Te recomendamos:
El año pasado, una película europea, y más precisamente una directora francesa, abría el Festival de Cannes. La afortunada, que hoy abrió también el Festival de San Sebastián, fue Emmanuelle Bercot.
Como actriz, Bercot es conocida por Todo comienza hoy de Bertrand Tavernier o Mon Roi de Maïwenn (Premio Mejor Actriz en el Festival de Cannes). Sin embargo, cada año se consagra como directora tocando cuestiones sociales muy profundas de su país que pueden extrapolarse a las realidades de otros países. En el festival francés lo hizo con La Tête Haute, hoy lo hace con La Fille de Brest.
Traducido al español como La Doctora de Brest, este drama se basa en el libro de Irène Frachon, médica que en 2010 se atrevió a desafiar la industria farmacéutica de Francia al destapar el escándalo Mediator.
La reseña del ejemplar cuenta:
En el hospital donde trabaja, en Brest, una especialista en pulmón descubre una conexión directa entre una serie de muertes sospechosas y un medicamento aprobado por el Estado. La especialista lucha por su cuenta para que la verdad salga a la luz.
Este alboroto mediático se dio a partir de la comercialización de un cuestionado medicamento cuyos efectos secundarios provocaron la muerte a más de 500 personas.
La actriz danesa Sidse Babett Knudsen (protagonista de la serie Borgen) interpreta a la doctora francesa Frachon; mientras que el reconocido actor galo, Benoît Magimel, es Antoine Le Bihan, su colega en el hospital.
En cada fotograma se puede sentir la presión que tienen estos médicos y valorar la vocación en esta profesión. Ambos actores hacen una interpretación brillante representando al Centro Hospitalario Universitario de Brest, que alertó del problema en 2006 tras haber juntado testimonios desde 1999 que demostraban que el medicamento Mediator era prescrito a los diabéticos obesos, pero en el 20% de las veces era recetado a personas que sólo querían perder peso.
El medicamento tenía como principio activo el clorhidrato de benfluorex. Servier, primer laboratorio multinacional francés privado -que registró un volumen de negocio de 3960 millones de euros en 2009- era el propietario.
El caso se hizo conocido cuando la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de Productos de Salud anunció la validación de los resultados del estudio de la Caja Nacional de Seguro Médico sobre personas que tomaron este fármaco y cayeron enfermas (3500 personas) o fallecieron (500 muertos).
Por ser la primera proyección del festival, la película tuvo una audiencia en Kursaal, la sala más grande de San Sebastián; sin embargo, fue muy bien y, a la vez, muy mal recibida por los críticos españoles debido a su interesante y sensible trama pero extrema y aburrida lentitud.
Según el ranking de películas en la Sección Oficial, La Fille de Brest no tiene muchas chances de ganar la Concha de Oro, pero ya se ha ganado el aplauso de los mil periodistas acreditados a la 64 edición del Festival de San Sebastián.
Auspicia esta cobertura LTC Formación Empresaria Argentina.