Zack Snyder (y un Joss Whedon parcial) nos traen la esperada reunión de los grandes símbolos del universo de DC. Justice League – título original – trata de dar un rastro de esperanza a un universo quebrado por sus inicios. La película por fin logra reunir de manera solida a los miembros más emblemáticos de DC; Cyborg, Flash, Aquaman, Wonder Woman, Superman y Batman – aún no hay rastros de Green Latern – crean esta alianza de héroes definitiva tras la amenaza de Steppenwolf en su intento por conquistar, destruir y crear a su imagen – noticia vieja ya – el mundo.
Justice League posee un ritmo sumamente abrumador. Frenética en su desarrollo, la película no consigue anexar correctamente los puntos de su trama – los problemas de pre y post producción tienen mucho que ver en esto -. Estamos ante un film que tira toda la carne al asador de una forma desordenada y que hizo caso omiso a las numerosas advertencias que se le presentaban durante el proceso creativo. Vemos a nuestros héroes en toda su gloria, no obstante esa gloria no se siente – en gran parte – heróica. Los personajes son unidimensionales y se mantienen así durante toda la película – a excepción de Superman -, vemos acciones pero no las sentimos. El factor épico está, pero no bien plasmado en pantalla; también vemos numerosas coreografías de acción, muertes, y destrucción pero todo esto es vacío sin un objetivo claro y para subrayar: el villano de turno resulta débil en el ojo del público, éste aparece de la nada y se va de la forma que llegó sin lamentos y sin ovación, simplemente es una mancha en el espacio cuyo objetivo – gastadísimo – no genera el mínimo interés.(el gran Ciarán Hinds) – con respecto a los villanos de DC – es un manotazo de ahogado en vano.
Con respecto al grupo de héroes las caracterizaciones son correctas. Wonder Woman (Gal Gadot) se lleva la película gracias a que el personaje goza de una muy buena introducción en su película en solitario; Batman (Ben Affleck) consigue una extensión aceptable de un personaje que hasta el momento cuenta con apariciones irregulares en pantalla grande; Cyborg (Ray Fisher) es una interesante nueva adición que se refugia puramente en sus origines para resultar, a futuro, aburrido al extremo; Flash (Ezra Miller) es el comic relief de la película, el idiota novato, y su background se refugia en tener un padre preso y que su cuerpo quema grasa en cantidades exorbitantes por su don; Superman (Henry Cavill) es el corazón del equipo, y trae lo necesario, la pieza faltante que el equipo necesita para destacarse y último pero no menos importante, el aburrido y desastroso estereotipo del rockero badass y punto débil de todo este lineup de héroe: Aquaman (Jason Momoa).
En Justice League vemos por fin a estos personajes juntos en su primer gran misión en conjunto pero, ¿Se disfruta verlos por fin compartiendo pantalla? Si, claramente ¿Es la liga de la justicia que todos estábamos esperando? No fucking way. Hay que decir las cosas honestamente y esta película tiene una gran carga de factores externos que claramente perjudicaron el proyecto final, nos encontramos con un film que sufre por una cantidad de plotholes asombrosa, todo se encuentra puesto de manera apurada y desordenada; los personajes secundarios tienen cero repercusión en la historia – por ejemplo Jim Gordon fue una gran vendida de humo en el marketing – y todo queda como un «pudo haber sido mejor» en vez de «es entretenida y logra lo que quería». El alma de Justice League es una gran promesa que no llega a convencer en ningún concepto.
Con dos horas de duración, la película tiene un runtime justo. Como anteriormente referí, Justice League es frenética no obstante resulta mediocre por el extenso recorte de escenas que (seguramente veremos en un futuro) tal vez podrían ayudar a un trasfondo previo a la acción. Todo se da sin explicaciones con conjeturas improbables y libradas a la suerte; si no tenemos a un plan que se basa en actuar por actuar, tenemos a un Bruce Wayne/Batman explicando hasta el hartazgo su objetivo de «juntar a personas especiales para evitar un ataque masivo» y llegando al colmo: Aquaman al parecer está enterado de toda organización a pesar de no estar presente en la «reunión justiciera de consorcio»; esto es literal, ya que tenemos al héroe resignado a miles de kilómetros de la acción, no está enterado absolutamente de nada y por alguna magia absurda del guión de Chris Terrio y Joss Whedon, aparece de la nada, en el momento exacto, para salvar la situación. Estas pequeñas cosas hacen que Justice League fracase en su intento de arreglar errores pasados y resulta una verdadera lástima ya que el entretenimiento pasa a ser defectuoso por el hecho de meter escenas cool sin relación y explicación alguna.
Con grandes dosis de CGI la película dispersa el enfoque hacia lo que verdaderamente importa: los personajes. Una sobredosis de efectos rodean todo momento la película de Snyder, y todos ellos no convencen en lo absoluto. Un caso a destacar es la velocidad de flash: Cuando vemos a Barry Allen correr, no llegamos a convencernos de la velocidad que utiliza, sino que vemos a un Ezra Miller moviendo sus brazos y piernas de ridícula manera; Mismo es el caso de Steppenwolf, vemos al villano reírse, golpear y desatar su furia contra todo pero el efecto es tan artificial que tenemos a un gigante furioso reaccionando contra un fondo o objetivo trucho.
Justice League es un entretenimiento estático, vemos acción sin repercusión; vemos grandes personajes por fin reunidos que no logran hacer «misión cumplida» y lo peor de todo es que vemos un universo cinematográfico formado, ya en su quinto intento, ser manejado con prueba y error y a estas alturas es algo imperdonable. Un acto heróico apurado y de relleno.