Cannes Cine

Louder than Bombs, la incomunicación familiar en #Cannes2015

Por Victoria Agulla Tagle

La vida familiar podría compararse con la teoría del iceberg: la mayoría de las personas sólo son verdaderamente conscientes de una cuarta parte de lo que ocurre, esa que sólo se puede ver y oír fácilmente. Varias veces nos hemos preguntado por el pasado, planteándonos dudas sobre historias o personas que no conocimos pero que repercuten en nuestro presente. Sin embargo, pocas son las chances que tenemos de aclarar estas viejas sospechas. Tradicionales tabúes, heridas no cerradas, malos entendidos, infidelidades y engaños forman parte de estos temas de los que no se habla. Así es como la suerte del marino depende de su conocimiento sobre qué parte del iceberg se oculta bajo el agua y el destino de una familia depende de saber el por qué de los molestos sentimientos que se esconden tras los hechos cotidianos.

La distancia entre los miembros de la familia en sus relaciones suelen tener origen en la acumulación de rancios secretos y falsas actitudes que dan como resultado aislamientos, resentimientos y distanciamientos sociales. Los engaños, las ausencias y las muertes son las principales causantes de esta frialdad que azota a muchos parentescos y alinean los tres ejes principales de Louder than Bombs, la última y potente película del dinamarqués Joachim Trier, nieto del célebre director de cine noruego, Erik Løchen.

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«Lo que no se dice y lo que nunca se explica en una familia» es el argumento esencial de este profundo drama que compite en la Sección Oficial de la 68va edición del Festival de Cannes. El film es una especie de retrato intergeneracional de una familia “normal“ que vive en los suburbios de New York.

Había que encontrar un equilibrio, como en la vida real. Los hijos reflejan la educación de los padres y los padres presentan características de los hijos.

Joachim Trier.

 

El joven dramaturgo estadounidense, Jesse Eisenberg (The Social Network), la reconocida actriz francesa Isabelle Huppert  (I Heart Huckabees), el actor irlandés Gabriel Byrne (El hombre de la máscara de hierro) y el principiante Devin Druid son los protagonistas de una nueva historia sobre la incomunicación familiar, temática bastante común en el cine contemporáneo pero contada de una manera original llevando imágenes de la realidad a la hiperrealidad.

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A través de la imaginación y la conciencia de los personajes, se exponen relatos narrativos incompletos, como historias paralelas de forma alternante en la vida de esta familia sufrida por el fallecimiento del pilar femenino, Isabelle (Huppert) años atrás. Es así como la película gira alrededor de la consciente noción del dolor, la cual trae muchos problemas en la relación familiar, especialmente entre la de la figura paterna (Byrne) y el personaje adolescente (Druid).

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La desconexión más importante se da alrededor de los diferentes puntos de vista que tienen los miembros de la parentela sobre ellos mismos y sobre los otros y que el director oriundo de Copenhague lo sabe resolver muy bien.

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Con los clásicos recursos de los flashbacks y los primeros planos, pero con una compleja estructura «polifónica», Trier presenta a cada personaje que, perteneciendo a una generación determinada, pasa por un momento muy diferente de su vida.

Primero, está Gene, un padre responsable, demasiado pendiente de sus hijos que intenta comprender lo que pasó con su mujer, sin dejar de sospechar sobre algunas actitudes de ella. La interpretación de Gabriel Byrne es realmente emotiva y produce empatía y sensibilidad en la sala.

El principal foco de atención esta orientado a Conrad -interpretado con gran convicción por Devin Druid-, un adolescente muy enojado con la vida desde la muerte de su madre que se esconde bajo la tecnología y prefiere el silencio para evitar enfrentarse con la realidad.

Jesse Eisenberg, en el papel de Jonah, es el hijo mayor y novato padre que se ve sobrepasado por el hecho de descubrir acontecimientos del pasado de su madre que no se esperaba y le provocan mucha angustia.

Por último, Isabelle -en la figura de Isabelle Huppert- es una reconocida fotógrafa de guerra que viaja permanentemente a cubrir el conflicto en Medio Oriente para los principales diarios de Estados Unidos, donde sufre varios incidentes pero -aparentemente- padece el peor accidente que le provocará la muerte en un choque de auto, hecho que no ha sido asumido por todos los familiares y que se presenta a lo largo de las 2 horas de película.

Con un profundo –y más pesado que cualquier bomba en una guerra mundial– drama familiar, Trier mezcla la realidad con los sueños, el pasado con el presente, la impotencia con la empatía, buscando cumplir su principal objetivo -el cual debería ser el de todos los directores- conseguir la cercanía del público.

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Victoria Agulla Tagle

De sangre creativa e inquieta. Con una sensibilidad especial para la fotografía, descubre al mirar y narra al capturar. Lectora social con gran futuro periodístico.