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Don DeLillo consiguió el respeto de los críticos literarios con su aclamada obra Cosmópolis. En ella verbaliza los males del siglo XXI a través de una fascinante retrospectiva del capitalismo, la política o las clases obreras. A quienes no le guste leer, siempre pueden decantarse por la adaptación cinematográfica, en este caso la de David Cronenberg, aunque la crítica no está siendo nada generosa con el film.
Para algunos la obra de DeLillo es una lectura obligatoria. Lo mismo sucede con la película Crash de Cronenberg, en lo que respecta al cine. Esto no significa que los productos posteriores a estas dos obras, paralelas, alcancen de nuevo la genialidad de sus antecesoras. Pues bien, esto sucede con Cosmópolis.
Cosmópolis acabara recordándose como una delirante película sin avance donde el espectador desespera por encontrarse, tanto laberinto textual descoloca. Quizás, sea la obra más fría que haya realizado el director y guionista David Cronenberg, que con este film espanta a los espectadores.
Un exceso de frases inconexas (“morimos porque es fin de semana”; “¿Qué encanto tiene lo idéntico?”; “Hueles a sexo, te equivocas, huelo a sangre”) que pretende exaltar la reflexión más profunda de un espectador que tan solo quiere divertirse con la maestría del director Cronenberg pero que desgraciadamente sale de la sala a grito de “¡Que vuelva mi Cronenberg, que me lo han robado! Cierto, con esta obra el cineasta canadiense se ha excedido quizás confiando en que la crítica estaría al lado de su genialidad sin pestañear, pero no ha sido así.
La obra carece de una estructura y de un buen gancho que haga que el espectador no se entretenga comiendo palomitas. Resulta una serie de monólogos encadenados que a muy pocos les importan. A destacar los perfiles de los actores, aquí el director muestra su enorme talento para crear tanto una atmósfera como unos personajes herméticos que enamoran.
Algunos de los halagos que compañeros de otros medios vierten sobre la obra del canadiense, algunos de la prestigiosa revista especializada en cine Fotogramas o del diario nacional ElPaís, son sin embargo mucho más crueles que los míos. “Cronenberg ha cometido un error de cálculo”; “frialdad conceptual”; “con tanta retórica se pierde, por el camino, del cine”; “rara de ver”; “pedante laberinto textual”; “muy aburrida”.
El resultado de Cosmópolis quizás sea que el director de Promesas del Este está en un momento de su vida profesional en el que puede hacer lo que le dé la gana, avalado ya por grandes resultados en taquilla y la admiración de la crítica por películas como Crash aunque otra cosa es que la taquilla respalde el producto. Por ahora tan solo lleva recaudado 743.636 dólares, datos paupérrimos comparándose con las dos últimas películas del director canadiense como Un método peligroso o Promesas del Este que recaudaron casi 15. 000. 000 dólares y 68.000. 000 dólares, respectivamente.
Desde mi humilde punto de vista, considero que el auténtico fallo de la obra recae en que la novela de DeLillo es inadaptable. Es uno de esos libros que carece de visionado cinematográfico. Por lo tanto, es muy posible que el fallo no lo haya tenido el director por adaptar la obra sino simplemente que dicha obra era imposible de adaptar, fuese él o cualquier otro. Aún así, hay que subrayar que algunos de los éxitos de Cronenberg son adaptaciones de libros como La zona muerta (1985) de Stephen King.
Eric Packer (Robert Pattinson), el chico de oro de las altas finanzas, se adentra en su limusina blanca, que parece más el coche fantástico que otra cosa. Mientras la visita del presidente de los Estados Unidos paraliza Manhattan, Eric Packer solo tiene una obsesión: que le corten el cabello en su peluquería, al otro lado de la ciudad. A medida que transcurre el día, el caos se adueña de la atmósfera mientras su imperio se derrumba. Mientras, la paranoia le corroe: cree que quieren asesinarle. Una crónica de 24 horas donde la vida y la muerte danzan muy cerca.
Lo que salva de la hoguera a esta película es la actuación del actor Robert Pattinson. El archiconocido ‘vampiro’ consigue con este film hacer uno de sus mejores papeles en el cine, su personaje está mejor interpretado que el de la película BelAmi, película que también acaba de estrenar el intérprete, y que tampoco consigue remontar en la taquilla consiguiendo algo más de 3.000. 000 dólares. Además de la participación de Pattinson, habría que destacar varios de los ‘monólogos’ finales de Cosmópolis donde interviene la actriz Samantha Morton o Mathieu Amalric. La interacción entre Pattison y estos actores al igual que el diálogo resulta sublime.
Muchos otros críticos se han lanzado sobre el film de Cronenberg con mucho más hastío, puede que sea, quizás, porque el director de Chras confesase, sin ningún reparo, que había escrito el guión de Cosmópolis en seis días y montado la película en dos.
