Cine

Festival Latino Arabe: La sanadora, De ovejas y hombres, Volubilis y La decisión.

Por John Lake

El Festival Latino Árabe quedó tendido en las redes de la financista francesa al pasar del Gaumont a la más pequeña sala del Complejo Cultural San Martín como sede cabecera, además de suprimir la Sección “País invitado”. En la presentación Edgardo El Khoury y Christian Mouroux hablaron sobre la modificación de fechas del festival, los premios recibidos, los foros en los que participaron y sobre el homenaje que les hará la legislatura el mes que viene. A continuación La sanadora (La guérisseuse), film marroquí de Mohammed Zineddaine, abrió el fuego. Una tragedia griega que involucra a tres personajes: una sanadora, mujer de carácter fuerte que se impone en el vecindario;  su hijo adoptivo al cual le impide instruirse;  su amante, un vendedor de pescado que también rapiña. El marco donde se desarrollan los acontecimientos está compuesto de viviendas modestas al lado de un gran emprendimiento fabril que contamina el ambiente con sus humos.

La tierra, el polvo, la suciedad y esa constante ausencia de verde que caracteriza al cine árabe rodean a los protagonistas que se la rebuscan para subsistir. En medio de ellos deambula una joven loca, una observadora de los hechos que aparece y desaparece, un alter ego del director. Zineddaine, que había debutado en el largo con Reveil (2003), una singular reflexión existencial en forma de monólogo cinematográfico, muestra una nueva realidad de su país, donde la mujer intenta jugar un papel más activo e igualitario en la vida diaria aunque sin poder eliminar del todo el machismo ancestral. Una propuesta distinta teñida de sangre, fetichismos y reivindicaciones.


Des moutons et des hommes (De ovejas y de hombres) es un documental argelino que se sitúa en Bab el Oued frente a la costa del Mediterráneo en el año 2016. Dos personajes concentran la atención del director Karim Sayad: Habib un adolescente que aspiraba a ser veterinario se conforma con entrenar un carnero para peleas; Samir, un padre de 42 años, ya sin ningún tipo de anhelo, intenta sobrevivir comprando y vendiendo ovejas. Una vez más el entorno en el que se desenvuelven los protagonistas es árido, sucio y despojado de vegetación.

Hasta el mar luce lleno de desperdicios y contaminante. Ambos hablan en off mientras se muestran escenas de su quehacer diario. El director aprovecha para poner en boca de los protagonistas críticas al gobierno actual a cargo del octogenario Abdelaziz Bouteflika, que sufrió hace unos años un accidente cardiovascular y que es invisible para la población. Sayad muestra el sector perdedor en una sociedad que parece estar dividida en dos. Sus personajes son melancólicos, tímidos y sufrientes, los rostros muestran  privaciones y  sumisión. El trato con los animales oscila entre el cariño y las caricias y la violencia del sacrificio, en clara metáfora con la historia del país en el  que la aparición de líderes mesiánicos con dulces promesas, desembocaba en sangrientas guerras civiles. Una mirada triste de una nación que parece repetir un pasado negativo.

El título Volubilis hace referencia a las más importantes ruinas romanas ubicadas en territorio marroquí. Faouzi Bensaïdi, enrolado en la “nouvelle vague” del cine de su país, presenta un melodrama no exento de tensión con epicentro en la ciudad de Meknès, a treinta kilómetros de la antigua ciudad que data del siglo III a. C. Abdelkader, un vigilante de un centro comercial y su mujer Malika, empleada doméstica de una oligarca, pese a sus esfuerzos no juntan el dinero necesario para vivir solos y tener un poco de intimidad. Un hecho desafortunado del marido en el shopping con una clienta de alto poder adquisitivo, da paso a una serie de vejaciones que hacen trastabillar el matrimonio. Las diferencias de clases están bien marcadas en una sociedad en que los años de plomo parecen no haber desaparecido.

El reino de la arbitrariedad continúa en la dicotomía de ricos y pobres, donde los de condiciones inferiores parecen esclavos sometidos a los caprichos y abusos de una casta superior con poderes tiránicos. Pese al interesante planteo, el film se reciente por algunas actuaciones poco convincentes y una cinematografía opaca que desluce las imágenes. Una producción a mitad de camino.

Lo mejor de la muestra resultó ser el film iraquí del director Mohamed Al Daradji. La historia transcurre el 30 de diciembre de 2006 en Bagdad, fecha en la que se celebra la festividad Eid Al-Adha, una de las más importantes de la comunidad musulmana. La reinauguración de la estación de tren en el marco de la reconstrucción de un país devastado por la guerra, es el escenario propicio para un atentado, ya que al acto concurrirán importantes autoridades locales y extranjeras. Sara, una joven mártir, acude a la cita dispuesta a utilizar su cuerpo como arma en un atentado suicida. Su plan se complica al tomar un rehén que la hace dudar y recapacitar sobre el propósito de su accionar. En veinticuatro horas sin salir de la terminal ferroviaria, el film realiza un preciso paneo de la situación iraquí de hace unos años. Desde el desconcierto de los soldados americanos, artífices de la destrucción de Iraq hasta los niños huérfanos que dejó la contienda. En el medio, los estafadores que tratan de subsistir, sumado a una serie de personajes secundarios protagonistas de pequeñas historias, algunas sensibles otras desesperadas.

El suspenso latente en todo momento, ya sea por la decisión de la mujer bomba de accionar el artefacto o por la presencia de autoridades que puedan descubrirla, convive con imágenes de alto lirismo que remite a cierto cine de los Balcanes. Un perfecto contrapunto entre la violencia de los terroristas y la ternura de la figura materna, muy presente en todo el desarrollo. Retazos de una sociedad que intenta salir adelante en medio de una intriga que sobrepasó las expectativas previas.

El Latinarab también contó con un ciclo dedicado al actor argentino Alí Salem de Baraja, surgido de la radio,  que protagonizó solo tres películas entre 1940 y 1942. Desplegó un humor simple, mezcla de Luis Sandrini y Pepe Biondi, en personajes humildes de buen corazón muy acordes a la época. También se contó con la presencia del embajador de Palestina para la presentación del film Nalla And The Uprising, con un discurso en el que resaltó el papel trascendental de la mujer palestina en la intifada de la década del ochenta. Por último como culminación del evento, el lunes 1 de abril tuvo lugar un acto trascendental en el Salón San Martín del Palacio Legislativo, donde fueron agasajados Edgardo El Khoury y Christian Mouroux, en reconocimiento a su labor en la Asociación Civil Cine Fértil por la promoción de la diversidad cultural.

John Lake

Adolfo Giraldo alias "John Lake" es fanático del cine desde chico, asistió a cursos de cine con Gisela Manusovich y completó la carrera de crítico de cine en la Escuela de la revista El Amante. Sus críticas aparecieron en diversos sitios como cinemascine.net, todaslascriticas.com y en la revista virtual Pez Dorado.