Bates, donde Alan es confrontado por su hermano/a para explorar sus decisiones fallidas del pasado. Claramente este capítulo está lleno de referencias y bromas internas por parte de los guionistas en contra de Charlie Sheen por haber acusado a los guionistas de ser perezosos.

Chuck Lorre no desaprovecho la oportunidad de enviar un mensaje a Sheen, haciendo que su fantasma sea interpretado por una mujer, como para decir que Sheen es un “big pussy” (por haberlo insultado mediáticamente en reiteradas oportunidades, y no de frente); una castración simbólica televisiva muy bien ejecutada.

Al terminar la novena temporada; los rumores indicaban que CBS estaba debatiendo si iba a haber una décima; al estar renegociando los contratos de los actores y con un rating en caída libre de por medio. Sin embargo, el sitio no oficial de TAHM, marca que ya está confirmada la décima temporada. Cada uno tendrá que sacar sus propias conclusiones, o bien esperar a ver que sucede.

En el caso de Anger Management, su estreno en latinoamérica fue programado para el próximo 19 de julio en el canal de cable TBS, estaba promocionado como un “estreno mundial” cuando en realidad ya se haían emitido 4 episodios en EEUU a partir del 28 de junio con un doble capitulo de estreno. Claramente una táctica de marketing engañosa que no se termina de comprender.

La idea de base es buena, en la cual Charlie Sheen interpreta a Charlie Goodson, un psicólogo que se especializa en pacientes con problemas de control de impulsos; muy parecido al personaje Dr. Buddy Rydell interpretado por el gran Jack Nickolson de su homónima película. Por medio de la sesiones con sus pacientes, Charlie Goodson pasa a resolver su propia neurosis a la par de sus pacientes.

El problema principal de la serie es la mala ejecución en la comicidad por parte de la dirección de actores. Es evidente la falta de química y timing cómico entre Selma Blair y Charlie Sheen. Los actores no tienen feeling entre ellos, no se encuentran. Los chistes resultan forzados, y algo trabados en la actuación, plagada de pequeño silencios, a la espera del sonido de risas de un público invisible. Son los actores secundarios, los pacientes, los que claramente llevan el tono cómico de la serie hasta el momento.

Es evidente que la batalla de egos se pronuncie en esta serie; ya que desde el inicio del piloto, Charlie Goodson le habla a un espejo y con el monólogo inicial empieza a enojarse de todo los episodios de su pasado que lo llevaron a tener que comenzar de nuevo. Hasta el mismo apellido del personaje “Goodson”, el buen hijo, seguro que es en clara referencia a Lorre cuando en su momento lo acusaba a Sheen de no ser un buen profesional y como en toda familia siempre existe una oveja negra.

También en el cuarto episodio, el último transmitido hasta el momento, Charlie Goodson se viste con su típica camisa de bowling que luego termina tirando al piso; enojado y haciendo no un guiño a TAHM, sino mas bien, un desprecio hacia Lorre; al utilizar su nombre “Chuck” como verbo, y despectivo para referirse al acto de quitarse la camisa.

Lo importante a destacar de Anger Management es que es una serie nueva del canal de cable FX que son los mismos que transmiten comedias como Louie y It’s Always Sunny in Philadelphia, y que están haciendo por primera vez una fuerte apuesta al producto de Ramon Estevez y Estevez Sheen Productions. El modelo de negocio es simple y claro.

Firmaron entre las empresas por 100 capítulos de la serie, pero los primeros 10 capítulos dependen de los ratings. Si llega a tener una buena audiencia; entonces automáticamente del capítulo 11 se activa la cláusula hasta los 100. Hasta ahora, perdieron el 40% de los televidentes en su segunda semana de transmisión con respecto al estreno. Por el momento se han emitido cuatro capítulos y faltan seis más para el definir el futuro de Charlie Sheen en la televisión estadounidense.

Por lo pronto ambos programas están en la cuerda floja. Se podría decir que hay un empate de problemas. Mientras que las referencias iniciales por parte de Lorre y Sheen hacia el otro fueron levemente entretenidas, a esta altura, cada programa debería concentrar sus esfuerzos en su contenido, más allá del pasado entre ambos hombres. Cada uno debería olvidarse del otro; ya hubo un divorcio entre las partes. En la batalla de los egos, todos pierden.

Charlie Sheen, ¿A un paso del olvido?

Juan Pablo Garaguso

Realizador audiovisual y docente de Historia del Cine. Crítico, meticuloso e incisivo. Tenaz y puntual, registra el cine comercial y el 8 mm que nadie se enteró que existía.