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Alguna vez, ¿pensaron qué tan lejos llegarían por alguien que aman? Si lo pensaron, esa es una de las primeras cuestiones que nos plantea Guadalupe The Virgin, opera prima de la cineasta cordobesa Victoria Giordana que filmó en USA. La película nos cuenta la historia de Lupe (Diana García), una joven mexicana que vive en la ciudad de Los Angeles. Lupe se gana la vida trabajando medio tiempo en un museo y limpiando casas. Decide seguir el plan de su primer novio, Benny (Noah Segan, Kid Blue en Looper) con el objetivo de salvar a su madre enferma de cáncer. El plan consiste en robarle a Simon (Gregory Berger Sobeck), un actor exitoso pero venido a menos quien es dueño de la casa donde ella trabaja como empleada doméstica. El plan se les va de las manos, algo sale mal y Lupe deberá arriesgar su vida para sostener sus convicciones.
Guadalupe The Virgin juega con elementos de la novela mexicana, la comedia romántica para luego alejarse tomando caminos diferentes. El tema principal que atraviesa es el amor en su amplia gama: la búsqueda del amor romántico, el amor el amor de una hija a su madre, el amor de un hombre hacia su mascota; y la compasión: como el sentimiento más universal y esencial de todos. Estética y conceptualmente, es muy interesante porque tiene matices encantadores. Se puede ver lo universal en lo particular. Victoria Giordana tiene una mirada exquisita de la cotidianidad. Ha logrado una dirección que no intenta redundar o exagerar en los clichés cinematográficos, sino que repara en los detalles de la belleza de una historia cotidiana que inicia de un modo y finaliza…de otra manera. Los giros de la vida, como se dice por ahí.
¿Cómo empezó el proceso de realización de Guadalupe The Virgin?
V.G. – Tiene un poco que ver con la tesis de mi postgrado “Virgin of the Candles”. Porque mi tesis tiene su inspiración en una virgen negra. Siempre me fascino las imágenes de esas madonas negras. De hecho, la Virgen Guadalupe es una de ellas y está muy presente en las ciudades en donde hay muchos latinos como en Los Angeles, donde estuve viviendo. Esa fue una de las semillas para la historia. Jonathon Goodsell , el guionista que es colega, que estudio conmigo, estuvo a cargo del guión, le dio forma a mi idea. Lo que me gustó de Jon como guionista es su sentido del humor, el es oriundo de Texas que es un estado con muchos contrastes entre mexicanos y blancos. Le conté la idea que tenía y le encantó. Comenzamos a desarrollar el guión y, a partir de un primer borrador, que lo hizo él, le fui dando mi feedback hasta que conocimos al productor Michael McGuire, que también se involucró en el proceso de desarrollo de guión aportado su perspectiva.
¿Qué es lo que te motivó a filmar este tipo de historia?
V.G. – En parte, está basada en observaciones. Cosas que ví o me dijeron. Uno se de cuenta de las influencias cuando hace algo. Cuando ya tenés tu obra, te das cuenta de esas influencias. No son tan conscientes. Viendo la película tengo que aceptar que la novela mexicana y la novela brasilera jugaron un papel importante a la hora de inspirarme ya que crecí viendo novelas. También es una influencia el cine norteamericano, clásico e independiente.
¿Cuáles fueron los desafíos o dificultades que surgieron en la filmación?
V.G. – Antes de filmar, tuvimos un problema con las locaciones. Casi se suspende la filmación porque no conseguíamos la casa de Simon. Durante el rodaje, no hubo un problema grave como para decir “bueno, no se filma la película”. Por suerte, con el equipo técnico no tuve inconvenientes, formamos un gran equipo.
¿Por qué decidiste llamarla “La Virgen Guadalupe”? ¿Cómo describirías la relación que se establece entre los protagonistas?
V.G. – El primer título fue The Virgin of East LA, que corresponde al nombre de un barrio mexicano. Después, decidí cambiarlo por Guadalupe The Virgin. Es un juego de palabras entre la chica que es virgen, ingenua, que ha sido resguardada por su madre, y La Virgen que es el personaje dentro de la historia. El título engloba el aspecto personal y religioso combinados. Hay una relación de amor que se va descubriendo a lo largo de la historia. Y también hay un juego de máscaras donde no todo el mundo es lo que parece ser. Una dinámica de afecto entre los personajes.
¿Tenés planeado estrenarla oficialmente en algún cine comercial? ¿Próximos proyectos en mente?
V.G. – Sí, ese el objetivo. La verdad que es bastante difícil al ser una película independiente. Pero sí, es el deseo. Desde que volví de Estados Unidos, presenté varios proyectos al INCAA en donde uno concursa para conseguir financiación: un telefilm, una película para televisión, y nos estarían comunicando los resultados dentro de poco.
Sos cineasta, pero claramente también sos amante del cine ¿tenés algún director o película que haya sido tu mayor inspiración?
V.G. – No tanto. En realidad, traté de no tener referentes en mente. Trate de buscar en la propia historia o en mi voz. Creo que cada cineasta tiene que buscar su propia “voz cinemática” como dice David Lynch. Y bueno, que fui desarrollando a medida que iba estudiando, haciendo cortos. No tengo un referente porque considero que es mejor hacer tu propio camino y encontrar tus propias respuestas.
¿Hay algún mensaje que nos deje Guadalupe The Virgin?
V.G. – No creo tanto el mensaje pero creo en la experiencia que brinda la película. Y si, en la película hay un tema fuerte que es la compasión, que es un sentimiento humano. Guadalupe no debe considerarse como una película religiosa porque no tiene un mensaje religioso ni nada parecido. Sino que hay algo básico, humano como la empatía y el poder de sentir al otro.
La Virgen Guadalupe se exhibió en varios circuitos independientes de Estados Unidos, fue seleccionada para recibir el Palma de Bronce del Mexico International Film Festival y, además, formó parte de la competencia oficial del Festival de Cine de Bogotá. En Argentina, fue proyectada en Buenos Aires y en el interior del país, incluyendo la ciudad de Córdoba, en la que obtuvo un buen recibimiento.