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La ópera prima del director Noel Coward es un viaje psicodélico y bizarro que transcurre a fines de los sesenta y principios de los setenta, que, mediante la sátira política, describe como el accionar del actor y cantante Sammy Davis Jr. desemboca en el caso Watergate. Sammy-Gate recurre a distintas técnicas cinematográficas para armar el relato: la animación, la pantalla dividida, el uso de material de archivo, gráficos, afiches y juego de luces que se disparan desde la pantalla. Todo es caótico y disparatado, desde el presunto programa de sedación de los negros mediante el uso de drogas para evitar los disturbios de aquella época, hasta las escenas en el infierno, propias de una película de Woody Allen. Un viaje lisérgico al pasado oscuro de la guerra de Vietnam y al controvertido gobierno de Richard Nixon.
Retrospective es una obra armada por el coreógrafo y bailarín francés Jérôme Bel en la cual sesenta personas entre bailarines y actores recrean distintas piezas del autor. Le permite a Bel conectar sus creaciones del pasado con el presente y desplegar sus obsesiones como el cuerpo, el lenguaje, la vulnerabilidad y la emancipación. Retrospective oscila entre la perfomance y el ballet: un hombre y una mujer desnudos en un escenario despojado con fondo negro inspeccionan sus cuerpos con prescindencia de la música; un bailarín con un pentagrama de Mozart dibujado en su remera se pone a tararear la melodía y luego a bailarla al estilo “dance”; un grupo vestido con ropas informales se mueven al son de “Let’s Dance” de David Bowie; una bailarina próxima a jubilarse describe y recrea los sufrimientos del cuerpo de baile en los largos momentos estáticos de los cuadros blancos de “El lago de los cisnes”; el “moonwalk” de Michael Jackson efectuado por personas de todas las edades de izquierda a derecha de la pantalla con fondo blanco.
Es conocido el trabajo que ha realizado Bel con personas que presentan algún tipo de discapacidad mental. Por ello, un segmento importante está dedicado a coreografías que reivindican la imperfección, en el cual se destaca una joven con síndrome de Down al son de “Dancing Queen” de ABBA. La película es un acercamiento a su estilo propio conocido como “no danza”, vanguardista, osado y polifacético.
House of Cardin es un paseo por la vida del gran diseñador de moda italiano Pietro Constante Cardin, más conocido como Pierre Cardin, que desarrolló su carrera en Francia. Si bien hay imágenes de sus inicios en los años cincuenta y reportajes en los momentos de su mayor esplendor, la película lo presenta en muchos pasajes en su etapa nonagenaria en plena actividad y gozando de una gran lucidez mental. Los directores Ebersole y Hughes preponderan sus grandes hitos como ser el primer diseñador de moda masculina, el primero en realizar un desfile con ropas para hombres, la difusión de las prendas “prêt-à-porter” que produjo el rechazo de los modistos de la “haute couture” pero que le trajo réditos internacionales, el desarrollo de la moda en la China de Mao y la Unión Soviética.
La diversidad fue su lema con modelos de todas las razas, productos que fueron más allá de la moda y portadores de sus creaciones que incluyeron a la duquesa de Windsor, las chaquetas iniciales de The Beatles hasta el portero de la esquina. Con materiales prácticos y precios razonables no solo vistió a la alta sociedad sino al público en general. Los romances varios, sus celos y sus pasiones son otras estampas que desfilan por la pantalla. Reportajes a cámara, fotos y material de archivo reproducen el derrotero de un hombre incansable que llevó sus creaciones a todos los rincones del mundo.