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Todo para Breaking Bad en los #Emmys2014

Por Victoria Barberis

La televisión nos da mucho. Aún a aquellos que presumen de ir en contra de lo que pasa en la pantalla chica, porque por ésa pequeña caja realmente pasa todo: la realidad y la ficción; lo popular y lo que queda reservado a ciertos sectores; la tecnología, el pasado y las historias mundanas. Los artistas y los personajes que componen; los Oscars, los Tonys; todos confluyen en el cuestionado arte de la televisión. Hoy más que nunca, los contenidos están destinados a diversas audiencias, abarcando mayores porciones de espectadores. Los guiones presumen entramados complejos y los magnos actores se han mudado a esta industria que antes ocupaba un puesto menor.

Los Emmy Awards no son simples premios que las grandes celebridades del cine miran de reojo. Compendian los mejores contenidos que hemos tenido en muchos años y hacen de una noche una verdadera celebración de la que todo el mundo está pendiente. Los Emmys son importantes porque la televisión cobra cada vez más protagonismo y pocas veces en la historia hemos asistido a una de estas maravillosas épocas doradas de las ideas en TV.

En esta oportunidad la tarea del anfitrión le tocó a Seth Meyers, otro comediante salido de ése interminable semillero de artistas que es Saturday Night Live. En el clásico monólogo inicial, el conductor de Late Night with Seth Meyers hizo referencia al gran momento que atraviesan las series en la actualidad, al crecimiento y expansión de HBO y a la introducción de Netflix, pionera de una revolución que hará época. Muy a su modo (y muy brevemente) ironizó sobre lo felices que están las grandes cadenas por la incorporación de Netflix como productora de contenidos originales. Y quizás esto pueda tener algo que ver con el desenlace de las premiaciones.

La noche comenzó con Ty Burrell, quien se llevó el primer galardón como Mejor Actor de Reparto en Comedia por su tan adorable Phil Dunphy de Modern Family. Continuó con un merecido premio para Louis C.K. en la categoría de Mejor Guion de Comedia e incluso la brillante Allison Janney se fue con una estatuilla como Actriz de Reparto, gracias a su papel en Mom. Como estrellas invitadas, fueron justos los reconocimientos para Jimmy Fallon (Saturday Night Live) y Uzo Aduba (Orange Is The New Black). Las categorías principales quedaron en manos de Jim Parsons (The Big Bang Theory) y Julia Louis-Dreyfus (Veep), premiados como mejores actores del rubro.

Uno de los momentos más memorables de la gala tuvo lugar cuando Julia fue anunciada como ganadora ¡y Bryan Cranston le robó un beso! Previamente, habían presentado un premio juntos donde recordaron el paso del protagonista de Breaking Bad por Seinfeld y nos enseñaron a todos que cuando un show tiene un anfitrión que no alcanza las notas altas, siempre es bueno tener a mano algo de Julia, Amy o Tina, por si acaso.

Así,  llegó el esperado reconocimiento para una producción que lo tiene todo: un gran guion, personajes bien logrados e impecables actores. Sherlock se quedó con el premio al Mejor Guion en Miniserie (un logro que nadie puede arrebatarle al enorme Stephen Moffat) y por su parte, la dupla Martin Freeman-Benedict Cumberbatch se adueñó de las estatuillas para el Mejor Actor de Reparto en Miniserie y Mejor Actor Principal en esta categoría. Por el lado de las mujeres, Kathy Bates se fue como Mejor Actriz de Reparto en Miniserie por American Horror Story: Coven y su par, Jessica Lange hizo lo propio con la categoría principal. Este año, la Mejor Miniserie y la Mejor Película para TV corrían por separado y así todos nos pusimos de pie para aplaudir a Fargo y a The Normal Heart, quienes respectivamente se quedaron con sus legítimas recompensas.

Los desacuerdos entre los fans vinieron cuando True Detective o la mismísima House of Cards fueron quedando desplazadas  Breaking Bad. Mientras Aaron Paul y Anna Gunn se quedaron con las estatuillas por sus roles de reparto en Drama, Bryan Cranston se hizo acreedor del protagónico. A la vez que algunos fans deliraban en las redes sociales y veían esta premiación como la gran despedida de una de las mejores series que nos ha dado la TV, otro tanto se remordía por ver a Matthew McConaughey y a Woody Harrelson muy quietos en sus asientos.

Poco después de que Modern Family volviera a quedarse con el Emmy a la Mejor Comedia, la serie de Cranston y compañía se alzó con el botín más codiciado y se llevó el reconocimiento final para Mejor Drama. Esto es discutible si tenemos en cuenta que al pasar en limpio, se está premiando la segunda parte de la última temporada de una serie ya finalizada, estando en carrera True Detective, una de las más aclamadas del año y House of Cards, la que vino a romper todos los paradigmas que aparentemente no estaban listos para romperse.

Todos los años confiamos en que Netflix no quedará a un costado o que Game of Thrones se llevara al menos algo que no sea una mención en los números musicales. Pero los ejecutivos detrás de estos premios están más convencidos por los formatos tradicionales y por dramas cargados de emocionalidades –por ponerlo de alguna manera- más sencillas. Hasta la propia Julia Roberts se mostró algo incómoda a la hora de otorgar el preciado galardón a Mejor Actor en Drama, y compartió un evidente sentimiento con muchos de los presentes al anunciar lo obvio: el elenco de Breaking Bad se lo llevaba todo.

Al menos True Detective se quedó con una mención como Mejor Dirección en Serie de Drama y salvó su honor. Mientras, todas las miradas caían sobre Matthew McConaughey que fue el punto de varios comentarios humorísticos por ser un hombre que las series han traído de la gigante industria del cine, especialmente cuando llegó el turno de Jimmy Kimmel. Otra vuelta de hoja para Mad Men, que también se fue con las manos vacías.

El respiro humorístico estuvo a cargo de Weird Al Yankovic, el gran amo de las parodias, con un número musical que repasó algunas de las grandes nominadas. De la mano de Andy Samberg, hicieron reír a la audiencia entregando una máquina de escribir a George R.R. Martin para que termine pronto su popular saga Canción de Hielo y Fuego, la misma que da vida a Game of Thrones. No faltó espacio para el recuerdo de los que ya no están, haciendo especial hincapié en la reciente pérdida del actor Robin Williams. El emotivo homenaje estuvo a cargo de Billy Crystal, pocas personalidades más indicadas para esta tarea.

Una ceremonia bastante escueta en relación al año pasado, donde Neil Patrick Harris hizo las veces de un anfitrión más presente. Pasó la 66° entrega de los Emmy Awards, dejando esperanzas para el año próximo, mientras se consolida una vez más Breaking Bad como una de las mejores series de la historia.

Los grandes ganadores de la noche

Mejor actor de reparto en una serie de comedia: Ty Burrell por Modern Family.

Mejor actriz de reparto en una serie de comedia: Allison Janney por Mom.

Mejor actor principal en una serie de comedia: Jim Parsons por The Big Bang Theory.

Mejor actriz principal en una serie de comedia: Julia Louis-Dreyfus por Veep.

Mejor guion de miniserie o película de televisión: Sherlock.

Mejor actriz de reparto en una miniserie o película de televisión: Kathy Bates por American Horror Story: Coven.

Mejor actor de reparto en una miniserie o película de televisión: Martin Freeman por Sherlock.

Mejor actor principal en una miniserie o película de televisión: Benedict Cumberbatch por Sherlock.

Mejor actriz en una miniserie o película para televisión: Jessica Lange por American Horror Story: Coven.

Mejor miniserie: Fargo.

Mejor película de televisión: The Normal Heart.

Mejor actor de reparto en una serie dramática: Aaron Paul por Breaking Bad.

Mejor dirección en una serie dramática: True Detective.

Mejor actriz de reparto en una serie dramática: Anna Gunn por Breaking Bad.

Mejor actriz principal en serie dramática: Julianna Margulies por The Good Wife.

Mejor actor principal en serie dramática: Bryan Cranston por Breaking Bad.

Mejor Serie de Comedia: Modern Family

Mejor Serie de Drama: Breaking Bad

Victoria Barberis

Es periodista de profesión y escritora de corazón. Es "seriéfila" y una aficionada a las sagas. Su pluma a veces es sarcástica, pero siempre divertida.