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Un peluquero que quiere ser un rockstar, quien se autodefine como un artista plástico del cabello humano, y sus pensamientos sobre la existencia humana, conforman esta opera prima ganadora del premio del público en la última edición del BAFICI.
Esta es mi entrevista a Julián Montero Ciancio, un realizador rockstar que está dando sus primeros pasos al éxito después de la presentación de su documental en el Festival de Cine Independiente de la Ciudad de Buenos Aires.
Años anteriores, Julián recorría las salas con las manos colmadas de entradas para las funciones del BAFICI. Pero hoy, su estreno tuvo localidades agotadas. Julián logró el reconocimiento de colegas, críticos y el Premio del Público a la Mejor Película Nacional de la edición número 16 de este festival icónico de la escena porteña.
¿Cómo nace la idea del documental?
“Mientras estoy cantando” es un documental sobre Juan María Pampin, un peluquero que busca ser estrella de rock; un personaje muy excéntrico y entretenido, pero a la vez muy profundo y sabio. Juan María es mi peluquero, desde los 15 años que me corto el pelo con él. Lo que tiene Cromo (su peluquería) de curioso es que tiene persianas americanas. Debe ser una de las pocas en las que no se puede ver para adentro. Por lo general suelen ostentar sus peinados, sus cortes, sus clientes, pero Juan María prefiere observar y no ser observado. Eso, sumado al entusiasmo por arrancar mi primera dirección, me llevó a querer sacar la peluquería y mostrarla al mundo.
El hecho de que seas músico, ¿Influyó en la decisión de realizar esta idea?
Mi interés por la música obviamente afecta a la historia. Por un lado, mi relación con Pampín es muy cercana por nuestros gustos musicales, solemos tener charlas muy largas sobre música, o simplemente nos quedamos tocando la guitarra hasta tarde en la peluquería. Y por otro lado, la temática me llama la atención como espectador, porque la película -como todo lo que produzco- lo hago para el espectador, para el entretenimiento y en este caso diversión de quien lo mire. Entonces, me fue sencillo ponerme como espectador de una película sobre un músico.
Lo que estás viviendo es muy fuerte, soñado ¿Dónde estabas y qué fue lo primero que hiciste cuanto te enteraste que ibas a estrenar tu opera prima en el BAFICI?
La noticia me llegó por mail, dos días después de mi cumpleaños. La invitación al festival está datada el 7 de febrero y el mail fue enviado el 10 de febrero. Yo cumplo el 8, así que fue el último regalo antes de cumplir años, entregado dos días después de haberlos cumplido. Inesperado y hermoso. Lo primero que hice fue avisar a mi familia, pero como exigen confidencialidad hasta que se anuncie la programación en conferencia de prensa (un mes después), tuve que guardarme la noticia por mucho tiempo, y fue muy lindo ver crecer en mí esa ilusión y realidad de estar participando del festival, del que desde hace varios años soy espectador y fanático.
Y la experiencia del estreno, ¿Cómo recibió el público tu creación?
“Mientras estoy cantando” se estrenó el miércoles 9 en el Village Recoleta, a sala llena. Fue un debut inolvidable, agotar un cine comercial con una película de tan bajo presupuesto fue otro saborizante para esta experiencia. Por otro lado, fue recibida con muchísimas risas, aplausos, incluso hubo dos ovaciones en medio de la película. Una vez finalizada, se acercó muchísima gente a saludar y a contarme que habían pasado un lindo momento. Y después las redes sociales comentando y recomendando la película también fue otro regalo.
¿Cómo sigue el camino de “Mientras estoy cantando”?
La idea es meterla en la mayor cantidad de festivales posibles. Tengo ganas de hacer el circuito del cine independiente, y por el momento no me planteo un estreno comercial.
¿Tenés en mente algún proyecto o en este momento solo te vas a sentar a disfrutar de este gran momento?.
Estoy trabajando, junto a mi socio y colega Fernando Vigo, en una co-dirección de un nuevo documental. Esta vez será un largo, también la temática va a ser la música, pero es muy joven aún. Será para dentro de un par de años. Por otro lado estoy escribiendo ficción, supongo que ese será el próximo paso, pero tampoco tengo la cabeza tan despejada como para plantearme un rodaje dentro de un período corto de tiempo.