Cine

Encuentro de dos mujeres: Crítica de Doberman

Por John Lake

Los créditos iniciales reflejan el andar de tres personas en una apacible y calurosa mañana de verano. Por un lado Mercedes, divorciada rondando los cincuenta, se despierta y comienza a realizar los quehaceres domésticos de una casa con grandes ambientes ubicada  en un barrio de clase media. Por otra parte, Mirna, de condición humilde, esposa de un remisero con seis hijos y con ciertas deficiencias psicológicas, se desplaza en bicicleta por distintos suburbios en un largo recorrido donde predominan las calles de tierra.

Por último, el hijo de Mercedes, maneja en su auto con la sola compañía de un perro dóberman, por distintos caminos  en dirección a su hogar donde su madre lo espera preparando un tuco para los fideos. En el comienzo, una charla telefónica plena de chimentos y cotilleos entre Mercedes y una amiga, permite al espectador ponerse al día de las características de los vecinos, especialmente de la familia de Mirna, que pocos minutos más tarde se convertirá en una visitante entrometida para la dueña de casa.

El encuentro entre las dos mujeres que en un principio genera una conversación intrascendente y trivial, comienza a espesarse como la salsa que prepara Mercedes, hasta alcanzar ribetes dramáticos insospechados. Basada en una pieza teatral escrita por la misma directora Azul Lombardía, Dóberman en ningún momento recuerda su paso por las tablas. El uso adecuado de los planos secuencia, un acertado movimiento de cámara sumado al montaje, la alejan del clásico teatro filmado, pese a que uno de los personajes permanece casi todo el tiempo sentado.

Maruja Bustamante, en una convincente actuación, impregna de dinámica a las acciones al pivotear en derredor de Mirna para expresar sus líneas del diálogo con total naturalidad. Mónica Raiola  con su decir pausado es como una olla a presión que se va llenando poco a poco antes de explotar, origina el clima denso que va in crescendo y que descoloca a su interlocutora.

Meritorias actuaciones, apuntaladas por un buen guión que ponen al público en situación, iluminan a una comedia costumbrista que vira hacia el drama, que describe con precisión ese universo femenino tan particular donde la verborragia intrascendente, no exenta de envidia y rencor, reemplaza el aburrimiento y la soledad. Valoración: Buena

John Lake

Adolfo Giraldo alias "John Lake" es fanático del cine desde chico, asistió a cursos de cine con Gisela Manusovich y completó la carrera de crítico de cine en la Escuela de la revista El Amante. Sus críticas aparecieron en diversos sitios como cinemascine.net, todaslascriticas.com y en la revista virtual Pez Dorado.