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Es un poco extraño que una remake argentina de una película francesa sea presentada en un festival europeo de cine pero Inseparables logró su lugar en “Cinema nel Giardino” de la 73 Mostra Internazionale d’Arte Cinematografica. Esta comedia dramática argentina fue escrita y dirigida por Marcos Carnevale a partir de la popular película francesa Intouchables que refleja cómo dos mundos opuestos socialmente pueden unirse a través de la fidelidad.
El director cordobés comentó que la idea salió del productor, ya que cuando la vio le pasó lo mismo que a él, era una película «muy Carnevale». Desde que la vio, hace cinco años, sabía que la película tenía una base fundamental que era el vínculo, un tema universal que puede ocurrir en cualquier otro país del mundo, y eso era una facilidad a la hora de la adaptación. Sin embargo, quería que la historia tuviera lugar en Buenos Aires, imaginada dentro de las costumbres argentinas.
Ambos films están basados en una historia real: Felipe (Oscar Martínez), un empresario multimillonario que quedó tetrapléjico debido a un accidente andando a caballo, vive junto a su hija (Rita Pauls) en una mansión de Recoleta y la única relación continua que tiene es con una mujer (Flavia Palmiero) que le envía cartas poéticas sin conocerse personalmente.
Cada dos semanas, junto a sus asistentes (Carla Peterson y Alejandra Flechner) buscan a un nuevo auxiliar terapéutico para que cuide de este hombre del establishment, ya que ninguno logra superar ese tiempo. Hasta que aparece Tito (Rodrigo De La Serna), un joven que hace changas para sobrevivir y es elegido por Felipe para cuidarlo.
Para lograr su papel, Martínez vio un documental sobre Philippe Pozzo di Borgo, a quien definió como «un hombre con una enorme vida interior, que no se autocompadece, hace bromas sobre sí mismo y su condición de tetrapléjico; una enorme sinceridad y sensibilidad intelectual. Entonces me di cuenta que lo que más importaba era construir el mundo interno de él, sin poder mover ni un dedo, su vida se percibe a través de su rostro y sus ojos».
Este vínculo tan significativo psicológicamente se puede ver también como una relación filial que se pudo dar una vez derribados los prejuicios sobre sus condiciones sociales. En la película original, Driss es un afroamericano que vive en la Banlieue de París, mientras que ellos buscaron un equivalente en la idiosincrasia argentina. Por eso, Tito es un chico pseudo marginal que vive en Villa Lugano, barrio periférico de Buenos Aires.
Inseparables Argentina en @la_Biennale. pic.twitter.com/gVp8HLQRxU
— Victoria Agulla (@Vitussss) 6 September 2016
Rodrigo De la Serna agregó «en este momento de la humanidad, donde los pobres son muy pobres y los ricos muy ricos, para que dos personas tan diferentes se encuentren, tiene que haber un puente como la nobleza, condición que no depende de la clase social.»
Sobre su vínculo cinematográfico, el actor de 40 años resaltó el amor y el respeto que tiene por Oscar Martínez, contándonos: «admiro totalmente a Oscar, es uno de los grandes actores de nuestro país, referente generacional para los mas jóvenes. Tuve la suerte de trabajar durante un año haciendo seis funciones de teatro con él, entonces llegamos al set conociéndonos mucho.«
En cuanto a la relación con los productores y actores franceses, los argentinos contaron que es contractual y documental, ya que no se conocen personalmente. Aun así, el guión es igual excepto que el accidente del Phillipe francés es en parapente y el argentino a caballo, por lo cual para el que ya vio Intouchables, la imaginación queda bastante acotada.
Además, como gerente de contenido de Pol-Ka Producciones, Carnavale se encargó de que su producción, locación y fotografía tengan el nivel internacional de La Biennale.
Como el mismo Carnevale afirmó, el público argentino puede identificarse en la mirada y en las formas porteñas que representa el film, sin embargo Inseparables no sólo encantó a los latinos sino que hizo reír a toda Venecia.
Auspicia la cobertura de La Biennale, Agustin Andrea Agencia Boutique de Viajes.