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*Por Milly Bianchiman Sur
El 2010 se podría decir que fue el año para Milena ‘Mila’ Kunis gracias a su papel en El cisne negro, como Lily, que le dio más respeto y reconocimiento entre el círculo de actores. Esta actriz ucraniana, nacida en 1983, junto a Ashton Kutcher, se hicieron famosos por sus papeles en That 70’s show, ella interpretando con solo 15 años a la manipuladora Jackie Burkhart que nos enamoró a todos allá por 1998. Al mismo tiempo, Mila se dedicaba a ponerle la voz a Meg Griffin para la serie Padre de familia que todavía sigue al aire. Con unos años más de experiencia, la actriz se permitió participar en varios videos musicales como Jaded de Aerosmith, The Itch de Vitamin C, ambos en el 2001, y en el 2003 en The end has no end para frdf. Luego de mayo del 2006, cuando la serie que la vio crecer, emitía su último capítulo, Kunis se encontraba con más tiempo para cubrir las tapas de revistas y fue nombrada una de las caras más lindas de la TV.
Para serles sinceros, Mila recién ahora se está poniendo un poquito más ducha a la hora de elegir sus trabajos. Pero supongo que poco importa porque a ella todo le perdonamos. Su belleza y su simpatía nos apañan a la hora de tener que ver algún desliz de esta hermosísima actriz.
Lo más:
En los comienzos de su carrera con That 70’s show, la actriz nos supo comprar con sus líneas huecas y superficiales, pero que muchas resultaban racionales y tenían su punto de observación. Mila era la irritante y popular de la secundaria, que era algo ingeniosa sin querer queriendo y que poseía amigos gracias a su atractivo novio Kelso (Kutcher).
Después de papeles flojitos, a Mila la vimos resurgir como una renovada actriz de comedia en Forgetting Sarah Marshall, donde era la novia consuelo de Jason Segel, quien todavía no podía olvidar a su ex, Kristen Bell, que estaba saliendo con el inglés Russell Brand. La actriz se transformaba en la dulce chica que todo los hombres quisieran tener a su lado luego de un golpe bajo al corazón, amada por las suegras, amigas y amigos del novio, romántica y divertida a la vez. El sueño de todo pibe; ella era todo en uno.
En Date night, se la pudo ver como novia del hippie James Franco, y compartir pantalla con Tina Fey y Steve Carell. Jamás se la vio tan desastrosa a Mila, pero eso no evitó que nos agradara y nos divirtiéramos con ella y de ella.
El mejor momento de la ucraniana llegó con El cisne negro, que le permitió aportar cierto desquicio a su papel de Lily con ayuda de esos absorbentes ojos verdes, y causó una gran impresión en aquellos que decían que Mila solo era una cara bonita en Hollywood. Este papel es considerado el mejor de su carrera hasta ahora, y ha logrado cosechar nominaciones en los Golden Globes y los SAG Awards como mejor actriz secundaria. Los Oscars la dejaron esperando por su nominación en la misma categoría, pero la mirada que irradia autoconfianza en Mila, nos asegura que dejará pagando a aquellos que no creían en sus dotes actorales, pues cabe recordar que Mila ya tiene varios roles en su bolsillo que fueron pensados para ella.
Lo menos:
Como ya mencionamos, la filmografía de Kunis no la hace una experta a la hora de elegir qué va a interpretar. Con un montón de películas mediocres y de mala muerte sobre la espalda, una de las peores y en boca de todos, fue Max Payne, película protagonizada por Mark Walbergh en un intento de policía duro, cuyo pasado doloroso lo hacía más blando que fideo hervido. Kunis interpretaba a la hermana vengadora de la difunta Olga Kurylenki. La película pecaba por aburrida y carecía de suspenso, incluso cuando Kunis se esforzaba para hacerse la matona y darle una buena movida a la película que en los primeros 15 minutos, el espectador ya la consideraba un fracaso por donde se la viera.
Da la impresión que Kunis se encontraba en un momento sumido en adrenalina cuando volvió a elegir un papel muy parecido a Mona Sax de Max Payne. Estando al lado de Denzel Washington y Gary Oldman en El Libro de los Secretos (The Book of Eli), Mila volvía a cometer el error de querer convertirse en una ‘actriz de acción’ sin hacer mucho esfuerzo al catalogarla. El mayor error en ambos films era interpretar un papel que resultaba la base de apoyo de los protagonistas, cuyas fusiones resultan llenas de asperezas y difíciles tanto de digerir como de ver. El libro de los secretos se vale por la reunión de los tres actores que posee en un género poco visto en sus filmografías, a excepción de Kunis. Por ende, los papeles de mujeres de armas tomar, no congeniaran con Mila hasta que ella misma sepa elegir y se crea lo que interpreta.