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Billions, etnografía de la gran burguesía norteamericana

Por Luis García Fanlo

En los últimos años nos hemos acostumbrado a las series de televisión dramáticas o comedias de tipo etnográfico-sociológico que son las que nos intentan retratar o representar cuestiones de la vida cotidiana con la mayor fidelidad posible con la realidad social. Se trata de un régimen de ficción producido, filmado y guionado con un estilo documental forzando el efecto de realidad en los modos de ser de los personajes, las situaciones, las modulaciones del entorno y contexto.

También han sido los sectores populares, en particular la clase media-media norteamericana los que han tenido la casi exclusividad de mostrarse o ser mostradas en este tipo de series, pero en lo que hace a este estilo televisivo el gran ausente era la gran (gran-gran) burguesía norteamericana, en particular la que fue surgiendo en el post 11/S y que se ha consolidado en estos años de gobierno demócrata.

La serie Billions estrenada recientemente por Showtime intenta abrir el discurso sobre esa gran burguesía desde el género etnográfico con un discurso estético-político y ético-cultural no solo controversial sino también poderosamente crítico sobre el progresismo-populista que imperó en los años de Obama y que permitió que estos nuevos ricos se hicieran no solo famosos sino populares. Billions está protagonizada por Damian Lewis (Homeland) y Paul Giamatti, de enorme trayectoria cinematográfica aunque esquiva participación televisiva y un casting de lujo.

La serie fue creada por Brian William Koppelman, David Levien y Andrew Ross Sorkin que es uno de los periodistas de finanzas más importantes de los Estados Unidos y cuenta la historia de Bobby Axe Axelrod (Damian Lewis) que se hizo multimillonario al ser el único sobreviviente del 11/S de toda la directiva de la empresa en que trabajaba, que se convirtió en un héroe popular y una leyenda americana y que combina agresivas tácticas financieras con obra social. Como su antagonista tenemos a Chuck Rhoades (Paul Giamatti) que como Fiscal General de los Estados Unidos está buscando la oportunidad para procesar y encarcelar a Axelrod pero que, a la vez, tiene una vida también de multimillonario y con aristas ocultas complejas y controvertidas.

El dúo antagónico entre Lewis y Giamatti está genialmente compuesto y constituye uno de los logros más interesantes de la serie al dejar de lado la posibilidad de que uno encarne el bien y el otro el mal para unirlos a través de un umbral impreciso en el que por momentos se maneja el secreto diegético (uno o ambos personajes no saben algo que el espectador sabe) y otras el extra-diegético (uno o ambos personajes saben algo que el espectador ignora).

El guión es inteligente sin ser forzadamente complicado y enrevesado y propone más que un enigma o misterio (que los hay detrás de cada personaje) que el espectador esté esperando sorpresas y giros argumentales ante cada situación. En cuanto a las actuaciones son geniales, especialmente cuando opera el primer plano y los personajes hablan con la mirada, los gestos del rostro, el brillo de los ojos.

Luis García Fanlo

Luis E. García Fanlo (Buenos Aires, 1957) Doctor en Ciencias Sociales y Sociólogo (UBA). Investigador del Área de Estudios Culturales (IIGG-UBA). Investigador del Centro de Investigaciones en Mediatizaciones (UNR).