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La llegada: Llegar a Mar del Plata siempre es placentero, y cubrir el Festival genera en mí una emoción increíble, la cuidad se convierte en un páramo cinéfilo, las largas filas para presenciar las películas en competencia, los panoramas, las retros proporcionan un paisaje encantador y un lugar ideal para los que sentimos un sentimiento de enamoramiento con el cine. La cinefilia se palpa en cada rincón de la cuidad y la red carpet se enciende todas las noches para complacer al ávido espectador que concurre religiosamente a las salas del auditorio. El simpático patito, intervención del genial Marcos Lopez, se presenta como un símbolo cuya estética de cotillón un tanto cutre le proporciona un aire kitsch al Festival.
Las señoras con sus bronceados y sus brushing de peluquería hacen fila para tener la tan preciada selfie con el lobo y el patito por supuesto. La ciudad que es tan linda en este mes desértico de turistas populares, se presenta como un plan perfecto para tomarse un descanso vacacional. En su rambla eterna convergen los jóvenes cinéfilos con el público veterano que estalla de risa con cada mínimo chiste y aplaude con fervor los spot del Festival, por cierto muy poco originales este año. Me siento en otro mundo, pero en un mundo familiar. Y de si familia hablamos, recién llegados y casi por casualidad entramos a las privadas de dos películas en donde los vínculos familiares son los motivadores en el rumbo personal de los protagonistas. La Noruega Thelma de Joachim Trier y la palestina Wajib de AnneMarie Jacir y cerramos a pura lagrima con All That Jazz de Bob Fosse remasterizada.
Salir del closet con poderes: Thelma es una joven que estudia biología en Helsinki, es lánguida, callada y descubre lejos de sus padres ultra católicos que puede tener una vida con amigos y diversión. Camina por las gélidas calles noruegas con la fantasía de robarle un beso a su nueva amiga Anya, pero ese deseo le genera culpa. El director Joachim Trier incluye a esta historia de romance juvenil, el terror paranormal y convulsivo. Thelma se siente cada día mas atraída por Anya pero en ese proceso sufre ataques al mejor estilo Emily Rose. Un secreto familiar modificara y alterara la trama. Pero lo mas interesante es el vínculo entre las dos muchachitas, esa energía del primer amor que moviliza, se siente mas atractiva que los efectos «poltergeist» de Thelma. La joven sale de closet de una forma poderosa y libertaria, y ese plano de amor con Anya que hacen que Thelma sea una de las favoritas de competencia internacional.
Comedia ácida: Wajib es una comedia en donde la realizadora palestina AnneMarie Jacir retrata a través de la vida familiar los problemas culturales y sociales del pueblo palestino. Un padre arraigado a las viejas tradiciones se confronta con un hijo cuarentón, arquitecto, que vive en Roma y viene con todos los tips de la ciudad cosmopolita. La reunión se da en torno a la boda de la hermana menor . Padre e hijo deben entregar las invitaciones a todo el circulo familiar: el reencuentro con los viejos y la gracia que deriva de ello construyen un panorama cómico, espontáneo que resalta lo mejor y lo peor de la vida en familia. Wajib es graciosa, pero también describe una situación social complicada y esto es interesante, porque el vinculo de familia nos acerca y nos hace conocer un mundo y una cultura diferente. Wajib se proyecta MIE 22 a las 11:30hs ALD 3.
El show debe comenzar: El cine del shopping Los Gallegos estaba repleto, saturado. Todos querían ver All That Jazz (1979) de Bob Fosse, una película emblemática, de culto para mucho de nosotros. La historia autobiográfica de Bob Fosse, muestra a Joe Gidon (Roy Sheider) un coreógrafo de Broadway que se encuentra abatido por el trabajo y los excesos. La musiquita hermosa de Take off wit us que acompaña toda la película pone la piel de gallina en el espectador y es quizás el mejor numero musical montado en cine: la escena en donde los bailarines interpretan el lado B de Take off… es brillante y adelanto para la época, esa orgía bailada perfecta, pone a All That Jazz como una película que provoca y transgrede. Todos los numeros musicales, en torno a la «muerte» del protagonista son de una acidez poderosa. Roy Sheider se come la película (perdón por mi falta de academicismo). El último numero Bye Bye Love, en donde Gideon se despide de sus amigos y seres queridos posicionan a All That Jazz como una película superlativa. El publico llora, aplaude y salen conmovidos. Estos son los momentos en donde uno agradece estar en el Festival y vivir esta pasión por el cine.
