Cine

Southpaw, redención a los golpes

Por Josefina Chalde

Cada vez que se estrena una película de boxeo, uno siente que ya sabe lo que va a ver. Y es que la fórmula se repite tanto pero tanto, que da la impresión de que no hay nada original por contar. Después de Rocky y Raging Bull, madres de todas las películas de este deporte, parece que nada puede realmente sorprender a la audiencia.

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Billy Hope es un boxeador que lo tiene todo. Criado de chico en un orfanato, el hombre supo hacer su dinero y su fama, transformándose en un campeón indiscutido. Con una buena esposa, una buena hija, una gran casa y un gran equipo de trabajo, la vida de Billy parece perfecta. Pero claro, a nadie le interesa ver un film sobre un tipo al que todo le sale bien, por lo que es obvio que algo va a hacer tambalear esa bella casa de naipes que es su vida.

La tragedia golpea a la puerta de Billy y a partir de ahí, el boxeador se viene en picada, su carrera se desmorona y una serie de malas decisiones lo encuentran en un laberinto sin salida. Todo esto sirve de excusa para apelar a la emoción, al sentimentalismo, y para contar una historia sobre redención, revancha y segundas oportunidades.

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Southpaw es una película «digna», pero está llena de elementos trillados, clichés, que atentan contra ella. Las películas de boxeo son la metáfora de la vida más usada en el cine: los golpes que recibe una persona y los esfuerzos que tiene que hacer para levantarse y seguir peleándola, por más difícil que parezca. Y el cine ha contado muchas veces esta historia.

Igualmente, hay pasajes del film donde aparecen cosas interesantes. Una de ellas es la relación entre Billy y su hija, hermosamente interpretada por Oona Laurence. Cuando la cámara se queda con esa nena mirando a su padre caer una y otra vez en el ring, o incluso cuando cara a cara lo quiere matar por todos los errores que cometió, el film emociona y esa emoción es honesta. El amor de Billy por su hija, el de Leila por su padre, es lo más sincero del film y es donde mejor parado sale.

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Cuando la historia cae en la típica «boxeador venido a menos al que todos le dan la espalda» es más de lo mismo. La narración se estanca y se ve una sucesión de malos momentos para el boxeador que retrasan lo que uno realmente quiere ver: la pelea, la revancha, la acción.

Lo más destacable del film termina siendo Jake Gyllenhaal. Y no sólo por la tremenda transformación física que atravesó para interpretar este papel, sino sencillamente porque el norteamericano es un gran actor y acá vuelve a demostrar que puede hacer cualquier tipo de rol y que compromiso no le falta. También es bueno lo de Forest Whitaker, en el rol de entrenador que prepara a Billy para la pelea final, y  Rachel McAdams, que a pesar de no tener mucha participación sigue probando que puede hacer más que dramas románticos.

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Antoine Fuqua (Training Day; The Equalizer) logra momentos visualmente muy buenos, como ese montaje paralelo que muestra a los dos rivales entrenando duramente para la pelea. Aunque ya se vieron cosas parecidas en otras películas, está bien musicalizado y es algo «distinto» a lo que presenta el resto del film.

Southpaw no es un desastre, como muchos han expresado. Tiene cosas interesantes, fuera del ring, y momentos vibrantes, dentro del ring. Pero son eso, momentos que a lo largo de dos horas, no son suficientes para que uno salga totalmente satisfecho de la sala.

(No está de más alertar que el trailer tiene demasiada información sobre la película. Si no quieren spoilers, mejor no lo vean).

El rol de Eminem en esta historia

Cuando el guionista Kurt Sutter escribió esta historia, se inspiró en algunos hechos sucedidos en la vida del rapero. Usando al boxeo como metáfora de lo que tuvo que pasar el norteamericano, Sutter le dio vida a este guión y Eminem fue originalmente la primera opción para interpretar a Billy Hope. El músico decidió bajarse del proyecto por problemas de agenda, ya que quería concentrarse en su carrera musical, y así es que Jake Gyllenhaal se quedó con el papel.

El rapero igualmente siguió atado a la película ya que produjo y compuso parte del soundtrack.

Josefina Chalde

Estudiante de Cine. Amante de la música internacional. Un buen libro, un buen disco y una buena película es todo lo que necesita. Londres es su lugar en el mundo.