Clásico del Merc with a mouth Deadpool 2 comienza con Wade Wilson/Deadpool rompiendo la cuarta pared y hablando en retrospectiva de lo que supuestamente lleva a su «suicidio». A pesar de estar viendo un terreno demasiado conocido, es inevitable sentir una cierta admiración por lo desquiciado que resulta este sincero comienzo de película con un Deadpool fuera de su elemento – sí ese elemento implicara felicidad -. Dirigida por David Leitch Deadpool 2 cuenta la caída del «bufón sanguinario canadiense» y, en su misma línea, es una deslumbrante y energética postal de amor para todo fan del personaje.
Deadpool 2 es simple: nos encontramos con un Wade Wilson deprimido viviendo un terrible desenlace a causa de su estilo de vida mercenaria. En la búsqueda de salvación a cambio de muerte por mano propia Wilson sufre un momento de lucidez – todo esto fiel al buen Wilson desquiciado – que conduce sólo hacia una salida: unirse a los X-Men. Desafortunadamente para los personajes – pero afortunadamente para todos nosotros – las cosas no salen como se esperaba y el good Deadpool termina cruzando caminos con nada más y nada menos que Cable – un queridísimo plus en la vida comiquera del merc with a mouth – interpretado por el gran Josh Brolin.
A esta altura Ryan Reynolds está en lo más alto del juego gracias al éxito de su personaje, Deadpool vive y respira gracias a Reynolds. En Deadpool 2 Podemos apreciar los eternos golpes que el actor dio contra una tediosa pared tratando de salir libre y disfrutar de un personaje «más grande que la vida»; hay que aceptar que Wade Wilson no es la taza de té que puede llegar a elegir la mayoría de personas, ya que el límite del respeto se pasa muy fácil y se da una – visible – rienda suelta en todo ámbito del personaje; pero lo atractivo, ese factor seductor que atrae al público, es que estamos ante un idiota encantador que sinceramente no le importa nada y se centra principalmente en brindar diversión sin fronteras (Deadpool siempre fue un personaje consiente de su mundo ficticio).
Deadpool 2 sorprendentemente logra mantener el estándar de calidad de su antecesora. Con el humor intacto – aumentando la dosis de lo desenfrenado y bizarro – la película dirigida por Leitch de un panorama de lo que puede llegar a ser un «deadpooluniverse» si las cosas siguen un rumbo correcto. En esta secuela se expande todo: personajes, referencias, humor, insultos… absolutamente todo, pero lo que más llama la atención son las sorpresas reservadas que nos tienen Leitch, Reynolds y compañía; realmente todo lo que se ve en pantalla es tan disparatado, tan asombrosamente bizarro que surge la – casi – inmediata idea de verla de nuevo en las salas de cine. A destacar: la brillante presentación y primer misión del nuevo grupo de mutantes X-Force es algo que va a costar mucho tiempo olvidar.
Quitando la presencia absoluta que Reynolds da al mítico personaje titular, Deadpool 2 presenta a Josh Brolin, Zazie Beets, Bill Skarsgård, Terry Crews, Bill Delaney, Julian Dennison y Eddie Marsan como nuevos aportes secundarios del mundo marveleano. Brolin acompaña a Reynolds de muy buena forma – estilo buddy cop movies – interpretando al implacable Cable (separa sin problemas su rol de Thanos) y también la hermosa Zazie Beetz consigue su primer gran rol fuera de la televisión como la afortunada Domino; Brolin y Beetz junto al joven Dennison aprovechan al máximo (máximum effort) su tiempo en pantalla y dejan al público con ganas de mucho más. Hay un ENORME cameo sorpresa en esta película y lo único que se puede decir es que presten atención a todo personaje en pantalla, aún, cuando las apariencias engañan… no lo van a poder creer.
Con una duración de 120 minutos la película no pesa en lo absoluto; su ritmo es constante y su banda sonora adecua el ambiente «chimichanguero» que vemos en pantalla. La intro – al mejor estilo 007 – es acompañada por la voz de una inmensa Céline Dion que deja todo con su voz y se posiciona como una digna nominada en ternas de «Mejor Canción Original» en la próxima temporada de premios.
Deadpool 2 es un film que se disfruta sin problemas en su totalidad, esta nueva entrega es una caricia para los fans del personaje y alivia a quienes dudaban sobre la casi interminable espera de «el dúo dinámico» de Marvel. Lamentablemente la única falla visible es un erróneo cambio de referencias en los subtítulos el cual arruina un poco la experiencia si se conoce las bases y el target de su idioma original; Deadpool 2 no es perfecta pero sin duda alguna es un great motherf***ing time en cines. Valoración: Muy Buena.