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Podrás estar cansado de Tom Cruise y la franquicia de Misión Imposible, pero si te gustan las películas de acción, no podes perderte la oportunidad de ver Ghost Protocol. Superando por un gran margen a Fast Five como LA película de acción del año, Tom Cruise no pudo haber elegido a un mejor director que Brad Bird (Ratatuoille, Los Increíbles) para esta cuarta película de Misión: Imposible.
Este director se dispuso a hacer realidad esas escenas de acción que uno solo hubiese imaginado o visto en una película de animación, y como haciendo burla al título de la película, nada parece ser imposible junto a una estrella tan grande como Tom Cruise, quien demanda que le quiten el titulo de sobrevalorado, porque honestamente no sé lo merece.
No les va aparecer real el esfuerzo de Cruise y la complejidad de las escenas de las que les hablo hasta no estar frente a la pantalla grande y ver la acción situada en el edificio Burj Khalifa (Dubái), el más alto del mundo, con Tom y un guante. Brad Bird acorta la brecha entre lo que se puede filmar en una película con actores de carne y huesos, y en una película animada. No hay mejor actor que Tom Cruise para hacer realidad cada escena imaginada por Bird, y es que todo parece apuntar que su experiencia de este director con lo animado ha ampliado su concepción de lo que es posible filmar en una película en vivo.
Pero en Misión: Imposible – Ghost Protocol no son todos los laureles para Bird y Cruise. La excelencia del guion, la edición y la musicalización se complementan mejor… imposible. Ya sea una escena drástica, de suspenso, o cómica, todas ellas tienen una perfecta coherencia que hace a la excelencia del guion. Esta película no tiene una o dos escenas de acción, si no hasta cinco de las mejores secuencias espectacularmente coreografiadas y editadas, que se han visto en los últimos 10 años del cine, donde el error humano y lo imperfecto las hacen perfectas.
El épico tema principal compuesto por el argentino Lalo Schifrin es el latido de esta película como todas, pero que junto a las mágicas composiciones (otra vez) de Michael Giacchino (Lost, M:I 3, Ratatouille, Los Increíbles) te transportan directamente a las escenas, dejándote al borde del asiento, cuando te das cuenta que no sos vos el que tiene que saltar.
¿Pero qué seria la misión imposible de Ethan Hunt sin su equipo de apoyo? En esta película, nada. La participación que el resto de los actores reciben es mucho mayor a las tres películas anteriores, compartiendo parte de la trama principal con Tom Cruise. A excepción de Simon Pegg, quien destaca su presencia guardándose en el bolsillo todas las líneas cómicas, Jeremy Renner y Paula Patton poseen un pasado que los conecta directamente con Ethan Hunt o la misión, permitiendo conocer más la personalidad de cada uno de ellos.
Renner dice: «That’s it. Next time I get to seduce the rich guy.», y solo pensas que la próxima vez, queres ver al verdadero Renner en acción, porque en Ghost Protocol el actor pierde la oportunidad de lucirse como estrella de acción, quizás para no opacar a Cruise; pero Patton también termina siendo tan kick-ass como la estrella principal de la película, y nosotros acabamos por descubrir una nueva femme fatale del cine en Paula, que le roba el corazón a todos.
Esta vez, la verdadera misión es la de renovar una franquicia rancia, y en la fuerza del guion y cada escena de acción, yace el espíritu del éxito de Misión: Imposible – Ghost Protocol, donde la dupla de Tom Cruise y Brad Bird te convence de que juntos, todo lo pueden hacer posible.
