Si alguien me hubiera dicho años atrás que iba a ver a Robert Pattinson en una película de David Cronenberg, no le hubiera creído. No porque me parezca un mal actor (me pongo la camiseta), sino porque sentía que no estaba listo para semejante desafío. Bueno, evidentemente, estaba equivocada.
El aclamado director David Cronenberg vuelve al ruedo con Cosmopolis, la adaptación de la novela homónima escrita por Don DeLillo. Pero esta vez no lo veremos haciendo dupla con Viggo Mortensen, como estamos acostumbrados desde hace varios años. Llega el turno de Robert Pattinson de ocupar el papel protagónico bajo la dirección del canadiense.
Sí, Robert Pattinson, más conocido como “el vampiro de Crepúsculo”, o, “el de Harry Potter, ese que se moría, ese” se pone bajo las órdenes de Cronenberg en un film que dará que hablar. El inglés, amado por las chicas y odiado por los chicos (y algunas chicas también, por qué no) toma las riendas en este proyecto que, en principio, y desde su trama, puede que no llame mucho la atención, pero sabiendo quién está detrás de cámara, difícilmente sea carente de contenido.
Cabe mencionar que Pattinson no es la única figura en este film, ya que el elenco lo completan actores de la talla de Paul Giamatti (Entre Copas – El Ilusionista) Juliette Binoche (Bleu – El vuelo del globo rojo), Sarah Gadon (Un Método Peligroso), Kevin Durand (Gigantes de Acero), Samantha Morton (John Carter) y Jay Baruchel (El Aprendiz de Brujo – Ligeramente Embarazada).
Cosmopolis cuenta la historia de Eric Packer (Pattinson), un multimillonario de 28 años genio de las finanzas, que decide atravesar Manhattan en su limusina (elemento fundamental) para obtener un corte de pelo en la peluquería de su padre. (Sí, puedo ver sus caras de WTF, me pasó lo mismo, pero sean pacientes).
En ese camino, que se relata en exactamente 24 horas, Packer deberá enfrentarse a algunos obstáculos: la subida del yen, contra la cual deberá apostar su fortuna; y llegar sano y salvo a su objetivo, teniendo en cuenta que durante esta travesía, Packer quedará atrapado en varios embotellamientos producidos por diversos acontecimientos, entre los que se encuentran la llegada del Presidente a la ciudad, el funeral de un ídolo rapero, el rodaje de una película y una violenta manifestación política. Básicamente, en 24 horas, la fortuna de Packer pende de un hilo, debido a la odisea a través de Manhattan.
Mientras se espera el estreno, han salidos las primeras imágenes en un nuevo teaser tráiler, lo cual no hace más que incrementar la ansiedad y expectativas de los fans.
La película todavía no tiene fecha oficial de estreno en USA, pero sí en algunos países como Francia y Portugal. Sin embargo, se sabe que tiene muchas posibilidades de hacer su primera aparición en el Festival de Cannes. De hecho, tendría que suceder una catástrofe para que no se presente.
Podemos vislumbrar de antemano, dos características primordiales en un film de Cronenberg: sexo y violencia, mucha violencia. Quienes hayan visto otros trabajos del director, desde Crash (detestable a mi entender), pasando por Una Historia Violenta, Promesas del Este (¿el mejor trabajo de Cronenberg?) o la más reciente, Un Método Peligroso, sabrán de lo que les estoy hablando.
El director no se guarda nada, pone todo sobre la mesa, y si hay quienes están dispuestos a tomar el riesgo, bienvenido sea. Si de promoción hablamos, tenemos que decir que David Cronenberg se ha encargado durante meses de señalar lo importante que es esta película para él, pero sobre todo para Pattinson, a quien no ha parado de tirarle flores:
“Es un terrible actor (en el buen sentido). Los fans no van a estar decepcionados. Él es fantástico”. A su vez, se despacha contra aquellos que, luego de Crepúsculo, no están muy seguros de lo que Pattinson es capaz de hacer. “Es un actor muy serio. Él quiere ser grande y se toma las molestias para tratar de serlo. Lo que hace en Cosmopolis va a acallar las preguntas que los escépticos de Crepúsculo se han estado haciendo”. Y culmina “si sos fan de Robert, tenés que estar interesado en Cosmopolis, porque lo vas a ver como nunca lo has visto antes”.
Sabemos que actores y directores se caracterizan por elogiar a sus pares al extremo de hacernos creer que estamos ante la última joya cinematográfica y que las actuaciones son todas dignas de un Oscar. Un poco (bastante) de marketing, quizá devolución de gentilezas, y cumplidos en exceso. Aunque debo admitir que las palabras de Cronenberg son alentadoras, como todo, tengo que comprobarlo por mí misma. Por ende, habrá que esperar al estreno para ver si realmente, con esta película, Robert puede consolidarse como un gran actor, y despegarse, poco a poco de la imagen de Edward Cullen.