Cine

El Discurso del Rey: Historia de una amistad “Real”

Por Milly Sur Bianchiman

*Por Milly Bianchiman Sur

Pueden estar cansados de las películas inglesas que hablan de sus reyes y reinas y que muchas veces no genera tanta simpatía en el público, pero la última película de Tom Hooper, El Discurso del Rey, puede llegar a ser una excepción para el espectador anti-realeza.

El film retrata como el rey George  VI de Inglaterra (Colin Firth) tuvo que superar su tartamudez, sus problemas para expresarse y sus miedos de inferioridad tras la muerte de su padre y el abandono del trono por parte de su hermano Eduardo (Guy Pearce). Con la ayuda de su esposa, la reina Elizabeth (Helena Bonham Carter), George encuentra en el poco ortodoxo de Lionel Logue (Geoffrey Rush) el camino a la seguridad y un amigo en quien apoyarse y confiar, cuando el país que prometió gobernar caía en guerra. La nueva invención de la radio surgía y George se veía en el aprieto de dar discursos frente a grandes masas. El planteo de este rey y el de quienes lo rodean, excepto su Elizabeth y Lionel, es que no está destinado a desempeñar el cargo que se vio obligado a asumir, pero su esposa lo apoya y lo presiona de la forma más dócil y hermosamente jamás vista, mientras que Logue pasa por alto los protocolos y decide llamarlo “Bertie”, el apodo que utilizaban sus familiares más cercanos, para acortar caminos. A pesar de los maltratos y el mal humor del rey, el personaje que interpreta Rush sabe cómo ganarse la confianza de su nuevo amigo, de formas muy ridículas debo decir, para que este logre encontrar la fuerza y la autoestima que se necesita para ser rey.

Esta amistad entre Bertie y Lionel es la base de la película que le da un carisma muy especial, a demás de las interpretaciones de Firth, Rush y Carter, que logran la mejor película sobre realeza hasta ahora. El acercamiento sobre estos personajes que los muestran tan humanos y tan poco “Reales”, dejando de lado cuestiones políticas de la época, es lo que la hace excepcional.

La cámara de Hooper pocas veces vista en el cine, hace de los escenarios otro personaje más dentro de la historia. Y no estoy hablando de los palacios precisamente, quienes son los grandes ausentes en esta cinta, hablo de que en sus tomas los personajes no son el objeto principal de los planos, sino que son compartidos con los espacios que los rodea. Muchas veces se ve que Hooper quisiera quitar lugar a los actores frente a la pantalla para demostrar su admiración por los sets de la directora de arte Eve Stewart, cargados de detalles y texturas complejas. Junto a la fotografía sobria y oscura de Danny Cohen, el director logra mostrar como George se siente cómodo en lugares pequeños, y como cambia a sentirse oprimido e intimidado luego de asumir su puesto en la realeza.

Con El Discurso del Rey, es inevitable amar los defectos de este rey gruñón, con quien terminamos simpatizando después de que su amigo de forma muy sensible e inteligente lo transformara, creando situaciones muy tensas en algo gracioso que hacen ver a la realeza con otros ojos. Y el hecho de saber que al final se transformo en una amistad eterna es el punto culminante para terminar de querer a estos dos personajes tan humildes como brillantes.

Les dejo este trailer en particular para que entienda de que hablo

Milly Sur Bianchiman

Cinéfila. Cómic fan. Amante y defensora del hábito de leer y los animales. Detallista a ultranza. Apasionada de los recovecos del séptimo arte.