Cine

[Festival de cine alemán] El deporte como unión de los pueblos : Crítica a «Trautmann»

Por John Lake

El punto de reunión para realizar la presentación oficial del 19 Festival de Cine Alemán fue el Hotel Intersur sobre la avenida Callao. Allí se dieron cita para la conferencia de prensa una directiva de Germans Films, una representante del Departamento de Cultura de la Embajada Alemana, el director del Instituto Goethe, el presidente del festival y el director de cine Marcus H. Rosenmüller. En el evento se dieron detalles de la programación, se destacaron los valores de las películas y el director de Trautmann contestó numerosas preguntas de los periodistas presentes.

Bert Trautmann, un soldado alemán paracaidista de la Luftwaffe durante la Segunda Guerra Mundial, condecorado con la Cruz de Hierro, es capturado por las fuerzas británicas a principios de 1945 y confinado a un campo de prisioneros en Lancashire. Allí lo descubre como arquero de fútbol un comerciante del pueblo que a su vez es director técnico del equipo local. Al ser liberado en 1948, decide quedarse en Inglaterra, se casa con la hija del entrenador y logra un contrato con el Manchester City, vínculo que se extenderá por quince años entre 1949 y 1964, defendiendo la valla del equipo inglés. El biopic se inicia con la tensión propia de los últimos estertores de la guerra con la captura y el posterior confinamiento del futuro guardametas. El maltrato inicial de sus superiores se atenúa con las salidas para participar en los enfrentamientos deportivos, para luego, una vez finalizada la contienda, reemplazar la limpieza de letrinas por un trabajo más decoroso en el almacén del adiestrador. 

El progreso como persona y como deportista proporciona a la película las características de un crowd-pleaser (aquello que es del gusto de todos y se disfruta viéndolo). Sin embargo, el camino hacia el éxito y la felicidad, toma un brusco giro hacia el drama en la media hora final. Trautmann se encuadra dentro de las películas en las que el deporte rompe las barreras del odio y la separación, e impulsan la amistad, la camaradería y la unión de los pueblos. Invictus (Clint Eastwood – 2009), fue un claro ejemplo de cómo una competencia deportiva a nivel mundial reconcilió a toda una nación. Como todo periplo del héroe tuvo que atravesar una serie de obstáculos. Primero debió superar el odio de sus compañeros de equipo por su condición de alemán. Más tarde sufrió el rechazo de la gran comunidad judía que conformaba la hinchada del Manchester City. Abucheos, agresiones y revelaciones de la prensa pusieron en duda la continuidad de su carrera e hizo tambalear su matrimonio. La culpa, como sentimiento, por hechos del pasado, repercutió en su conciencia y creyó que le estaba pasando factura en su vida conyugal.

Una película que va más allá del fútbol, emotiva en la faz romántica, conmovedora en la reconciliación. Atrayente desde todo punto de vista, el festival no pudo tener mejor presentación. Valoración: Buena.


John Lake

Adolfo Giraldo alias "John Lake" es fanático del cine desde chico, asistió a cursos de cine con Gisela Manusovich y completó la carrera de crítico de cine en la Escuela de la revista El Amante. Sus críticas aparecieron en diversos sitios como cinemascine.net, todaslascriticas.com y en la revista virtual Pez Dorado.