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Miss Peregrine’s Home for Peculiar Children es el nuevo film de Tim Burton, basado en la novela homónima escrita por el norteamericano Ransom Riggs y publicada en el año 2011.
Ambientada en Florida y Gales, la película cuenta la historia de Jake Portman, un adolescente que, tras una tragedia familiar, se embarca en una aventura tan fantástica como peligrosa.
Jake (Asa Butterfield) es un joven solitario, algo tímido, que trabaja en un comercio y vive con sus padres. Su día comienza tan ordinario como cualquier otro, pero todo se ve alterado cuando esa misma noche encuentra a su abuelo Abe al borde de la muerte en el medio del bosque, en circunstancias bastante sospechosas. Segundos antes de morir, el abuelo logra darle una serie de instrucciones a seguir, todas confusas y aparentemente sin sentido, vinculadas con unas historias que el hombre solía contarle a Jake cuando era tan sólo un niño.
Estas historias giraban en torno a un orfanato en el que Abe vivió cuando era chico, y en el cual convivió con una serie de niños un tanto especiales (cada uno tenía un don o poder particular). Jake creció con estas historias pero a medida que se hizo mayor, empezó a dudar de ellas (en parte gracias a su padre) al punto de pensar que sólo eran cuentos inventados por su abuelo.
Sin embargo, tras su muerte, la curiosidad por esas palabras finales y el recuerdo de los cuentos impulsan a Jake a viajar a Gales, donde se encuentra dicho orfanato, en un intento por cerrar la historia de su abuelo y averiguar si entre tanto delirio hay algo de realidad.
Es allí donde comienza realmente este film de fantasía y aventuras, cuando el protagonista descubre este mundo fascinante pero también difícil de creer. Burton nos mete de lleno en la historia de este orfanato y nos presenta poco a poco a cada uno de sus integrantes con sus respectivos poderes.
Así es que conocemos a Miss Peregrine (Eva Green) la encargada de dicha residencia que tiene la habilidad de manipular el tiempo (algo que con el correr de los minutos entenderemos por qué es tan importante); a Emma, una joven que puede volar y que se convertirá en el interés amoroso de Jake; a Bronwyn, una niña con una fuerza fuera de lo común; y a los demás niños, todos con cualidades extrañas pero útiles en situaciones de vida o muerte.
El film tiene una primera parte sumamente entretenida. Uno va descubriendo este mundo a la par del protagonista y se deja deslumbrar por cada niño que habita la residencia y deleita a Jake con una muestra de sus poderes.
La banda sonora ayuda a crear el misterio que rodea al orfanato, los personajes son bizarros pero adorables al mismo tiempo, y la trama se vuelve cada vez más compleja e interesante. Aquí el film explota todas sus virtudes y la estética de Burton se reconoce de inmediato: a los ya mencionados personajes extravagantes se le suman la atmósfera gótica que predomina a lo largo de la película; el uso de diversas paletas de colores para distinguir mundos o lugares (paleta pastel para Florida, paleta oscura para Gales); los vestuarios acordes a las diversas épocas en que transcurre la historia y a las características de cada personaje (algunos son maravillosos), y todo aquello que hace de la dirección de arte uno de los puntos más fuertes de este largometraje.
Pero, cuando aparecen los villanos y los niños del orfanato se encuentran en problemas, la película pierde un poco del encanto que había generado y a nivel narrativo, se vuelve más confusa en su intento por explicar cómo funciona este mundo paralelo. La historia toma un rumbo predecible, decae un poco con respecto a su primera mitad y hacia el final, el interés ya no es el mismo y el espectador no se sorprende tanto por los hechos que acontecen.
Al crecido Asa Butterfield (¿se acuerdan del niño de Hugo?), y a la siempre correcta Eva Green, los acompañan actores de la talla de Terence Stamp (el abuelo Abe), Judi Dench (desaprovechada, su participación es mínima), Samuel L Jackson (irritante, como en sus últimos films) y Allison Janney; aunque los más destacables terminan siendo los niños, en su mayoría actores desconocidos.
Aunque no logra mantener el mismo nivel de intensidad e interés en sus más de dos horas de duración, Miss Peregrine’s Home for Peculiar Children es un muy buen regreso del Tim Burton que todos aman y que tantos fans ha cosechado a lo largo de su carrera.
