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Hacer comparaciones siempre ha sido algo odioso para quienes las hacen y para quienes la reciben; pero si es cuestión de hablar sobre adaptaciones, el asunto es inevitable. Este es el caso de la nueva versión de El Vengador del Futuro (Total Recall), que tras 22 años de aquella versión estrenada en 1990, protagonizada por Arnold Schwarzenegger y dirigida por Paul Verhoeven, regresa a la pantalla grande para renovar las ideas futuristas de esta historia, basadas en el relato de Philip K. Dick, a quien también le debemos agradecer por películas como Blade Runner y Minority Report.
El film dirigido por Len Wiseman (la mente detrás de la saga de Underworld) y protagonizado por Colin Farrell como Douglas Quaid, cuenta la misma historia del espía rebelde a quien le borraron la memoria y descubre su verdadera identidad al ingresar a Rekall, un sitio en donde implantan recuerdos falsos. Antes de que algo nuevo pase por la mente de Quaid, sin querer, descubre que tiene habilidades que desconocía y se transforma en la persona más buscada de La Colonia (New Asia), y UFB (United Federation of Britain), las dos únicas ciudades habitables que quedan en la tierra. La primera es una ciudad tan sucia como oscura, donde habita toda la escoria de la sociedad; y la segunda es la ciudad donde habitan los ricos y poderosos.
Resulta ser que, como en la versión anterior, Quaid es un espía que se alía con el líder de los rebeldes Matthias (Bill Nighy) y junto a Melina (Jessica Biel), planean revelarse contra Cohaagen (Bryan Cranston, Breaking Bad), quien quiere aplastar a La Colonia. A diferencia de la versión de Verhoeven, en esta historia Marte es excluida, y Wiseman se enfoca en crear dos ciudades tan palpables como futuristas. Definitivamente la virtud de esta nueva versión de El Vengador del Futuro es su estética y las innovaciones tecnológicas, que transforman a la historia en algo más sustentable y adecuado a la época, pero sin abusar de los efectos sorprendententes.
Las escenas de acción, desde su coreografía, hasta su montaje son otros de los pro de esta historia, que tiene la intención de ser más seria y sobria que la anterior, con mucho estilo a Minority Report, I Robot, y a veces hasta Inception, pero justamente por esto, la película no resulta innovadora. Colin Farrell se pone a la altura de esta sobriedad en la que está envuelta la película, y resulta más efectivo y creíble que Schwarzenegger, y hasta se puede decir que es una buena actuación a la hora de ponerse en acción, pero no alcanza para que el film pueda ser catalogado como bueno.
Esta nueva versión de Total Recall es densa a causa de sus diálogos (la versión anterior se lucia más por sus toques de humor), y en los momentos más entretenidos e inteligentes cómo historia, Wiseman los deja pasar de largo sin pena ni gloria, porque no sabe desarrollar escenas que no sean de acción. Y tal cual cómo en 1990, el final de esta versión deja gusto a poco.
El Vengador del Futuro es una película en donde abundan las escenas de acción bien logradas, y que tiene una historia más rica, y hasta más original a la historia de Dick, pero con un guión perezoso que desaprovecha aquellos elementos que podrían haber mejorado la historia. La nueva versión de Wiseman podría haber sido exitosa si hubiese explotado más la crítica y la lectura política y social que ligeramente muestra, y si hubiese aprendido de los errores de la versión anterior.