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The Girl with the Dragon Tattoo, oscura y sentimental

Por Romi Bonetto

Finalmente, y después de varios meses de espera, la anticipada versión made by Hollywood del primer libro de la trilogía Millennium de Stieg Larsson, The Girl With The Dragon Tattoo, llegó a nuestros cines. Y como siempre, en Negro&White te contamos nuestro punto de vista.

Habiendo leído los libros y visto las películas suecas de esta magnífica trilogía, en un principio no estaba muy de acuerdo con la noticia de esta nueva adaptación, y en esta nota les comentaba al respecto. Pero mientras pasaban los meses, imágenes y adelantos promocionales no hicieron más que despertar mi curiosidad y ansias por ver el resultado. Lo que se veía era llamativo, sobre todo porque el gran David Fincher (The Social Network) estaba detrás de las cámaras, y los maestros Trent Reznor y Atticus Ross detrás de la música.

Quiero destacar la genialidad de los créditos iniciales con Immigrant Song de Led Zeppelin versionada por Reznor, Ross y Karen O, que reflejan a la perfección el estilo y oscuridad de la película.

Fincher logra crear la atmósfera perfecta de la película, con tonos apagados y fríos que se transmiten mediante las particulares locaciones y vestuario en general. La oscuridad es un aspecto vital en la historia, ya que toca temas bastante delicados: asesinatos, violaciones y maltratos, por sobre todo hacia las mujeres, que es lo que el título original y sueco comunican desde un principio: Los hombres que odian a las mujeres.

Es acá donde entra Lisbeth Salander, encarnada por Rooney Mara (The Social Network), a quien le tocó el papel de su carrera y que, desde mi punto de vista, interpreta con éxito a esta excéntrica-oscura-reservada hacker que lucha permanentemente con su atormentado pasado y presente. Lisbeth es considerada una de las heroínas más importantes de la literatura (y ahora del cine) contemporánea.

Por otra parte, el inglés Daniel Craig (Casino Rayale, Cowboys & Aliens) interpreta un papel que le calza a la perfección. Mikael Blomkvist es uno de los periodistas e investigadores más conocidos de Suecia que se vio en graves problemas al perder un caso por “falsas” alegaciones en contra un importantísimo hombre de negocios, y que casi le cuesta toda su carrera.

Pero otro reconocido empresario, Erik Vanger (Christopher Plummer), decide contratarlo para resolver la misteriosa desaparición de Harriet, su nieta, que data de 40 años atrás. Erik está seguro de que el/la responsable de la desaparición y/o asesinato de Harriet es nada más y nada menos que alguno de los peculiares miembros de su familia.

El caso Vanger resulta ser mucho más que sólo la desaparición de Harriet, por lo que se vuelve un tanto difícil de resolver. Es por eso que Blomkvist pide la ayuda de Salander, quien había hecho previamente una investigación para Erik bastante detallada de Mikael antes de contratarlo.

Lisbeth y Mikael pronto se encuentran inmersos en el caso Vanger tratando de llegar al fondo del asunto, pero su relación laboral pronto da lugar para algo más. Si bien les comentaba sobre la oscuridad que rodea a los personajes en esta historia, Fincher nos regala un poco de sentimentalismo, que a diferencia de la original no se había plasmado de tal forma, pero que sí se encontraba en el libro.

Somos testigos de que Lisbeth, a pesar de su permanente rechazo a mostrarse vulnerable y a involucrarse con las personas, es simplemente otro ser humano, común y corriente, capaz de sentir afecto. Agradezco al director por mostrar este lado de Lisbeth, que nos hace apreciarla cada vez más.

Hablando de diferencias entre las dos versiones y su relación con la novela original, David Fincher se dio el lujo de darle “otra vuelta de tuerca” al final de esta primera parte. Y esta decisión es la única con la cual no estoy de acuerdo porque simplemente no le encuentro justificación alguna. Considero que el final del libro es mucho más “sorpresivo” en relación a este y capaz de generar otro tipo de reacción en el público.

A pesar de eso, quedé más que satisfecha con la película. Las actuaciones, escenografía, el manejo del guión en su mayor proporción y por supuesto la excelente banda sonora que nos acompaña sigilosa ambientándonos dentro de la película y las emociones.

El recibimiento mundial ha sido en su mayoría bueno. Craig y Mara aparentemente han firmado para grabar de un tirón las continuaciones, The Girl Who Played With Fire y The Girl Who Kicked The Hornets’ Nest, pero lo que todavía no se sabe es quién las dirigirá.

Mientras tanto, aconsejo leer los libros porque realmente son excelentes. Y también mirar las versiones suecas, ¿por qué no? que están perfectamente a la altura de esta nueva adaptación, tanto en la genial actuación de Noomi Rapace (Sherlock Holmes, Prometheus) como en la dirección de Niels Arden Oplev.

Romi Bonetto

Soñadora, cool y espectadora sensorial ya sea de la música o el cine. Amante de NYC y de la fotografía, de los buenos recitales, las sagas y los viajes. Misteriosa, Romina te va a atrapar en la primera línea.