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Fotos de la conferencia: Marita Cirigliano
El encanto de Egoyan
Atom Egoyan es el mejor lobista del mundo, con su carisma y su sonrisa encantadora vende e hipnotiza al espectador, y conforma con su parlamento sostenido cualquier posible crítica hacia su película. Lo conocí en el Festival de Cine de Mar del Plata: Egoyan se paseaba por los pasillos del Auditorium con una sonrisa extrema. Su película Remember compitió en la sección internacional.
Egoyan nació en El Cairo, pero filmó casi todas sus películas en Canadá. La más emblemática fue Ararat –basada en la masacre de Van en el Genocidio armenio-, sus metrajes –mi película favorita es Condenados con Colin Firth y Reese Witherspoon– tienen ese tufillo a thriller ochentoso; la angustia estética transforma cada plano en una pasión física. Egoyan involucra al espectador, quien se entrega a sus dilemas.
Vitoreado como un rock star, entró a la sala de conferencias. El público concurrente salía de ver Remember, su última película – compitió sin demasiado éxito por el Astor de Oro- y parecían todos bastante movilizados. Yo aún sin verla, me llené de expectativas: un anciano recorre el norte de Estados Unidos y Canadá en busca de un agente alemán de la SS, llamado Rudy Kurlander, con el objetivo de vengarse por la muerte de su familia en Auschwitz. El anciano no es otro que el gran Christopher Plummer.
La combinación de un tema tan universal, con la incorporación al elenco de dos actorazos como Plummer y Martin Landau – Landau juega un papel decisivo en la trama- hicieron que el público de Mar del Plata adorara esta historia.
“El guión es de Benjamin August, el creador de esta parábola. Me quedé cautivado con este material y me prometí a mí mismo que lo iba a mantener simple, que no lo iba complicar, y después me puse a rezar para que Christopher Plummer me respondiera que sí” planteó Atom Egoyan.
La historia, que parecería ser de best seller, es guionada por un legendario productor de Hollywood.
“Bueno, yo soy armenio originalmente y estas historias de venganza, de tortura extrema, son historias que nosotros desde chicos ya escuchábamos y eso está muy presente en mi película Ararat, pero este guión yo lo encontré particularmente atractivo porque me pareció que podía ser algo con lo que yo podía conectarme. Una cosa a destacar es que Remember se está estrenando en el centenario del genocidio Armenio”.
Acerca de su enfoque y su mirada, Egoyan manifestó:
“En otras películas que ilustran temas similares, hay personas de mucha edad, como las que pudimos ver en esta película, gente que lidia con la historia, pero de alguna manera llegan a un punto de reconciliación, como si el tiempo fuera a sanar todas las heridas. Pero en este caso en particular vemos todo lo contrario, las personas llegan al final de su vida y no logran sanar absolutamente nada, los elementos de violencia y de furia siguen quedando presentes, sobre todo en el personaje de Martin Landau, Max, cuya furia esta súper presente. Es muy interesante la actitud que toma Martin ante esa situación porque es un personaje que contiene su furia”.
“Tengo que ir a ver la película me dije” y ese mismo día, con ferviente entusiasmo me dirigí a ver el film de Egoyan.
Impresión sobre Remember
Un hombre – magistral la actuación de Christopher Plummer- despierta en un geriátrico y pregunta por su mujer que está muerta. Esta secuencia se repite como un loop en toda la película, la demencia senil de un anciano que no puede retener en su memoria ni siquiera su propio pasado. La lucha por reconstruir su reminiscencia y un viaje inesperado lo adentrarán en una búsqueda frenética y llena de dolor.
Zev – Plummer- es un hombre atrapado en el tiempo. La música y la estética un tanto ochentosa y los pasos de humor reflexivo, se mezclan en este thriller en donde la inquietud y excitación radica en si realmente el anciano encontrará a ese genocida Nazi. Con final sorpresivo, Remember es una película pasatista que logra atrapar especialmente por las actuaciones de Plummer y Landau.
