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¿Por qué amamos a House?

Por Milly Sur Bianchiman

Una vez, un guionista de televisión canadiense llamado David Shore, se encontró internado en un hospital, y al ser dado de alta se pregunto si al retirarse sus doctores se burlarían de su ignorancia. De esta pequeña observación surgió la idea de crear un personaje, un doctor que se burlara de sus pacientes mientras pertenecían internados. El personaje se transformo en un proyecto, una serie, con una fusión entre Médicos Detectives y CSI, donde los médicos son los policías detectives, la enfermedad es el crimen, los síntomas son las pistas y evidencias necesarias para hallar un culpable, el causante de la enfermedad. Pero no se podía tratar de cualquier enfermedad; debía ser aquella a la que nadie pudiera encontrarle una explicación, debía ser aquella cuyos síntomas no tuvieran sentido en su conjunto, aquella cuyos síntomas derivarían a cualquier cosa menos a lo obvio. ¿Pero quién sería aquel quien pudiera descifrar estos acertijos, cuando nadie más podía? Alguien extremadamente inteligente de seguro, aunque esto no es suficiente. Se necesitaría a alguien que se crea sumamente inteligente, que se demuestre inteligente, y que deje en claro que no hay nadie más inteligente que él, acompañado de la arrogancia, la prepotencia y la insolencia. ¿El nombre del personaje? House, Doctor Gregory House.

El inglés Hugh Laurie le da vida a este sarcástico medico-detective, que no usa bata y prefiere saborear un chupetín con su bastón a cuesta por los pasillos, antes que ensuciarse las manos en el quirófano. Shore hizo todo su esfuerzo para hacer de éste un personaje sumamente interesante y estrambótico, que pudiera diagnosticar teniendo en cuenta detalles más allá de las dolencias, como las mentiras, las verdades y la personalidad de sus pacientes.

Si Gregory tuviese que ser un detective, sería una copia fiel de Sherlock Holmes. Shore ha declarado reiteradas veces ser fanático de Doyle y su creación mas famosa, Holmes. El parecido entre su doctor y su detective favoritos son evidentes:

  • Ambos poseen una intuición extraordinaria que los lleva a observar infimidades que otros no tendrían en cuenta. House es capaz de analizar a las personas en segundos y hacer conjeturas casi siempre certeras.
  • Ambos son adictos. Holmes al opio y la morfina, House al vicodin.
  • Ambos tienen a un mejor y único amigo, aunque la amistad no sea equitativa. House tiene al doctor Wilson y Holmes al doctor Watson. Estos fieles amigos son el pilar de conciencia y moralidad para ambos protagonistas.
  • Ambos son aficionados por la música y se sumergen en ella en sus momentos de inspiración. Holmes es un violinista mientras que House sabe tocar el piano y la guitarra.
  • Los dos son despreciados por aquellos que tuvieron la desgracia de conocerlos.

Excepto nosotros, obvio. Amamos a House sin importar que nosotros no le importemos a él.

Pero ¿por qué encariñarse tanto con un doctor misántropo que se niega a conocer a sus propios pacientes?, un hombre que se aprovecha de su propia invalidez para abusar de las personas; alguien que no tiene lastima de nadie, ni siquiera de él mismo. Alguien que se cree superior al resto, y no trata a nadie como superior, ni siquiera a su propia jefa, la doctora Cuddy. ¿Por qué querer a una persona cuyo lema de vida es “Todo el mundo miente”?


La verdad es que los humanos podemos ser muy retorcidos, incluso más que House. En el fondo de nuestros corazones nos mentimos diciéndonos que amamos a los tipos buenos y que anhelamos descubrir buenos sentimientos detrás de la máscara del malo. Esto puede ser cierto, solo en parte. Amamos a Gregory House porque él representa todo lo que quisiéramos ser, hacer o decir. Es la representación pura de lo que nuestros padres nos dijeron que no hiciéramos. Lo prohibido, y lo que no se tiene, es lo mas apetecible. Él es prepotente, a veces se cree ser similar a Dios, y cree tener siempre la razón, pero lo más jodido es que (casi) siempre la tiene. Lo más atractivo de House es su arrogancia. Es la clase de persona que dice lo que piensa de el resto; si él ve una mujer linda, no duda en decírselo, aunque a veces no sea de la forma más educada, pero si la ve subida de peso, le dice: “señora, usted necesita adelgazar”. ¿Quién es mejor? ¿El que ignora la realidad o el que dice la verdad? Una cosa es bien clara: House tiene una personalidad muy bien definida, y le importa un bledo la opinión de los demás. Él no escucha otra opinión que no sea la suya y no se da por vencido hasta conseguir lo que él quiere. Él no busca ser adulado, ni los aplausos, ni ser amado (no importa, porque se ama a sí mismo). Él solo busca por sobre todas las cosas: “Siempre tener la razón”.

Por todo esto, nosotros amamos a House.

Frases del Dr. House

–          ¿Es negro porque está muy sucio o por qué es de origen africano?

–          Los padres están enfadados porque el chico se está muriendo, es comprensible. Pero si no se muere, se les pasará el enfado.

–          Si hablas con Dios eres religioso. Si Dios habla contigo, eres psicótico.

–          Si deja que el niño muera a los 15 años no tendrá que comprarle un coche nuevo a los 16.

–          Me preocupo porque estoy vivo. Muerto no me preocuparía.

–          Feliz Navidad. Y próspero andate a la mierda.

–          House habla con una mujer enana: Su marido ¿era fetichista o se enamoró de las largas piernas de su alma?.

–          Un paciente empieza a ver todo azul: “Ver azul es un efecto secundario de la viagra, según el prospecto. Me da por leerlos, como soy médico…”

–          Cuddy amenaza a House con que si no hace consultas, va a la cárcel: “Y luego será: acaba el papeleo o vas a la cárcel, trabaja o vas a la cárcel… Chica, prefiero ir a la cárcel”.

–          House explica cómo va su vida desde que decidió usar una silla de ruedas: “Cuesta más asomarse al escote de Cuddy, aunque la perspectiva de su culo ha mejorado mucho”.

–          House está en el aeropuerto y una niña que está en brazos de su madre no para de llorar: “Dele 20 gramos de antiestamínico, puede salvarle la vida porque si no se calla, la mato”.

–          House hablando con los padres del paciente: “Esto no es una tienda: ni reclamaciones ni devoluciones… ¿Alguna pregunta más mientras su hijo se apaga?”

–          Wilson le dice a House que ha dejado a otro paciente satisfecho y House responde: ” Uno más y me llevo un juego de cuchillos”.

–         «¿A quién voy a creer: a la bola 8 o a una mujer que si confiara en sus ideas no llevaría ese escotazo?»

Milly Sur Bianchiman

Cinéfila. Cómic fan. Amante y defensora del hábito de leer y los animales. Detallista a ultranza. Apasionada de los recovecos del séptimo arte.