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Zabaltegi-Tabakalera es una sección competitiva del Festival de San Sebastián abierta a las propuestas cinematográficas más variadas, novedosas y jóvenes del año en la que las normas formales y limitaciones temáticas no existen.
Una de las películas favoritas en Zabaltegi es la donostiarra Sipo Phantasma –traducido al español como Barco Fantasma- de Koldo Almandoz.
Este periodista devenido en cineasta se hizo conocido por sus cortos Belarra (Semana de la Crítica – Cannes 2012) o Kale Begiak (Donosti 2016), pero hoy trasciende su trayectoria gracias a Sipo Phantasma.
Producida por Txintxua Films y estrenada previamente en International Film Festival Rotterdam (IFFR) y Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires (BAFICI), este largo se sitúa entre la ficción y no ficción a través de una aventura sobre cruceros, naufragios, vampiros y (des)amores que oscila entre la historia del cine y la poesía.
En sus 69 minutos Barco Fantasma navega por las citas de Oscar Wilde, los párrafos de David Foster Wallace, las imágenes de Drácula, la música original de Donostia, las copias de F. W. Murnau y las reflexiones acerca de la cultura universal.
Desde San Sebastián, hablamos con el director vasco y creador de Sipo Phantasma
¿Cómo surge Sipo Phantasma?
Surge de la novela Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer de David Foster Wallace. Al leer este ensayo, me intrigó el mundo de los cruceros y decidí embarcarme en uno. Por un lado, me gustaba mucho lo que contaba la novela, y por otro, siempre le veía algo condescendiente desde el escritor a la gente embarcada en este tipo de ocio. El cineasta actuaba con superioridad frente a todo lo grotesco que pasaba en el crucero, juzgando lo que hacían. Pero todo depende de donde pones el foco, seguramente a ellos yo les parecía el grotesco que hacia un película que no les interesaba para nada.
O sea que el puntapié fue la novela..
Si, la novela y el crucero. La experiencia del crucero es como estar viviendo una ciudad flotante.
¿Desde y hacia dónde iba el crucero?
Barcelona – Marsella – Córcega – Barcelona.
¿Y lo del Barco Fantasma?
Cuando subía a cubierta de noche, no había nadie. En un sitio donde había miles de personas, nadie disfrutaba de la actividades nocturnas, todo el mundo estaba en el casino y nadie viendo una proyección bajo las estrellas. De ahí surge la idea de Barco Fantasma, ya que no importa el destino, la gente va ahí para consumir no para disfrutar del viaje.
Entonces lees la novela, y vas a filmar al crucero.
Si, ahí nace la idea de filmar como si fuéramos una mujer que camina como un espectro por los pasillos. Luego, vuelvo y dejo todo el ordenador hasta que leyendo el prólogo de Dracula, apareció la figura de Florence Balcombe, la viuda de Stoker.
¿De casualidad?
¡Si! Leí su historia de cómo su vida se basó en destruir las copias de Nosferatu de F.W. porque era una adaptación sin derecho de la novela de su marido. Ahí hice la conexión entre la mujer que filmé con la vampiración de la trama.
¿Esto cuándo fue y cómo siguió el proceso?
Hace tres años. Al principio no la pensaba como una película, por eso lo fui conectado la relación con Oscar Wilde y demás personajes.
La narrativa experimental ¿cuál era la intención?
La intención es que el espectador siga el mismo proceso que viví yo, estar en un crucero, y de repente pasar a Dracula o Nosferatu. Que al principio no sepas de qué va, hasta que, poco a poco, todas las historias se van uniendo.
Sugerir más que definir…
Si. A nivel conceptual fue más fácil pero la parte de montaje fue bastante complicada.
Y, ¿Por qué la decisión de hacer la película muda?
Esto lo decidí a último momento. Al principio tenía la voz de Florence, pero ahí ya daba directamente la solución al público. Al ser una película bastante literaria, quería que el espectador vaya leyendo la historia.
SIPO PHANTASMA from txintxua on Vimeo.
