Cine Mar del Plata

[MDQFEST 2019] Y vamos llegando al final: Crítica de «Bajo mi piel morena», «Planta permanente» y Robert Stahl..

Por John Lake

José Campusano viene abordando problemáticas controvertidas en sus últimas realizaciones. El incesto, la violación, la pedofilia han sido temas espinosos que supo tratar de manera cruda sin tapujos.  Bajo mi piel morena, presentada fuera de competencia, se introduce en el mundo trans y travesti en un barrio humilde del conurbano. Una película coral con varias subtramas. Morena vive con su madre, trabaja en una fábrica y mantiene un romance con un hombre casado sin conocer su estado civil. La controversia se le presenta con el uso del baño en su trabajo, en el de los hombres debe esperar para ducharse, mientras que las mujeres le niegan el suyo. Claudia, es una docente que debe enfrentar la reticencia de la directora para contratarla, el violento rechazo de una de las madres de los alumnos y las miradas de desaprobación de sus colegas. Myran, prima de Morena, ejerce la prostitución con empresarios y con un grupo de policías, sin ningún tipo de pudor.

Todas están necesitadas de afecto.  Generalmente se vinculan con hombres de tendencia homosexual, pero que mantienen su aspecto masculino y en ocasiones su entorno heterosexual. A estas tres historias se le suma una cuarta de una pareja hétero, en la cual una amiga de Morena mantiene una relación con un hombre casado con hijos. Todas tienen encontronazos con un mundo lleno de prejuicios, la integración en la sociedad es una cuesta difícil de remontar, imponer sus derechos como personas no es tarea fácil. De tanto en tanto surge una luz de esperanza, voces de apoyo y respeto que dejan la discriminación de lado. Los actores se desempeñan con corrección, lo cual permite seguir la trama atentamente y no distraerse. Buena exploración de un conflicto poco tratado.

La segunda película argentina que se exhibió en la Competencia Internacional fue Planta permanente de Ezequiel Radusky, una mirada crítica  a las dependencias estatales y a las irregularidades que allí suceden. Lila y Marcela trabajan como empleadas de limpieza en un organismo público, en el cual gestionan un comedor fuera de las normas legales para ganarse un dinero extra. La llegada de una nueva directora a la institución trastocará los planes de las amigas, afectará su vínculo y comprometerá sus finanzas. Una tragicomedia que muestra el cinismo de las autoridades que transforman promesas en despidos, anuncios rimbombantes en desilusión.

Por otro lado, Radusky se detiene en retratar los arreglos informales de los empleados con muchos años de servicio a espaldas de sus jefes. Una película de opuestos: autoridades vs. trabajadores, clase media vs clase baja, empleados de planta permanente vs. contratos temporarios. El mundo del empleado público con sus vicios, mañas y sacrificios pocas veces llevado al cine con una mirada tierna y a la vez  triste.

John Stahl sorprende con una comedia en Our Wife (1941), basada en una pieza teatral de Broadway que fracasó, pese a tener en el elenco a Humphrey Bogart. Una trama simple en la que se nota el origen teatral, las acciones pasan de un ámbito cerrado a otro, en un típico film de estudios. La sencilla historia gira en torno al romance de un trompetista y una química que se conocen en un crucero. La aparición de la esposa del músico y sus ardides para retener a su marido y evitar el divorcio que tiene fecha definitiva, condimentan un poco las acciones. Una comedia frívola que produce sonrisas más que carcajadas, con una pareja conformada por Melvyn Douglas y Ruth Hussey que derrochan encanto y simpatía.

Seed (Semilla) del año 1931, fue la segunda película sonora de John Stahl, la segunda aparición en el cine de Bette Davis y filmada sin los rígidos requisitos de Código Hays. Stahl  se caracterizó por ser un director de mujeres en roles con características muy avanzadas para la época: fuertes e independientes. Seed confronta a dos mujeres que luchan por el amor de un hombre (John Boles), ambas con mucha determinación.

La esposa que le dio cinco hijos a cargo de Lois Wilson y la amante (Genevieve Tobin). Si bien el marido opta por la amante ninguna sale victoriosa. El hombre no sale bien parado. Al tener que elegir entre la familia y la labor creativa (escritor), prefiere esta última haciendo abandono del hogar. El final atenúa esta crítica, pero igualmente su accionar deja un sabor agrio y  la sensación de rechazo. Otro gran aporte de un excelente autor que encaró temáticas complejas con un estilo seco y sin florituras.

Me resta la función de trasnoche, la española Ventajas de viajar en tren dentro del ciclo de Horror. El comentario quedará para otra vez. La seguimos mañana.

John Lake

Adolfo Giraldo alias "John Lake" es fanático del cine desde chico, asistió a cursos de cine con Gisela Manusovich y completó la carrera de crítico de cine en la Escuela de la revista El Amante. Sus críticas aparecieron en diversos sitios como cinemascine.net, todaslascriticas.com y en la revista virtual Pez Dorado.