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Son las 13 horas en Cannes, en la playa se puede ver a algunas personas disfrutando de los 28 grados primaverales en la Costa Azul. Sin embargo, la multitud se encuentra caminando por La Croisette donde se encuentra el Palais des Festivals. En la entrada de Sala Debussy hay tres filas muy largas: la de invitados, la de críticos y la de periodistas. En el medio, muchos carteles con mensajes como: INVITACIÓN SVP PARA LA CORDILLERA CON EL ARGENTINO RICARDO DARIN. Si. Estamos entrando al estreno mundial de La Cordillera, film encabezado por el favorito argentino y estrella mundial: Ricardo Darin.
A las 14 es la esperada función de la nueva película de Santiago Mitre. Después de haber ganado La Semaine de la Critique con La Patota, el director porteño llegó al Festival de Cannes para competir por el premio en la categoría oficial de Un Certain Regard que tiene como jurado a la genial Uma Thurman.
Al igual que en 2015, Santiago Mitre llegó a la alfombra roja acompañado de Dolores Fonzi, su pareja desde ese entonces, y la co-protagonista, Erika Rivas.
Pero, la gran estrella de la jornada, fue Ricardo Darin quien no se conformó con encantar en el PhotoCall oficial del certamen de La Cordillera y se metió en la sección de fotos del posible Mejor Actor, Vincent Lindon (por Rodin), frente al Mar Mediterráneo.
Es que, aunque no hace falta aclararlo, Darin no es nuestro, es del mundo; tal es así que acaba de firmar su primera superproducción internacional junto a Penélope Cruz y Javier Bardem en la nueva película de Asghar Farhadi (ganador del Oscar por su película El Viajante), a rodarse en Madrid a partir de agosto.
Pero, volviendo a La Cordillera, esta película tiene mucho para hablar. Desde la primera noticia que informaba sobre Darin Presidente, las expectativas no hicieron más que crecer. Las razones son varias: el guión, la producción, la distribución, el reparto, el estreno y la locación.
Ricardo Darin es Hernan Blanco «un hombre común» que gana las elecciones siendo un inexperto gobernante de La Pampa pero con una muy buena campaña política, que gira alrededor de su apellido y sus eufemismos.
La Cordillera gira en torno a la Cumbre que reúne a los jefes de estado latinoamericanos para tratar una nueva negociación sobre el petróleo. Sin embargo, tiene como punto de partida una vieja denuncia de corrupción contra su partido, a cargo de su «ex» yerno que sale a la luz un día antes del evento más importante de la carrera. Esta situación, lo desestabiliza emocional y profesionalmente. A partir de éste tema, que según el gabinete «no existe», surgen cuestiones familiares no resueltas que hacen de este summit, una historia intrigante.
Además del presidente, La Cordillera cuenta con estrellas como las argentinas Dolores Fonzi y Érica Rivas, el actor y abogado Gerardo Romano, la española Elena Anaya como periodista, Daniel Giménez Cacho como presidente mexicano, Alfredo Castro como psicoanalista chileno, su compatriota, Paulina García y el reconocido artista estadounidense Christian Slater como enviado especial de Estados Unidos.
Sobre los personajes, Santiago Mitre indicó en el festival que «no habría hecho La cordillera sin Ricardo Darín. Le ofrecí el papel desde que supe que quería hacer una película cuyo héroe sería el presidente de Argentina. Ricardo me dio entonces su aprobación y comencé a escribir el guión. Para mí, es el único actor argentino que tiene las alturas y la energía para interpretar un personaje así. Es muy carismático (…) Finalmente, para el personaje del consejero estadounidense, buscaba un actor que encarnara el propio prototipo del estadounidense y me había encantado el trabajo de Christian Slater en la serie Mister Robot.»
A diferencia de su primera obra, El Estudiante, ésta fue una coproducción de Argentina, Francia y España que costó 6 millones de dólares. La distribución internacional está a cargo de Warner Bros.
En cuanto a las locaciones, el realizador indicó que «el hotel no existe realmente, es una mezcla de varios lugares. Los interiores se rodaron en varios hoteles de Chile y Argentina; sólo los exteriores se rodaron en un único lugar, a 3600m en Chile. La idea era crear un lugar cuya atmósfera pudiera conducir la película hacia lo extraño: un lugar perdido en las alturas de la lejana periferia de Santiago, en algún lugar de la cordillera de los Andes. Era indispensable que pudiéramos rodar en los propios lugares de la acción, allí donde se ejerce el poder. Tuvimos acceso a la Casa Rosada una noche y un domingo entero». El despacho de Hernán Blanco es el auténtico despacho presidencial al igual que el avión.
Sobre las posibles similitudes con el «novato» gobierno de Macri, el director de 36 años afirmó que «hay cierto desprestigio de la clase política que excede a la película. Nosotros lo tratamos desde una perspectiva de ficción. Pero el guiÓn no se basa en nada en particular más que en nuestras fantasías.» Ante esto, Darín respondió sobre su personaje «se abren caminos para personas que proceden de otros estratos y que encuentran esa rendija por la cual hacer su propia aparición».
Esta vez, por parte de NW tenemos penado spoilear este nuevo film que se estrenara en Argentina el 17 de Agosto. Sólo basta citar a Santiago Mitre: «No me gusta cuando el cine dice cosas de forma unidireccional y sin dudas, prefiero que sea el territorio desde el cual los espectadores puedan pensar y hacerse preguntas», para reafirmar que La Cordillera es una película con muchas preguntas pero pocas respuestas.