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Dos años pasaron desde la primera entrega de esta nueva trilogía que sigue las aventuras del gran hombre araña, uno de los superhéroes más queridos por el público. ¿Qué nos trae de nuevo esta segunda entrega del amazing spider-man? Muchas, muchas cosas.
Para empezar, hay que decir que este film, a diferencia del anterior, tiene varias subtramas. Aunque no es para alarmarse, ya que no generan confusión ni hay acumulación sin sentido, vale decir que todo se puede seguir con mayor facilidad si se tiene fresca The Amazing Spider-Man 1, porque hay varias menciones y vueltas a esa primera parte de la trilogía.
The Amazing Spider-Man 2 es, entre otras cosas, una vuelta al pasado constante. Aunque sabíamos del trágico destino de los padres de Peter, no conocíamos el por qué ni el cómo y esa es una de las cosas en las que este film pone el foco: los detalles, las explicaciones acerca de los trabajos de Richard Parker para Oscorp; la verdadera razón de su repentina huida y la desesperada búsqueda de respuestas por parte de Peter que necesita entender quién era su padre y por qué lo abandonó.
Por otro lado, tenemos la trama amorosa: la relación de Peter con Gwen Stacy. Como recordarán al final del primer film, el padre de Gwen antes de morir le ruega a Peter que se aleje de su hija por los peligros y los enemigos que su nueva identidad traerá. Pero Peter promete algo que no puede cumplir y eso lo atormenta.
¿Qué no puede faltar en una película de superhéroes? Por supuesto, el villano. Y en este caso, los villanos. De entrada vamos a descartar a Rhino (a cargo de Paul Giamatti) porque no tiene la más mínima importancia en este relato (veremos en los que siguen). El segundo, Electro (interpretado por Jamie Foxx) es el que tiene más relevancia, al menos en cuanto a tiempo en pantalla, porque la verdad es que a la larga aburre y no genera nada.
El que sí genera algo con una breve aparición, es el famoso Duende Verde, en manos del fantástico Dane DeHaan, que la rompe como el villano que en la trilogía de Sam Raimi supieron interpretar Willem Dafoe y James Franco.
Dane interpreta a Harry Osborn, el amigo de Peter, cuyo padre (Norman, fundador de Oscorp) fallece tras una larga enfermedad, la misma que motiva todas las investigaciones realizadas en la corporación. El problema es que esa enfermedad es genética, por lo que Harry, ahora heredero del imperio, correrá la misma suerte que su padre de no encontrar la preciada cura.
Con ese planteo, presentando a un villano por vez, se desarrolla toda la acción del film. Acción que, como ya vimos en la primera, viene condimentada con mucho humor y momentos realmente hilarantes. Visualmente, The Amazing Spider-Man 2 es espectacular. El 3D es impresionante, realmente nos sentimos parte de cada salto, de cada desplazamiento del hombre araña por los rascacielos y edificios neoyorquinos. El uso de las pocas pero eficaces subjetivas sumado al nivel de detalle que hay en cada movimiento es fantástico y uno como espectador queda deslumbrado.
Entre villanos y amores, este film nos presenta a un Andrew Garfield (The Social Network; Never Let me Go) maduro y mucho más sólido en su interpretación. Garfield es todo lo que Tobey Maguire no fue y transmite todo lo que éste nunca pudo: emociones. Si hay algo en lo que este film profundiza es en el Peter Parker persona, no solo superhéroe: sus dudas, sus dilemas, sus tormentos, su amor por Gwen, por la tía May, su necesidad de proteger a la gente de los peligros diarios. Peter pasa por varios estadíos emocionales y Garfield se desenvuelve con soltura en cada uno de ellos.
Por otro lado, tenemos a la adorable Emma Stone (Easy A; The Help), con quien Garfield irradia buena química, fundamental para esta película. ¿Qué decir de Emma? Tiene carácter, presencia, y una gran dosis de ternura. Es ese tipo de persona con la que el público conecta al instante. Para ser más exactos: la amamos.
Jamie Foxx (Ray; Django Unchained) es un actor sumamente versátil, y no desentona como Electro. El problema es que el villano es ridiculizado en muchas escenas y no tiene la fuerza de, por ejemplo, el Duende Verde. Dane DeHaan (Kill Your Darlings) sí que se luce el poco tiempo que aparece, y no solo cuando se pone en la piel del villano sino cuando se pone en la piel del amigo Harry (James who?).
Esta segunda parte del director Marc Webb (500 Days of Summer) es tan buena como la primera, demuestra que esta trilogía (si no se mandan alguna macana) va por mejor camino que la de Raimi y nos deja exultantes y ansiosos de cara a lo que se viene: a la espera de un hombre araña cada vez más sorprendente.
