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Había una vez dos niños que fueron abandonados por su padre en el bosque. Solos, asustados, perdidos, los niños intentaron encontrar el camino a casa, pero inesperadamente se toparon con una casita bastante particular: una casita hecha de dulces. Tentados por las maravillas que tenían ante sus ojos, los niños devoraron poco a poco los manjares y fueron arrastrados dentro de la casa. Allí los esperaba una bruja malvada que no tenía intenciones de liberarlos. Pero ellos, juntos, pudieron contra ella, la vencieron y la quemaron, y lograron salir del bosque “ilesos” convirtiéndose en leyendas y, lo más importante, convirtiéndose en los famosos hermanos Cazadores de Brujas.
Detalles más, detalles menos, esa es la historia de esta película que toma los elementos clásicos del cuento (los cuales podemos reconocer fácilmente), para darles un giro oscuro, violento y, por momentos, cómico. No deberían sorprendernos este tipo de propuestas, ya que en el último año fuimos testigos de la adaptación de Blancanieves por partida doble: una versión oscura, como “Blancanieves y el Cazador” y una versión cómica y un tanto ridícula, como “Espejito Espejito”. Y no nos olvidemos de la peculiar adaptación, en el 2011, de Caperucita Roja, a manos de Catherine Hardwicke.
La película, dirigida por Tommy Wirkola, comienza con un flashback, el de Hansel y Gretel de niños, donde sucede lo que ya conocemos, y luego nos lleva al presente, en el pueblo de Augsburgo, donde el alcalde ha contratado a los hermanos para que se ocupen de recuperar a los niños secuestrados por las brujas del bosque. A partir de ahí, los hermanos armados hasta la cabeza en una mezcla de Van Helsing (sin ofender al gran cazador) y Daryl Dixon (te queremos Daryl), salen a la caza de estas malvadas criaturas.
La película tiene un buen arranque, mostrando dónde y cómo comenzó todo. Y luego desarrolla, en no más de hora y veinte, la búsqueda y la lucha de estos hermanos para vencer a las brujas. Al ser una película corta todo sucede muy rápido, y la verdad es que no hay lugar para las sorpresas. De hecho, el film es obvio desde el comienzo y ahí se ven las fallas del guión. Las escenas de lucha por momentos son entretenidas, pero por otros (y acá me refiero a la coreografía más que nada) dejan bastante que desear, y la verdad es que en muchas ocasiones la gente se mataba de risa y no sé si ese era el objetivo de los realizadores.
Hubo lugar para el humor (demasiado probablemente) y eso en ocasiones se tornó contraproducente, ya que parecía que los personajes disfrutaban de todo lo que pasaba a su alrededor y no les importaba nada. Los momentos de seriedad que exigía la película se esfumaban con algún chiste innecesario que rompía con el clima (cuando lograban crear un clima relativamente tenso).
Los dos protagonistas están bien en su papel. A Jeremy Renner (Hansel) no le podemos objetar nada, su actuación es correcta, pero la verdad es que me sigo preguntando por qué aceptó hacer este papel con la cantidad de buenos proyectos que venía haciendo. Por el lado de Gemma Arterton (Gretel), creo que le faltó expresión en momentos “claves” del film. Pero más allá de eso, fue una buena heroína.
En conclusión, si van con pocas expectativas quizá salgan relativamente conformes. Si lo que buscan es entretenerse un rato, ver un poco de acción y sangre, el film cumple. Pero no es una película memorable ni mucho menos. Es una vuelta de tuerca más para un cuento más de los hermanos Grimm que es llevado al cine sin demasiado éxito.