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Una vez conté que Tim Burton, siendo un desentendido por su talento, recibió un portazo de Disney luego de mostrar el corto Frankenweenie en 1984, que acompañaría el lanzamiento de Pinocho. Burton y sus extrañas creaciones quedarían a la deriva hasta que alguien más pudiera comprenderlas y estuviese listo para su oscuro universo. Warner le dio esa oportunidad y el mundo entero se rindió a los pies del director y de cada personaje que nos regaló.
Las vueltas de la vida hicieron que inevitablemente Disney contratara a Tim Burton para que adaptara Alicia en el País de las Maravillas y que quisieran producir la adaptación de Frankenweenie, el corto que los llevó a despedir al director. En cuanto a su trabajo en Alicia, el director fue criticado por no ser completamente original a su estilo. Quizás Disney no se animó a darle riendas sueltas por completo y mostrar el otro lado, no tan pintoresco, que poseen los libros de Lewis Carrol. En cuanto a Frankenweenie, Disney parece haber aprendido su lección.
Frankenweenie, es una película animada completamente con stop-motion, que relata las aventuras de Victor Frankenstein y su fiel amigo Sparky, quien es atropellado por un auto. Victor, en un acto de desesperación, resucita a su perro tras una noche de tormento; pero no podrá tener el secreto guardado por mucho tiempo y es entonces cuando los problemas comenzarán.
La última realización de Burton es sinónimo de todas aquellas cosas que le obsesionan: sus personajes, los regresos de la muerte, las películas de terror y dejar mal parado a los padres de familia. A veces da la impresión que el director se autohomenajea con escenas cómo la primera secuencia del film: un corto de Sparky hecho por Victor en stop-motion. En otras tantas, Burton decide incluir (otra vez) pequeñas escenas en referencia a hitos del cine de terror y algunas películas de su autoría, que han sido muy significante para su carrera: Frankenstein, La Novia de Frankenstein, Van Helsing, El Jinete Sin Cabeza, El Hombre Invisible, Batman, su corto Vincent, Drácula, La Momia. Gremlins y hasta Godzilla.
Algunas teorías eran ciertas. Burton debe dejar de adaptar historias y dedicarse a crear propias. Es de la única manera en que puede ser fiel por completo a sus estilos a la hora de dirigir una película.
Como un cineasta dijo: Burton es como Spielberg. Es mejor que se dediquen a filmar películas infantiles. Para adultos está Ben Affleck.
Tim Burton plasma su esencia desde muchos puntos de vista y la hace funcionar como un todo. Siendo una película para chicos no tan chicos, su trama es triste y melancólica, con varios nudos de garganta. No toma a los chicos por ingenuos y por eso que hablar de la muerte y el mal resulta muy natural en el film. Desde una lectura muy personal, su estilo en blanco y negro y sus enseñanzas, son un mensaje de Burton hacia los niños, que diría algo como “allá afuera no es todo un mundo de colores” y “cada uno puede hacer la diferencia”.
Seguramente más que nosotros, Tim Burton ama sus personajes y los comprende mejor que nadie, pero también quiere que nosotros comprendamos su soledad, la opresión y su marginación, que en algunos casos (como en el caso del Profesor Rzykruski, o la relación Victor- Padre) no se alejan de la realidad.
Frankenweenie no es una tipica película de Disney, tampoco es una de terror. Más bien funciona como un homenaje a las clásicas historias del cine, que le sirven a Tim Burton para librarse de las ataduras que comprimían su imaginación. Frankenweenie es un must see del director y una de las mejores películas del realizador desde El Cuerpo de la Novia, que hará volver a creer en el tan cuestionado cine de Tim Burton.