Cine

La Huésped, siempre puede haber algo peor

Por Milly Sur Bianchiman

The Host ofrece una historia que aspira al SciFi, pero que en esencia no es más que otra tonta historia ‘romántica’ de Stephanie Meyer, la culpable de la caótica obsesión de la Saga Crepúsculo. Almas alienígenas han conquistado nuestro planeta y han hecho de él un lugar de paz. Por supuesto que existe una resistencia y el personaje de Saoirse Ronan es clave para terminar con la revolución, por lo que invaden su cuerpo con una de las almas.

El resultado es dos mentes en un cuerpo. Una lucha por cumplir con su objetivo de liberar los secretos humanos y la otra vive para poder salvar a sus seres queridos y lo que resta de la humanidad. El condimento especial (?) de La Huesped es que, obviamente, hay dos chicos enamorados del mismo cuerpo con dos mentes. Qué problema!

Y nosotros que pensábamos que Twilight era mala, mala… Este intento de SciFi, que es más árido que el desierto, nos hace extrañar a los vampiros y lobos, y comernos nuestras palabras de “no hay nada peor”. Siempre puede haber algo peor, sobre todo si viene de Meyer, quien no es un as de imaginación.

La Huésped es una historia que carece de todo lo que se pueda imaginar y ni un guionista/director como Andrew Niccol (Gattaca, Lord of War), experto en el género al que aspira, puede salvar la trama de un libro que ya en papel dejaba bastante que desear. El grupito de actores es demasiado bueno para el film: Ronan, William Hurt, Diane Kruger y Max Irons, quien no heredó todos los talentos de su papá, Jeremy Irons, pero es una promesa bastante plausible para Hollywood, y la principal razón para que el público femenino quiera ver la película.

Dos horas interminables de “acá no pasa nada” son el sinónimo de una película como La Huésped, un failure de Hollywood por querer adaptar una historia incongruente e insulsa como su escritora, quien ha sabido aprovecharse muy bien de los gustos y deseos de las teens, con nada que hacer más que querer suspirar por alguien o algo, aparentemente significativo.

Un exorcismo al revés

Por @maximotell

La Huésped aburre un buen tramo, confunde con lo de Host y desilusiona con lo Hot. SciFi para adolescentes aburridas de vampiros y lobos. La autora Stephanie Meyer, a quien agradecemos haber escrito (y sobre todo ponerle fin) a la saga Crepúsculo vuelve sobre su fórmula: una teen mental en cuerpo de casi adulta con actitudes pre adultas y diálogos pre teen + dos estereotipos de hombres entre los que se debate (lo Hot) + un gramo de ficción (lo Host).

Una memorable película de terror fue El Exorcista ¿recuerdan?: Alma mala ingresa en cuerpo bueno. La Huésped comparte lo de ser una película de terror, aunque no por el género, pero invierte la carga: alma buena entra en cuerpos malos. Unas ramitas de albahaca hechas del material alienígena de Terminator 2 conquistan la humanidad y se vuelven huéspedes de cuerpos humanos. Obviamente todos como raza ya habíamos adoptado previamente el grado de inferioridad y poco amor propio de la propia Bella Swan para que nos suceda.

Lo bueno es que quedamos todos de ojos azules leds bajo consumo y nos sobra cordialidad. Habrá resistencia con sombrero de vaquero y allí la película da un vuelco para pasar a ser de aburrida a ridícula en dos disparos. En este punto creo la autora se ha superado, ¿qué podría ser peor que una protagonista teen con pocas ideas? Exacto, dos protagonistas pero inteligentemente (?) Meyer pone el cuerpo de una y el Pepe Grillo de la otra en escena.

A fuerza de orgasmos contenidos en besos con ruido a chicle y contextos de cliches, la «niña salmón» (Saoirse Ronan) llega a su amor, con cuerpo de pre mujer, alma de cuasi alien y conciencia de teen. Entonces lo de siempre

en una novela para mujeres rechazadas: la oportunidad de amar a dos (cuestión que los hombres aprendimos a manejar con Eric Estrada en Dos Mujeres, Un Camino hace décadas). Igualmente nada pasa.

Si bien la metáfora de que el humano lucha y hasta lograr infectar a su oponente para luego liberarse pero a su vez tenerle compasión suma, es mala movie. Sólo la autora que le hizo ortodoncia a los vampiros y mandó una menor de edad a enamorarse de un animal (perdón, imprimirse cual hoja A4) podía errar tanto. Si buscan ciencia ficción o fantasía, recen 10 Ray Bradburys para liberarse de esta pésima inquilina de unas horas.

Milly Sur Bianchiman

Cinéfila. Cómic fan. Amante y defensora del hábito de leer y los animales. Detallista a ultranza. Apasionada de los recovecos del séptimo arte.