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La metamorfosis de Julián Lona

Por George Blanco

Nos encontramos con Julián una tarde de septiembre, días antes de que el último creativo del rock documental parta a Estados Unidos a presentar Umbral, el segundo documental después de CISMA, rockumental que se convirtió en testimonio fundamental a la hora de argumentar los cambios en la industria musical, puntualmente del rock, con la irrupción de internet, y que incluyó personajes de la dimensión de Gustavo Santaolalla.

La gira incluyó una parada en el festival de cine independiente de Long Beach, a media hora de Los Ángeles por la autopista I-710. Si CISMA intentaba -y lograba con creces- representar el sacudón que sufrió el rock nacional, UMBRAL es una elegante manera de contar esa dinámica con una mirada puesta en el mainstream del rock latinoamericano. UMBRAL cuenta con las apariciones de Sebastián Teysera de La Vela Puerca, Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur (Illya Kuryaki), Néstor Ramljak (Nonpalidece), Rubén Albarrán (Café Tacvba) y Mario Pergolini, para quien no hace falta rótulo. Pero quizás, por peso propio y por lo sensorial de la experiencia que hasta logra trascender la pantalla, el protagonista ineludible es Fito Paez. A Julian Lona se le iluminan los ojos cuando habla de él, de cómo le abrió la puerta de su casa y, claro, de su corazón artístico y musical. O sea, de todo. Fito es Fito en UMBRAL, y  eso no es algo menor. Ahí radica tan solo uno de los logros de este largometraje que, según Julián, será al menos por un tiempo el último eslabón de una cadena que empezó con CISMA y que según dice le sirvieron para crecer. «Después de UMBRAL tengo dos documentales más, uno de los cuales se encuentra en plena realización. Esta vez quiero profundizar más, creo que el género musical por ahora ya pasó, es hora de ir más allá, de ponerme a prueba. Tengo varios proyectos, algunos ya tienen forma».

Foto de Guido Lois

Foto de Guido Lois

Realizador audiovisual desde hace cinco años, a Julian Lona le gusta sentir de primera mano el viaje que significan sus producciones. «Mientras hacía estos documentales, en estos años, pasé por muchas cosas personales que se retroalimentaron con lo que yo estaba contando», y recuerda que hasta el día de hoy todo es con mucho esfuerzo en su vida, desde que caminaba el conurbano bonaerense para ir a las entrevistas musicales hasta el pasaje de avión a Los Ángeles vía Dallas.

Teaser «UMBRAL» Arg, 2016 (Dir: Julián Lona)

Respecto al festival de cine de Long Beach Indie Film Festival, Julian Lona dice que «El viaje a Estados Unidos fue espectacular, más allá de las vivencias personales y los replanteos que tuve respecto a mi futuro, el festival fue una experiencia increíble. Estuve cuatro días rodeado de gente hermosa, de distintas partes del mundo, intercambiando las visiones que cada uno tiene del cine. De repente estaba en una mesa hablando con gente de Polonia, India, México y Estados Unidos. Fue muy loco todo».

Julián ya no le teme al dolor, tampoco a los cambios. Es alguien que revuelve sobre los recuerdos, los escarba y después los transforma en la mejor versión de su arte, el que hace mucho eligió como forma de vida: la pantalla.

Long Beach fue la señal más fuerte del presente y también del futuro que le espera a Julian. UMBRAL es una pieza testimonial, congela un tema cotidiano para analizarlo de sus propios protagonistas. Ya tuvo y tendrá presencias en otros festivales nacionales e internaciones. «UMBRAL ya lleva nueve festivales internacionales en sus primeros ocho meses de vida, algo que me pone muy contento porque estamos superando expectativas», dice, y enumera los lugares a los que ha llegado UMBRAL: «Argentina, Rumania, Colombia, México y Estados Unidos«. Mientras escribo esta entrevista, el documental se está presentando en el festival internacional FICL de León, en Tlaxcala y en Bogotá. «Estoy contento porque en cada festival en donde se proyecta el documental, la respuesta es la misma: más allá de que en muchos casos no conozcan a los artistas, UMBRAL presenta una temática fresca, atractiva y entretenida que puede funcionar en cualquier parte del mundo, ya que planteamos un aspecto global, un momento transitivo que estamos viviendo todos por igual».

UMBRAL AvantPoster2016

Nuestros encuentros son apenas una excusa para ponernos al día sobre nuestras vidas. Sobre la suya, sobre todo, tan intensa y tan imprevisible. Como CISMA, como UMBRAL. Julian no deja de crear figuras en su cabeza. Muchas de ellas son representaciones de él mismo y su metamorfosis después de su debut como director de cine. Dice que fue un proceso doloroso, que incluyó desamores, incertidumbre, y dolor, mucho dolor. Pérdidas familiares que le sirvieron para reconvertirse y transformar su arte en relatos honestos y hasta en tono under de figuritas de la música con egos del tamaño de un Luna Park. Sobre su presente, afirma que «Mi cabeza como bien sabes , dificilmente se mantenga quieta, UMBRAL nos da muchas alegrias constantes, pero mi intensión como realizador está en otra dirección actualmente. Obviamente que voy a defender festival tras festival, función tras función a mi reciente largometraje. Ya estamos trabajando con Persuasiva y Bueno Dale Films en lo que vendrá, intento entrar en un terreno mas de industria por asi decirlo, no quiero perder la ingenuidad ni mis métodos de trabajo, pero estoy entrando en un terreno de mayor profundidad y necesito mas recursos para poder llevar a cabo el trabajo con mayor tranquilidad.»

«Mi cabeza como bien sabes , dificilmente se mantenga quieta, UMBRAL nos da muchas alegrias constantes, pero mi intensión como realizador está en otra dirección actualmente» 

Julián ya no le teme al dolor, tampoco a los cambios. Es alguien que revuelve sobre los recuerdos, los escarba y después los transforma en la mejor versión de su arte, el que hace mucho eligió como forma de vida: la pantalla. Como Alejandro Gónzalez Iñárritu (The Revenant, Birdman, Amores Perros), uno de los directores preferidos de Julián. En nuestras charlas, Iñárritu siempre está presente. Al comienzo, parecía inalcanzable, pero yo le recuerdo que el mexicano ganador del Oscar comenzó como él, con quince años más, sirviendo en algún restaurante de Los Ángeles. La historia después de aquello, es conocida. Los paralelismos con Iñárritu o cualquier director latino que haya triunfado en la meca del cine entusiasma a Julián, aunque él, como debe ser, piensa en otra cosa. Cuenta historias frente a una cámara, como podría estar contándolas esta tarde que se precipita a noche en Villa Allende, a miles de kilómetros de los lugares donde se ha proyectado y se proyectará UMBRAL. Cuando le pregunto sobre Hollywood, no esquiva el tema aunque para eso «falta mucho». Claro que el costo de llegar haciendo un cine de culto implica un camino un tanto más sinuoso. »Yo solo pienso en el aquí y en el hora, sin apurar los procesos». 

Procesos que, sin duda, serán fascinantes para Julián Lona.

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George Blanco

Pura pasión y puro ingenio. Creativo, pacífico y amante de la vida. Escribe por naturaleza. Atleta, fondista. Rocker fascinado y fascinante. Además de socio fundador, George Blanco es la impronta de N&W hecha persona. Lecturas épicas.