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Desde el jueves 5 de marzo hasta el miércoles 11 se podrá apreciar en Cinépolis de Recoleta el nuevo cine español. Catorce obras, entre ficciones y documentales, componen la muestra patrocinada por la Embajada de España en Argentina, el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA) y el Instituto de Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) del Ministerio de Cultura de España.
Para la presentación de la muestra se exhibió La hija de un ladrón de la directora Belén Funes. Sara, es una joven de 22 años que trata de salir adelante con trabajos de limpieza y cocina. Madre de Joel, un bebé de seis meses, depende de los servicios sociales para su vivienda que comparte con ocasionales moradores en similar situación. Intenta formar una familia con el padre de Joel, quien la quiere pero no la ama (no comparten el lecho), y con su conflictivo hermano menor que vive en un centro de acogida para niños. La reaparición del padre de Sara, luego de muchos años tras salir de la cárcel, desata una serie de conflictos, entre ellos la custodia del menor.
Existen varias vertientes para analizar la película: la familia desestructurada; la precariedad laboral; la dura relación padre-hija (lo son en la vida real) de personalidades opuestas; las influencias del neorrealismo, el cine de los hermanos Dardenne y la similitud con la reciente Techo y comida (Juan Miguel del Castillo – 2015); la soledad y la frustración amorosa de la protagonista. Sin embargo, no me voy a detener en ninguno de estos aspectos. Como crítico hipoacúsico, me interesó sobremanera y puse mi atención en todo aquello relacionado a la deficiencia auditiva de Sara en su oído derecho.
El guión, poco explícito, deja espacios vacíos en cuanto a la ausencia de la madre de Sara, qué llevó al padre tras las rejas, qué sucedió con su pareja tras el nacimiento de Joel, o cuál fue el origen de su sordera parcial. Sin duda el entorno no la ayuda con su discapacidad. Ante la ausencia de una banda sonora, los ruidos cobran protagonismo. Son fuertes y contaminantes en el ámbito laboral, intensos y molestos en el exterior, perturbadores y ensordecedores en los bares, perjudiciales e innecesarios en la discoteca. La cámara obtiene varios primeros planos de su oído derecho con el correspondiente audífono, y en clara correspondencia el uso del celular en el izquierdo para las conversaciones telefónicas. Su personalidad se caracteriza por la falta de comunicación, sus manos reemplazan en muchas ocasiones sus palabras, con una peligrosa tendencia al aislamiento, propia de muchos afectados por la audición.
Un buen comienzo de Espanoramas con un film donde se destaca la expresiva actuación de Greta Fernández y la autenticidad de las imágenes de Belén Funes en su primer largo.
