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True Grit, un western a lo Coen

Por Milly Sur Bianchiman

*Por Milly Bianchiman Sur

Los hermanos Coen siempre han sido maestros de subvertir el género, pintando en lienzos con pinceladas únicas historias que perduran en la memoria. Y mientras que el remake de Joel y Ethan del western True Grit del 1969 puede parecer en la superficie el ejercicio del género más sencillo en su notable contribución al cine, sigue siendo esencialmente una película característica de los hermanos Coen sin duda. Resulta también que es bastante grande como film, como western, o como una simple historia de venganza.

«Usted tiene que pagar por todo en este mundo. Nada es gratis, excepto la gracia de Dios « dice la narradora de la película, la precoz Mattie Ross, interpretada por la recién llegada a Hollywood, Hailee Steinfeld. Su padre ha sido asesinado por las manos de Tom Chaney (Josh Brolin), por lo que Mattie busca a alguien que ejerza la ley como el Marshall local, y  contrata sus servicios para llevar al asesino ante la justicia de la horca o la pistola. Rooster Cogburn Marshall (Jeff Bridges) podría no ser el mejor hombre para el trabajo, pero con una reputación brutal, con la bronca siempre a cuesta, con la ley de un solo ojo ejecutor, y quien parece más contento con tomar el botín de los ladrones muertos que de los vivos, es el hombre ideal para el trabajo. A Rooster y Mattie se les une el gracioso y totalmente pomposo Texas Ranger LaBoeuf (Matt Damon) quien ha estado tras los pasos de Chaney por muchos meses. Los tres forman el grupo más improbable de poseer y domar los territorios indígenas, donde la tierra es tan implacable como el invierno es sombrío.

True Grit parece ser la continuación de la preocupación de los Coen por la codicia, la mortalidad, la religión, la mitología, el humor, la delincuencia y el castigo en un mundo habitado por personajes extraños que se ven y hablan gracioso. True Grit es tan buena como cualquier otro guion hecho por los Coen en el pasado por su característico lenguaje, inteligente, con arrepentimientos, en capas y a veces incomprensible.

Por la riqueza cinematográfica que posee y que necesita ser trasladada a los personajes y a la historia, los actores tienen que estar a la altura de la circunstancia. Bridges se desliza sin problemas mientras gruñe y babea al decir sus líneas mientras tiene el propósito de construir un hombre demente sin hogar y sin nada que lo aferre a la vida. Todo esto lo logra sin perder ni por un momento la sensación de temor en torno a Rooster y su sentido de la amenaza, la seriedad y la sabiduría.

Damon, una vez más demuestra lo increíblemente versátil que es como actor al interpretar al zalamero de LaBoeuf (pronunciado LaBeef) ofreciendo un agudo sentido del humor.  Barry Pepper, es fantástico y sorprendente como el líderde la banda, Lucky Ned Pepper. Junto a Brolin agregan a lo que constituye un exceso de apoyo que funciona por donde se lo mire. Ninguno de los personajes son lo que parecen, y desempeñan su papel en la transformación de una trama básica sobre la retribución en algo más atemporal.

Probablemente crees que la película pertenece a dos estrellas como Damon y Bridges al lado de los Coen, pero no. Acá la verdadera estrella y quien se roba cada toma es la pequeña estrella de Steinfeld, que con 13 años al momento de filmar la película, es la responsable de narrar la historia, proporcionando un punto de enfoque diferente que es lo que siempre buscan los hermanos. Ella trabaja muy duro, dentro y fuera de la pantalla, para que los adultos a su alrededor la tomen en serio.  Por último, ¿qué se puede decir que no se haya dicho acerca de Deakins, que hace tanto con su fotografía como los Coen con el lenguaje? Su Oeste americano es a la vez ‘la bella y la bestia’ simplemente.

True Grit no es perfecta, y los disidentes con razón argumentan que el film parece acelerar su conclusión muy rápido, dejando incógnitas sobre sus personajes y los motivos de sus acciones, Otros les parece placentero el ritmo de la narración, nutriéndose de lo no dicho y/o de lo no visto. Lo último de Joel y Ethan Coen es una cuota significativa en la exploración de los hermanos sobre lo que significa ser un americano (estadounidense obvio) y una muy buena historia que permite disfrutar del western.

Milly Sur Bianchiman

Cinéfila. Cómic fan. Amante y defensora del hábito de leer y los animales. Detallista a ultranza. Apasionada de los recovecos del séptimo arte.