Cobain: Montage of Heck, el documental sobre la última gran leyenda del rock

Cobain: Montage of Heck, es un documental sobre la vida de Kurt Cobain reconstruida con fotografías, textos, dibujos y audios realizados por el propio Cobain, desde su niñez hasta su muerte. Una vibrante pieza en la que se entremezclan anécdotas de personas cercanas al cantante, música de Nirvana y excelentes animaciones (con la técnica de rotoscopia) que recrean momentos íntimos de una de las figuras más representativas del grunge.

La película dirigida por Brett Morgen fue realizada por iniciativa de Courtney Love que le propuso dirigirla facilitándole archivo inédito de Cobain. Por este motivo, el nivel de análisis sobre las razones de la muerte del cantante quedan casi de lado, aunque el director al final intenta sugerir sutilmente una hipótesis que persiste inclusive después de terminado el documental.

Los inicios de Kurt Cobain fueron en Aberdeen, Washington, ciudad en la que nació y creció al lado de una madre y un padre que se turnaban el cuidado de su hiperactivo hijo al que le daban dosis de Ritalin, un potente narcótico muy común en los ochenta, recetado por su pediatra para lograr mejores niveles de concentración. Pero la droga, en vez de mejorar su estado, lo tornó intolerable, lo que conllevó su errática experiencia familiar. Kurt entonces se da cuenta que toda esa basura que le vendían en la escuela y en la televisión estadounidense de una sociedad fundada en un núcleo familiar unido, equilibrado y de buenas tradiciones, era una farsa montada a la fuerza por un sistema conservador que estaba en pleno auge en el Gobierno de Reagan.

En la medida en que nos internamos en el documental nos vamos haciendo partícipes de la melancolía del protagonista y de su apatía por el entorno en el que creció. Poco a poco el joven Kurt va encontrando nuevos aliados para lidiar con algunos monstruos producto de su descontento social. Las drogas, el alcohol y los discos de hardcore y punk se convirtieron en sus esferas de sosiego. Kurt se dedica entonces a explorar, tocando insistentemente su guitarra y a dibujar imágenes que salían de su cabeza mientras su cándida novia lo mantenía económicamente.

Dentro de las imágenes que no podían faltar en el documental están los momentos íntimos de Courtney y Kurt en los que juegan con la cámara a filmarse desnudos mientras evidencian su roído cotidiano impregnado de heroína. En las imágenes ella especula constantemente con la idea de que son la pareja del rock más famosa de la historia.

Mientras tanto, los medios tendenciosos, en su intento por generar titulares que redituaran, cuestionaban la figura de Kurt e inventaban historias que filtraban supuestos amigos, en las que aseguraban que estaba jodidamente trastornado. Como obligándolo lentamente a dirigirse al abismo que ellos mismos querían que cayera. Tal vez, como dice Kurt Cobain en el documental, esperando a que se muera para convertirlo en la clásica estrella de rock.

Algunas imágenes de Kurt Cobain con su hija Frances son de una gran ternura. Se lo ve depositando en ella todo el cariño que seguramente no recibió. Pero las imágenes se tornan sórdidas cuando totalmente anestesiado por la heroína intenta ser un padre juguetón y responsable.

Sorprende mucho la no aparición de Dave Grohl a lo largo de toda la película. En entrevistas dadas por el director, éste asegura que no alcanzó a incluirlo en el montaje final de la película. Un gran testimonio que hubiera sido interesante incorporar dada la importancia de Grohl en ese tridente rockero. Las apariciones de Krist Novoselic son muy emotivas, cada vez que interviene se comprueba que aún persiste en él un gran dolor por la pérdida de su amigo, como que se lamenta no haber hecho algo más para evitar su inminente muerte.

El documental explora someramente las razones de su fallecimiento, seguramente, para no alterar los nervios de Courtney. Pero el director sobre el final expone la maltrecha relación que vivía la pareja antes de la muerte de Kurt y en la que se evidencia que Courtney ya no le guardaba demasiada fidelidad. No en vano el director termina con una de las canciones más intensas del unplugged  de Nirvana: Where did you sleep last night.  No se necesita ser muy perspicaz para saber a quién Kurt se la dedicaba, no sólo por la letra sino también por la manera en que la cantó.

My girl, my girl, don’t lie to me 
Tell me where did you sleep last night. 

Una película que se interna en el mundo de uno de los personajes más relevantes del rock de los últimos años y que marcó a toda una generación hastiada de la rigidez y del glamour de finales de los ochenta. Un documental en el que el director hace un buen uso de diversos recursos audiovisuales para generar un material íntimo y visceral que permite acercarnos al entorno de Kurt Cobain, para conocer sus demonios y sus grandes virtudes artísticas.