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Fotos de Universal Pictures
Qué miedo cuando anuncian la secuela de una película que te gustó mucho, ¿no? Es inevitable pensar en todas las cosas que pueden salir mal y en cómo se puede arruinar algo bueno en cuestión de horas. Por algo está la frase “las segundas partes no son buenas”. Algo de razón en ella hay, aunque no significa que en todos los casos sea así.
La primera Pitch Perfect tuvo un éxito inesperado, resultó ser un producto muy entretenido, divertido, con grandes momentos musicales y un tópico no muy recurrente: los grupos de canto a cappella. Nos introdujo en un mundo poco conocido y fue toda una sorpresa.
Con un presupuesto mayor, Pitch Perfect 2 eleva la apuesta y toma riesgos. Los números musicales son más espectaculares, la puesta en escena pretende ser más «jugada», y además se suman grandes talentos en este arte del canto a cappella, dando como conclusión una secuela que no decepciona ni se aleja demasiado del gran nivel de su antecesora.
Pero… ¿Es mejor que la primera? Personalmente opino que no, pero eso lo decidirá cada uno cuando la vea.
Esta nueva entrega encuentra a las Barden Bellas consagradas: con tres títulos nacionales en su haber, no hay nadie que pueda superarlas. Pero un imprevisto en medio de una performance cambia todo, las Bellas son expulsadas de las competencias universitarias y la única oportunidad de redimirse es en el campeonato mundial, donde se las verán con un nuevo “enemigo”: si en el primer film sus contrincantes eran los Treblemakers, en esta segunda parte los problemas vienen desde el viejo continente. Das Sound Machine, un grupo alemán conformado por dos grandes líderes ferozmente competitivos, se convierten en el obstáculo que las chicas deben vencer para volver a ser lo que eran.
Con ese humor políticamente incorrecto que tantos nos gusta, Pitch Perfect 2 explota aquello que funcionó (y muy bien) en la anterior, aunque no siempre con buenos resultados: hay algunas escenas de relleno, incluso intrascendentes, que sólo buscan justificar la aparición de determinados personajes pero que no aportan nada interesante a la historia.
La trama no se concentra todo el tiempo en la competencia, y así es que surgen otras cuestiones vinculadas con la graduación, con el futuro de cada una más allá del grupo, la realidad que deberán afrontar lejos de los escenarios, las nuevas responsabilidades, los trabajos y las relaciones.
Anna Kendrick vuelve a ponerse en el papel de Beca y la acompañan Rebel Wilson, Brittany Snow y Hailee Steinfeld, la nueva incorporación. Elizabeth Banks no sólo retoma el papel de Gail junto a su compañero de relatos John Michael Higgins, sino que también se coloca detrás de la cámara para dirigir esta nueva entrega de las Barden Bellas.
Hace poco, y a raíz del tremendo éxito de taquilla, se anunció la ¿temida? tercera parte. Si con la segunda hubo dudas, no hace falta explicar lo que genera este nuevo anuncio. La secuela cumple y espanta los fantasmas. Mejor disfrutarla y no pensar en el futuro.
