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Eddie the Eagle (Volando Alto en Argentina) es una biopic del olímpico Eddie Edwards, quien si bien no ganó una medalla en los Juegos Olímpicos de Invierno de Calgary 1988, hizo lo suficiente como para que su historia sea retratada en una interesante y entretenida película.
A modo de repaso, los Juegos Olímpicos (JJ.OO. de ahora en más) eran una competencia que se desarrollaba en la Antigua Grecia donde, si bien la gloria era lo máximo a alcanzar (no existía el podio para el segundo y el tercero), ésta le daba al ganador sustento de por vida, lo que generaba crueles batallas en las competencias. A su vez, hay que recordar que era sólo un reducto para varones (salvo algunas excepciones).
Gracias al Barón Pierre de Coubertin, en 1896 volvieron a Grecia como los JJ.OO. modernos, donde impulsaron otra serie de valores además de las competencias meramente deportivas. Cada cuatro años un nuevo epicentro toma la llama olímpica, la bandera, y acoge a todos los deportistas clasificados, y esto ocurre tanto para los JJ.OO. de Verano como para los JJ.OO. de Invierno (intercalan cada dos años).
En esta nueva filosofía se encuentra nuestro protagonista, Eddie Edwards (Taron Egerton) que tras intentar toda su infancia varios deportes de verano que lo podrían llevar a los JJ.OO., ya en su adolescencia descubre los deportes de invierno. Lamentablemente no tiene la suficiente velocidad para el equipo de ski, por lo que tras descubrir el salto en ski decide participar en la peligrosa disciplina. Al ser el único deportista en Inglaterra en intentarlo, sólo necesita una marca mínima (un salto completo) para llegar, algo que el Comité Olímpico Inglés modificaría para complicarle la posibilidad de llegar a Calgary 1988.
Para ser un saltador de ski decide irse a un centro de entrenamiento en Alemania, donde entrenan noruegos y el finlandés Matti Nykänen, el mejor saltador de ski del mundo. Allí conocerá a Bronson Peary (Hugh Jackman) quien ayudará a entrenarlo para llegar a los Juegos y dar su mejor salto.
La dupla Egerton-Jackman funciona de maravilla en la película y es sin duda su punto fuerte. El personaje de Egerton emana ternura y risas por doquier, ya que lo da todo por su objetivo, incluyendo la decisión de irse a otro país para completar su entrenamiento. Y aunque a veces tiene caídas en lo mental, lo sigue intentando con todas sus fuerzas.
Jackman interpreta a un ex saltador que no pudo llegar lejos por su indisciplina. Es un antihéroe que logra mezclar momentos de gran adrenalina con enseñanzas de un verdadero profesor.
La película aprovecha la fructífera década de los 80 tanto en lo musical como en otros aspectos de la vida. Sin embargo, no todo lo que se ve es verídico. Salvo los saltos y la participación olímpica de Eddie, hay varios datos cambiados. Aun así el largometraje no se ve afectado.
Aunque algunas escenas son sacadas de la tv de la época, los saltos están recreados de forma magistral con planos que muestran la grandilocuencia de los mismos, así como también con cámaras on board que dan la sensación de adrenalina.
“Lo más importante del deporte no es ganar, sino participar, porque lo esencial en la vida no es el éxito, sino esforzarse por conseguirlo.”
Esta es sin dudas una de las frases más importantes del olimpismo que nos dejó el famoso Pierre de Coubertin (fundador de los Juegos Olímpicos modernos) y en esto repara Eddie the Eagle: en que nuestro protagonista vuele lo más alto posible así no signifique ganar medalla alguna, porque lo importante es la participación digna en base a un esfuerzo denodado.