Te recomendamos:
En la reserva india Wind River, en el estado de Wyoming, un agente del servicio de pesca y vida silvestre de los Estados Unidos llamado Cory Lambert (Jeremy Renner) encuentra un cuerpo de una joven india oculto en la nieve. Sobre una tierra en que rige «La ley del más fuerte» y con la ayuda de una joven agente del FBI (Elizabeth Olsen), Cory intentará buscar a los culpables del crimen y, en el camino, encontrar la verdad sobre un crimen del pasado. Esta película dirigida por Taylor Sheridan (Sicario, Comancheria, Sons of Anarchy) explora los límites de la justicia y nos muestra que no todas las personas están preparadas para sobrevivir en un ambiente hostil. Viento Salvaje es una las mejores películas de este año.
Taylor Sheridan – director y guionista de Wind River – nos introduce a una historia simple, sin vueltas, pero extremadamente sutil en su ejecución. Concentrando su atención absoluta en la creación de personajes con sus respectivas personalidades y motivaciones, Sheridan da la oportunidad a que el film se desenvuelva solo. Con un estilo slowburn y situaciones de extrema tensión en los momentos justos Wind River es un film estremecedor; el espectador sabe que en cualquier momento las cosas pueden explotar, no obstante Sheridan se encarga con habilidad que los personajes presientan la misma situación de peligro, estos se adelantan al posible hecho y realicen impredecibles acciones planteando una variedad asombrosa de conclusiones.
Jeremy Renner junto a Elizabeth Olsen demuestran una química perfecta que permite que el público debata quiën es el verdadero protagonista de esta historia, ¿el cazador en busca de justicia o la novata agente con hambre de éxito?. La química entre estos dos actores – ya puesta en escena en Avengers: Age of Ultron (2015) y Captain America: Civil War (2016) – se nota a simple vista y realmente se agradece ver a Jeremy Renner distanciado – aunque sea por un breve tiempo – de las películas de Marvel. Elizabeth Olsen a esta altura sobrepasa el nivel de fama que tuvieron sus – ya olvidadas – hermanas.
De extraño aspecto familiar a la película Fargo (1996) de los hermanos Cohen, Wind River posee un poderoso apartado fotográfico a cargo de Ben Richardson (Sand Castle,The Fault in Our Stars, Beasts of the Southern Wild). Los paisajes hablan, expresan soledad y, al mismo tiempo, el lado salvaje de la naturaleza; la fotografía de esta creación cinematográfica nos cautiva con cada detalle. En resumen: estamos ante uno de los mejores film del año y posiblemente pise fuerte en la siguiente temporada de premios, en especial sobre las categorías Mejor Guión Original y con suerte Mejor Director; pero sin dudas hay algo claro, Taylor Sheridan es un hombre de éxito, y vino para quedarse. Wind River es Imperdible, vayan a verla.