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El nuevo film de Christopher Nolan es un drama bélico que relata un suceso dentro de un período histórico -la Segunda Guerra Mundial- que sigue siendo agotado por Hollywood hasta el cansancio. Es gracias a su visión que el producto resulta una bocanada de aire fresco en un género donde resulta difícil destacar.
Cualquiera podría pensar que el cine bélico (sobre todo aquel que refiere a la Segunda Guerra Mundial) ya no sorprende y hasta cansa. Es ahí donde aparece Nolan, para darte la película sobre ese período que no sabías que querías ver. Dunkerque es un film súper efectivo y una obra maestra audiovisual de principio a fin.
Desde la primera escena ya queda claro cuál va a ser el devenir de toda la película: fotografía de primer nivel, actuaciones que no necesitan de un gran despliegue para ser verdaderas y un tratamiento sonoro que impacta hasta los huesos. Es la forma perfecta de meter al espectador en la situación desde el primer momento. Una secuencia que comienza con una calma total y de un momento a otro se transforma en un caos absoluto donde prima la urgencia, gracias a la necesidad imperiosa de sobrevivir.
Dunkerque cautiva por una simpleza que resulta extraña en un género donde se suele priorizar las escenas de acción por sobre todas las cosas. El trabajo de Nolan es extremadamente meticuloso para no caer en los clichés agotadores de este tipo de películas ya que Dunkerque no cuenta con escenas de acción grandilocuentes en donde los ejércitos se enfrentan cara a cara y los actos heroicos que rayan en la locura están a la orden del día. Casi que todo lo contrario porque la mayoría de las veces nos encontramos con personajes que están tan asustados como para poder reaccionar y apenas logran sobrevivir a las situaciones de peligro en las que se ven envueltas.
La trama en su concepción también resulta bastante simple, lo que de a ratos ralentiza el ritmo de manera considerable. Retrata la retirada de las tropas británicas de la ciudad francesa de Dunkerque, la cual está sitiada por el ejército alemán. Sin embargo, en su ejecución la narración se complejiza al contar tres historias distintas, en tres lugares distintos (el muelle, el mar y el aire) y períodos de tiempo diferentes. Las mismas se van entrelazando y las consecuencias de una repercuten en la otra.
En esta ocasión Nolan vuelve a repetir ciertas fórmulas que le dieron resultados en películas cómo las que componen su trilogía de Batman y El origen. Cuenta con las composiciones de Hans Zimmer que se encargan de que el espectador se sumerja en el film hasta sentirse totalmente incómodo. También los actores Cillian Murphy y Tom Hardy vuelven a trabajar con el director. Mientras uno interpreta a un oficial en estado de shock rescatado por un barco civil tras un ataque submarino, el otro es un piloto de avión que tan solo con su voz y sus ojos puede transmitirle todo al espectador.
Otro actor que se destaca es Fionn Whitehead quien interpreta al soldado Tommy, un personaje cuya única motivación está en regresar a salvo a su hogar. En su primer protagónico en una película brinda una actuación prolija y sentida. Sin duda será convocado para otros grandes proyectos en el futuro.
Dunkerque es un film potente y simple a la vez, un verdadero alivio dentro de un género saturado. También cuenta con todos los ítems que constituye una película ganadora para la Academia. No se sorprendan si resulta ser una de las favoritas en los próximos Premios Oscar.