Escalofríos 2 es en cierto sentido la típica secuela que nadie pidió, solo que en este caso habría que sacarle la connotación negativa ya que es una película que cumple con su público y continua con la coherencia de la anterior aventura creada por el icónico escritor R.L. Stine que nuevamente tiene un cameo casi imperceptible.
Esta segunda parte es una historia mucho más simple que la anterior, ya que sabiamente su director Ari Sandel entiende que no hay necesidad de volver a explicar las cosas dado que ya se había hecho en la anterior película dirigida por Rob Letterman. A partir de esa decisión Sandel se dedica a seguir la acción, asegurandose que la trama llegue a buen puerto sin perder el ritmo. Aunque el único pecado del que se lo puede acusar es de la falta de innovación, Sandel no se juega demasiado, pero por otro lado es noble ya que no cae en el típico error de las segundas partes llamado «que haya más y de todo».
Hay otra cuestión en estas películas – incluyo su antecesora- que las vuelven nobles: Ninguna de las dos traiciona al espíritu de la serie de televisión homónima emitida en la década del noventa. Estas eran historias de terror para niños, que no eran ni muy infantiles ni muy aterradoras. Eran perfectas introducciones para quienes querían meterse en el mundo del terror y eso se vuelve a cumplir en estos casos. Por eso la elección del mismo villano es una pieza clave, ya que es un muñeco de ventrílocuo que sólo su esencia da miedo. Que encima se juegue con la luz para explotar su faceta más siniestra es una idea interesante y también a la vez aterradora, sobre todo para los que recién se adentran al género de terror.
Esta nueva entrega de al parecer una posible trilogía está protagonizada por Jeremy Ray Taylor, conocido por interpretar a Ben en la adaptación de It de Andy Muschietti; A propósito de esto hay un chiste muy gracioso con respecto al personaje creado por Stephen King. Como co- protagonista se encuentra Madison Iseman a quien se la pudo ver en Jumanji: Welcome to the jungle, compartiendo cartel con Jack Black quien nuevamente le da cuerpo a R.L Stine. Lamentablemente el actor aparece muy pocos minutos, y su aparición no tiene nada de sorpresivo, es una pena porque en ese poco tiempo eclipse al resto de sus compañeros con su humor.
Escalofríos 2 es una propuesta que se ve con agrado. Es una película que prefiere continuar la estela de su antecesora y preparar el terreno para la siguiente aventura. Es también más aterradora que mayoría de las películas de terror que se vienen estrenando este año y eso debería llamar la atención sobre lo que está ocurriendo en el género. Valoración: Buena
