Te recomendamos:
John e Isabel, un solo corazón: Mi Fin de semana en el BAFICI
Foto estudio Luisita, película en Competencia argentina, termina con una placa exhibiendo un «GRACIAS” inmenso. Los directores Sol Miraglia y Hugo Manso tienen el detalle de ponernos a los espectadores como parte del proceso de creación. Yo por mi parte, redoblo la apuesta y les digo gracias a ellos.
El documental de las hermanas Escarrias (Luisita, Rosa y Graciela) alcanza una calidad realmente épica, una celebración a un mundo lleno de fantasía que fue el teatro de revista de los años 70, con sus figuras – capo cómico, vedettes, cantantes- y sus ornamentación colorida y vistosa.
La musiquita de Music Hall abre este homenaje al estudio fotográfico de Luisita, quien vino en el año 58 de Colombia, junto a su madre y sus dos hermanas a instalarse a la calle Corrientes. La fotógrafa abre su corazón y nos invita a visitar su casa antigua, llena de recuerdos y de anécdotas.
Ella es tímida de poco hablar y vive con sus hermanas quienes fueron sus asistentes. Miraglia, quien además forma parte como entrevistadora de la película, logra un vínculo de amistad con Luisita consiguiendo el escenario perfecto para contar la tarea artesanal de la fotógrafa de las “estrellas”. “La primera que me dijo que le sacara fotos fue Amelita Vargas” dice y de allí el “boca en boca” logró posicionarla como la preferida del “ambiente”. El primer plano de fotos en blanco y negro de Marrone, Moria, Susana Giménez, Nélida Lobato, Jorge Barreiro, entre otros, se presentan como el documento de la tarea de orfebería de una mujer que se impone en un oficio liderado por hombres.
Una de sus hermanas colorea los negativos haciendo un trabajo minucioso y los directores se detienen en este proceso, hacen una pausa, no se apresuran y nos dejan disfrutar de ese momento. La celebración de cumpleaños y las tertulias entre amigas le dan un sentido hermosamente coloquial a un documental conmovedor; las fotografías encierran un pasado de esplendor y de juventud, no sólo de las personas retratadas, sino de estas mujeres.
El presente con sus arrugas, pero igualmente hermoso, se describe como oneroso y nostálgico. Y la lágrima que cae , en ese entramado de imágenes y de reminiscencias… allí esta Luisita, sonrojándose ante nosotros, poniéndose tal vez un poco colorada. Foto Estudio Luisita es una gran película que nos hizo terminar nuestro fin de semana BAFICERO con una sonrisa. Comenzamos una nueva semana y estamos listos para más aventuras. Allá vamos.