Cine

El último desafío: Lentes

Por Luciano Mariconda

La última vez que se lo vio a Arnold Schwarzenegger en un papel protagónico fue en la muy entretenida Terminator 3. Paso mucho tiempo -y dos mandatos como gobernador de California– para verlo nuevamente delante de las cámaras y detrás de las armas que caracterizan el género que le supo dar la fama mundial.

Si hay que determinar una temática en El último desafío esta es, sin dudas, el paso del tiempo. Se trata, más allá de una película de acción, de un western contemporáneo, que reemplaza los caballos por los autos pero en el cual el camino de la ley y la justicia sigue determinándose por los golpes y las armas. Es el trabajo de un director -extranjero, más específicamente, coreano- que supo ver que la Historia de Estados Unidos sigue un mismo curso. El western sigue vivo porque el deber, el valor y la ley continuan existiendo firmemente, al igual que el Mal -con sus inmorales objetivos y motivaciones-.

El film de Kim Jee-woon es absolutamente consciente del período que transcurrió entre Terminator y la actualidad. En la película de James Cameron, los anteojos de sol del personaje eran más un detalle del vestuario que un elemento necesario;  en oposición, en El último desafío hay un momento -que no debe durar más de 5 segundos- que resume la honestidad con la que está trazada esta película.

El personaje de Schwarzenegger -el sheriff de un pequeño pueblo- se acerca al cuerpo de un hombre muerto para ver

el impacto de una bala sobre su rostro. De repente, el protagonista saca sus lentes para observar mejor el cadáver. No hay nada más que esa pequeña acción, concentrada sólo en la algo avejentada cara de Schwarzenegger, quien actúa en esta secuencia con absoluta naturalidad. Es, en definitiva, la aceptación del paso del tiempo.

Hay varias razones para ver El último desafío. Entre ellas, se trata de un gran film de acción, hecho con enorme profesionalismo y respeto por los elementos del género; por otra parte, se trata de cálido homenaje a aquellos westerns inolvidables; y finalmente, es una película protagonizada por un actor absolutamente consciente de el aquí y el ahora.

Luciano Mariconda

Hawks, Bresson y Tom Cruise. Eterno apasionado por toda la experiencia cinematográfica e interesado en otras disciplinas artísticas. Siempre en movimiento.