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Fifty Shades of Grey, un producto sobrevalorado

Por Victoria Agulla Tagle

Leí y fui a ver #50SombrasDeGrey sólo para poder opinar con fundamento. Aunque creo que ya todo el mundo sabe de qué va esta obra, voy a explicarlo brevemente: Anastasia Steele es una bella jóven de veintiún años, estudiante de Literatura de la Universidad de Washington, que con su mirada sumisa y tímida, entrevista al sumamente inteligente, muy intenso e intimidante Christian Grey y termina encantándolo sin saber lo que éste pretende de ella.

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E.L. James es la británica que cayó en la fama por haber creado Cincuenta Sombras de Grey y Sam Taylor-Johnson es la directora de este monstruo. Esta inglesa es una artista contemporánea especializada en fotografía y video, y Fifty Shades of Grey fue su primera película (y ésto se hace notar).

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Como su tráiler lo indica –y por más que le pese- Cincuenta sombras de Grey es un fenómeno mundial. Sin embargo, esto trae consigo una absoluta exageración de la polémica. “Sadomasoquismo” sostiene la mayoría, “liberación sexual” opinan algunos, “porno” aseguran varios, “machismo” condenan otros. Creo que la cultura y el arte son expresiones de la sociedad en la que vivimos y somos (o no) parte, pero me parece que ya la generalización y el prejuicio sobre el tema se nos ha ido de las manos. El erotismo, la moral, el marketing y la represión sexual se pusieron en juego.

Personalmente, quisiera aclarar que -como suponía- el libro, y por ende la película, no cumplió con mis expectativas (o las que la gente me había transmitido). No soy de este tipo de tramas románticas y eróticas, aunque analizando bien estos géneros no llega a ser ninguno puramente ya que no hay una aparente relación de amor pero tampoco es simplemente sexo. Aún así (voy a ser demasiado sincera) quiero saber cómo sigue. No tanto por el vínculo entre Christian y Ana, sino por los problemas aparentes que tuvo de niño que lo afectan psicológicamente en la actualidad. Quiero conocer los motivos por los cuales él se comporta de esa manera.

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Hay quienes opinan sin haber “consumido” esta mercancía, o con el prejuicio basado en la calificación de la relación sadomasoquista. Creo que la obra va mucho más allá de la relación machista y perversa que insinúa. Hay relaciones mucho más tortuosas, sumisas y machistas que la de #50SombrasdeGrey (y sin látigos, cuerdas ni esposas). Justamente, Grey se enamora de Ana por ser diferente a todas las mujeres superficiales e interesadas habituales. Lo que sí, acuerdo con críticas hacia el abuso que genera caballerosamente Christian siguiéndola por todas partes, apareciendo en lugares inusuales, rastreando su paradero, intimidando y controlando a Anastasia continuamente. Pero, ¿cuánta diferencia hay entre el caballero empalagante y el machista? ¿A qué voy con esto…? Al reproche que se hace sobre que él sea un millonario caralinda. Estoy de acuerdo con que la historia –y especialmente la película- es bastante superficial, tan así que a veces carece de contenido y se vuelve totalmente vacía. Pero lo que trato de resaltar es la actitud de ella: a Ana lo que menos le importa es la fortuna. Esta jóven es de lo más simple y decente y esto se ve en la reacción a los regalos del Presidente de Grey Enterprises Holdings, Inc. Además -una crítica a la sociedad- la mayoría hoy está pendiente de cómo es el “pretendiente”, a dónde las invitan a comer, qué les regalan, cómo visten, cuánta plata tienen, de qué familia son, etc.

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Volviendo al libro, Fifty Shades of Grey me parece demasiado descriptivo. Llega un punto que saturan tantos adjetivos. La obra es bastante pobre en redacción pero el misterio atrás del personaje de Grey es atrapante. Bueno, ya por ser best seller, sus pro y sus contras son evidentes. El vocabulario es de lo más llano para llegar a la mayor cantidad de gente posible; demasiado fácil de leer, entretenida para sujetos sin ánimos de pensar y analizar demasiado una obra, o para personas que están de vacaciones y quieren hacer uso irracional de éstas (en esta categoría estaría yo).

El relato se basa en una relación demasiado superficial y un mundo de jets privados, joyas, elegancia, lujos y ostentación. En la película esto se ve en abudancia, la opulencia empalaga las imágenes. Pero a la historia le encuentro un punto positivo: toca un tema demasiado “tabú” -a pesar de que no debería serlo- en la sociedad y creo que es por eso la exaltación mundial. Como indicó Madonna«Sí, lo he leído, es literatura barata. No es muy atractivo, tal vez para algunos que no han tenido sexo antes (…) es tan irreal, porque ningún hombre cae por una chica de esa manera. (…) Lo siento, pero ninguno le hace tanto sexo oral a una mujer como el sujeto del libro». Lo que sí es insoportable es la traducción al español… ¡Madre mía! hay cada palabra que te sacan totalmente de foco en la lectura.

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Como leí en algunas de las tantas críticas, estamos ante un ejemplo de eroducción, cine oscilante entre el erotismo y la pornografía, casi siempre actuando en búsqueda de una operación comercial para recuperar pronto el dinero invertido. Las escenas sexuales del texto son un tanto repetitivas y un poco explícitas de más, pero no tienen nada de extraterrestre (no entiendo el porqué de la excitación femenina), mientras que en la película esas escenas me parecen que están muy bien logradas, son bastante sutiles y hasta artísticas a comparación de la novela. A diferencia de la intrigante descripción literaria, el escenario en la película es ardiente y sugerente.

Cinematográficamente hablando, el film “safa”, usa recursos dentro de todo “originales” (para ser una película pochoclera), los planos son dinámicos y hacen que la atención no se desvíe nunca y la fotografía es perfecta, cada escena es una postal de Seattle. El guión es similar a los diálogos del libro, no más vida que en la obra original pero sí un poco más de humor; sin embargo hay frases y pensamientos que no están ni reflejados en el largometraje.

He leído que la directora y la escritora no se pusieron muy de acuerdo al realizar la película. La virginidad cinematográfica de Taylor-Johnson no pudo relucir la obra de E. L. James. La música, a cargo de Beyoncé, Sia, Ellie Goulding, The Rolling Stones, melodías de Sinatra y algunas piezas clásicas como Vivaldi, es una suerte de garantía. No es casualidad que hoy triunfe en iTunes y Spotify, resultado de una gran campaña de marketing alrededor del film.

El reparto (Jamie Dornan y Dakota Johnson en la piel de Christian y Ana) se trata de actores sin mucha trayectoria en el cine taquillero. A pesar de que me los imaginaba diferentes (creo que a todos nos pasa eso después de leer un libro y antes de ver su película), las actuaciones me parecieron bien logradas. Él es un controlador total y ella, pura dulzura.

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Sin embargo, hay partes claves en el relato y los personajes del libro que se omitieron en la película. Por ejemplo: cuando ella llora y sufre por él, cuando él vuelve a su departamento a dormir con ella, cuando Kate, su amiga, la ve sufrir y se lo reprocha a él; o los emails, que los convirtieron en mensajes cortos, ¡cuando aquellos eran lo más poético y formal que tenía la novela!

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Considerando la esencia del texto literario y el “reflejo” cinematográfico, y analizando la trama insulsa, los diálogos (o la falta de éstos) insustanciales, la relación frívola entre los protagonistas, los personajes secundarios desabridos y el redundante sexo…todo esto da como resultado la mala especulación de un producto comercial ya explotado.

Victoria Agulla Tagle

De sangre creativa e inquieta. Con una sensibilidad especial para la fotografía, descubre al mirar y narra al capturar. Lectora social con gran futuro periodístico.