Para quien no lo conoce Nicolás Zamorano, más conocido como “Zabo”, es el autor de “Yo, adolescente”, una blogonovela. También está al frente de un proyecto musical: La Tutti Frutti Orchestra. Además, tiene una columna en un diario, es Redactor Creativo en una agencia de publicidad y en su tiempo libre, pulula por las redes sociales (sí, también es TwitStar). A esta altura, queda claro que Zabo es “multifunción”.
Les dejo el trailer de su segunda blogonovela: “Para separarse hay que separarse: manual para discapacitados emocionales”, en la que cuenta su fallida historia de amor con #YaSabemosQuien. Ya pueden empezar a buscar el primer capítulo que será acompañado de una canción del soundtrack oficial de la novela a cargo de su banda. La novela podrá leerse en discapacitadosemocionales.com
Para amenizar la espera, aquí les dejamos 5 películas para discapacitados emocionales:
La historia de un chico que, como dice el nombre, tiene tijeras en vez de manos. Da la casualidad que se enamora de una chica, pero claro, no la puede tocar, acariciar ni nada similar dado que la lastimaría o en el peor de los casos, la mataría. Por lo cual, se queda mirándola desde lejos sabiendo que lo suyo no podrá ser. Joven, pálido y con cara de pollito mojado, Johnny Depp es uno de los discapacitados emocionales más viejos.
La tribuna hipster, probablemente, la tenga entre su top 10 de películas preferidas (encabezada por Amelie, claro está). Es la cuasi-historia de amor entre dos losers: Juno (Ellen Page) y Paulie (Michael Cera). Él es medio torpe y tímido y está enamorado de ella, una chica sumamente ácida e irónica que quedó embarazada y decide dar en adopción a su bebé (he aquí el conflicto de la película). El soundtrack es alucinante y es digno de un discapacitado emocional.
Nuevamente nos encontramos Michael Cera, nuestro loser-con-cara-de-ganso preferido. Una vez más cumple el rol de pibe medio pelotudo con las mujeres que se enamora de una chica complicada, Ramona Flowers. Para estar juntos él tiene que vencer a sus “siete malvados exs”. Si no es de discapacitado emocional entrar en una relación con el fantasma (y no tanto) de otros exs que te complican la vida, ya no sé qué es.
Nuevamente en nuestro ranking tenemos a una chica de cabellos de distintos colores sumamente complicada que se topa con un pibe tímido y torpe con las mujeres. Clementine (Kate Winslet) y Joel (Jim Carrey) tuvieron una relación desastrosa y van a una especie de clínica para borrarse mutuamente de la cabeza y todo lo que atravesaron juntos (¡quién pudiera!). Con la brillante dirección de Michel Gondry, estos dos son los príncipes de la discapacidad emocional.
Que Summer es una hija de puta, que no lo es, que mirá lo que le hizo, que ella nunca le prometió nada. Quién es el malo de la película es un debate tan interminable como qué vino primero: el huevo a la gallina. La historia de desamor entre Tom y Summer. Ella, sin ganas de ponerle etiquetas a la relación y él con muchas ganas de tener una novia, nos dan –ahora sí- a los reyes de la discapacidad emocional.
