Cine

The Hunger Games Catching Fire: Soy Leyenda

Por Milly Sur Bianchiman

Luego de poner las probabilidades a su favor, burlarse y desafiar al despiadado Presidente Snow (Donald Sutherland), con un juego que tuvo que permitir dos ganadores por primera vez en 74 años de los Juegos del Hambre, Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) se transforma para todo Panem en un símbolo de rebeldía y esperanza. Ante la visión del futuro que Snow percibe, amenaza a Katniss para que venda su romance con Peeta durante el “tour de la victoria” para aplacar los ánimos y distraer a la sociedad de los problemas. Al no funcionar el plan de ambos, entra a escena el nuevo gamemaker Plutarch Heavensbee (Philip Seymour Hoffman), quien con la intención de eliminar a Katniss y lo que representa sin que se note, da forma a un nuevo juego en donde deberán participar dos ganadores anteriores de los doce distritos. Como consecuencia,  Peeta Mellark (Josh Hutcherson) y Katniss deben regresar  a la competencia, pero esta vez nada será tan fácil.

Más de uno podrá acordar con que Catching Fire mejoró porque quienes están a cargo de esta saga escucharon a los fanáticos del libro y a quienes criticaron cómo había sido filmada. Para esto, pusieron como director a Francis Lawrence (Water for Elefant, I Am Legend, Constantine), quien renovó el staff por completo, generando cambios muy efectivos y beneficiarios para el segundo film de The Hunger Games.

Aparte de lo obvio (una mejoría impresionante en la calidad de efectos y en su cinematografía), Lawrence, queriendo dar un paso adelante, apuesta por otra diseñadora de vestuario (Tris Summerville, The Girl with the Dragon Tattoo) quién aporta un cambio radical y efervescente en el film que se podía apreciar desde el tráiler. Más importante es la suma de los guionistas Simon Beaufoy (Slumdog Millionaire) y Michael Arndt (Little Miss Sunshine), quienes de acuerdo con las fans de la saga se apegaron muchísimo al material original de Suzanne Collins.

Quizás por esto es que Catching Fire es por mucho mejor que el primer capítulo de la saga. Como resultado de esta mejoría uno puede percibir con Catching Fire porqué hay tanto alboroto alrededor de esta saga de libros, más allá de los análisis sociológicos y psicológicos que se puedan hacer sobre el trasfondo de la trama, que no está muy lejos de la sociedad en la que vivimos. El director decide que para mejorar, Catching Fire tiene que ser una película madura y adulta, y eso se ve en la evolución que perpetran Katniss y Peeta, lo que permite explotar un bagaje más emocional y opresor, que tiene como riendas la constante critica al gobierno, la sociedad y política de Panem, en vez de un juego tonto y sentimental entre el triángulo amoroso entre Katniss, Peeta y Gale (Liam Hemsworth).

El director  Francis Lawrence podría haber nombrado a esta película Catching Fire: I am Legend, y encajaría perfectamente. Todo el peso del film  y la trama en general de la serie recae sobre los hombros de Katniss, quien se está transformando en leyenda para su sociedad y significa el cambio para la misma. Y así como ella tiene todo el peso, también lo tiene Jennifer Lawrence, quien evidencia una mayor comodidad con su personaje, abriéndose emocionalmente de una forma desgarradora, pero también permitiendo moverse más cómoda entre los personajes masculinos y por sobre todo alrededor de Josh Hutcherson, logrando un mejor sentido de atracción  entre ambos, esencial para la trama.

Esta vez el verdadero enemigo no son los demás participantes del juego, quienes ahora se convierten en aliados de Katniss. Repetir la fórmula de generar cierta química entre los personajes principales y los secundarios así como sucede con Woody Harrelson como Haymitch, Lenny Kravitz como Cinna, Elizabeth Banks como Effie y Stanley Tucci Caesar (no adoran como grita “The Hunnnngeeerrrrrr Games!”? Yo sí), era muy necesario. Los aliados de Catching Fire, Jena Malone (Sucker Punch) como Johanna y Sam Clafin (Snow White and Huntsman) como Finnick, tienen un appeal tan especial que funcionan de teaser para lo que luego vendrá (eso y que el publico fanático se ponga frenético cada vez que aparecen en pantalla) en Mockinjay, libro que será dividió en dos partes para estrenarse en el 2014 y 2015.

Podemos decir que Catching Fire destila efectivamente la esencia de las novelas de Collins y evidencia porque existe una sociedad dentro y fuera del libro que se aferra a la figura de Katniss Everdeen como leyenda que es. The Hunger Games no solo nos entretiene, sino que nos brinda una heroína atípica, que es el corazón, el alma y la encarnación ensangrentada de la serie, que definitivamente eleva por encima de todos los libros y películas de su género, dejando bajo escombros el resto de este tipo de sagas.

Yo Opino

Por Maximo Tell

Los Juegos del hambre capítulo dos es un culto a los clichés de una especie de nuevo feminismo pos moderno. Las mujeres han ganado: pueden ser tan violentas como los hombres; atraer a más de un especimen del sexo opuesto a la vez; y postularse como símbolo de la revolución que viene.

Tendremos que guardar esta saga en los grandes recuerdos de la industria cinematográfica por el simple y enorme hecho de haber mostrado a Jennifer Lawrence en su máximo esplendor de belleza. Hizo falta ensuciarla en una matanza, lastimarla y hacerla sufrir, para que el contraste nos muestre una nueva definición de «ícono bello«. Sin importar la simpatía del personaje de Stanley Tucci, los detalles de Lenny Kravitz o Haymitch y el gran maquillaje musical de James Newton Howard, todo es de ella.

Más novela y menos tensión, aunque en buenas dosis, son eslabones de una cadena que la industria intentará que Suzanne Collins siga nutriendo. ¿Serán suficientes las moralejas para que una nueva generación de lectoras entienda lo que realmente hace falta para hacer una revolución? Si éste fuese, en nuestra vida real, un Masterplan del Presidente Snow, quizás estaríamos a mitad de camino. Diríamos que la primera etapa de sólo una Bella hueca y dos galanes ha sido sucedida por la misma fórmula a la que sólo se le agrega una pizca de «lucha por el poder«. Veremos cuál es el desenlace y cuán movilizadas realmente quedarán las audiencias. Un segmento criado con la magia de Potter, la pubertad de Crepúsculo, ahora intenta forjar su carácter en la arena de los 75º Juegos del Hambre.

Me gustaría que todo esto desemboque en que las mujeres (niñas, jóvenes y adultas que llegan a esta saga) comprendan que son parte de la revolución que sucede hoy. Desafíense así mismas y logren aquello que no les enseñaron ni a soñar que podían. No se presten a la maquinaria violenta de marketing machista vacío. ¿Dónde está tu libertad? ¿Dónde dejaste tu literatura, tu arte, tu capacidad de líder? Levanta tu brazo besando los dedos de tu mano.. y haz todo lo demás que haga falta.

Milly Sur Bianchiman

Cinéfila. Cómic fan. Amante y defensora del hábito de leer y los animales. Detallista a ultranza. Apasionada de los recovecos del séptimo arte.