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Seguramente, a esta altura, y con tantas sagas, libros y películas sobre el tema, ya estarán hartos de escuchar sobre vampiros que se enamoran de humanos, pelean con hombres lobo y demás. Déjenme decir que los entiendo, pero quizá, es porque todavía no miraron esta gran serie de HBO que en junio estrena su quinta temporada.
Sangre, sexo, y fantasía…
True Blood no escatima en nada. Esta serie creada por Alan Ball (Six Feet Under) y basada en la exitosa serie de libros de Charlaine Harris, The Southern Vampire Mysteries, propone algo distinto y más que interesante para un público que, quizá después de tanto vampiro contenido, quiere ver un poco más de acción. La serie tiene sangre, mucha sangre (como debería ser tratándose de vampiros) y mucho sexo. La violencia está a la orden del día, así como también el romance, y la fantasía tiene su lugar a lo largo de las temporadas: vampiros, hombres lobos, hadas, cambiaformas. ¿Hace falta decir más?
Cabe aclarar, y los lectores de la saga lo sabrán mejor que yo, que hay muchas diferencias entre el libro y la serie, desde personajes inventados a personajes que tienen más preponderancia en la pantalla que la que tuvieron en el papel.
La historia se desarrolla enteramente en un pueblito de Louisiana llamado Bon Temps, donde la existencia de los vampiros es de público conocimiento. Estos han salido a la luz y pujan por tener los mismos derechos civiles que los humanos, al punto que esto deriva en debates televisivos frecuentes entre políticos de los dos bandos.
El personaje principal de la serie es Sookie Stackhouse (a cargo de Anna Paquin), una camarera del bar Merlotte’s que se enamora a primera vista de Bill Compton, un vampiro recién llegado al pueblo, interpretado por Stephen Moyer.
El personaje de Sookie tiene una característica, un poder telepático, ya que puede escuchar los pensamientos de los humanos (más adelante, nos daremos cuenta que no es el único secreto de esta muchacha). Sookie vive con su abuela y su hermano, el desfachatado Jason Stackhouse, un joven que de día trabaja en una construcción y de noche vive acostándose con todas las mujeres del pueblo.
Bill es un vampiro de 173 años, que vuelve a Bon Temps luego de mucho tiempo con el propósito de poder afianzarse en el mundo de los humanos. Con el correr de los capítulos vamos descubriendo cosas de su pasado que nos permiten entender su forma de proceder y de ver el mundo que lo rodea. Su relación con Sookie será, obviamente, uno de los puntos más fuertes de toda la serie.
Para completar el trío protagonista, tenemos a Eric Northman (Alexander Skarsgård), un vampiro nórdico, sin escrúpulos (o al menos eso creemos), que también va a caer a los pies de Sookie con el paso de las temporadas y tendrá más de un conflicto con Bill. Eric es un vampiro poderoso, sheriff de la Zona 5, un territorio que incluye la ciudad de Bon Temps, y dueño de Fangtasia, un bar al que concurren mayoritariamente vampiros.
La lista de personajes es interminable, por lo que voy a focalizar en los que tienen preponderancia desde la primera temporada y aquellos que darán que hablar en la trama. Me olvidaré de muchos, pero es sólo una presentación: Sam Merlotte, dueño de Merlotte’s bar, quien también está enamorado de Sookie y esconde otro poderoso secreto; Tara Thornton, la mejor amiga de Sookie, a la cual conoce desde chica y con quien trabaja en el bar; Pam Ravenscroft, ayudante de Eric en Fangtasia, que además fue creada por él y eso la convierte en el punto débil de Eric; Lafayette Reynolds, cocinero del bar Merlotte’s que se meterá en más de un problema a lo largo de la trama, sobre todo con los vampiros.
Alcide Herveaux, un hombre lobo que recién en la tercera temporada tendrá relevancia en la historia y en la vida de Sookie; y Jessica Hamby, una vampiresa creada por Bill a la fuerza, que se convertirá en uno de los pilares de la serie y enamorará a varios, incluido al propio Jason.
En el mundo de True Blood, la sangre de los vampiros, llamada V, es una droga para los humanos. Parte de la trama gira en torno a este tema, al tráfico de V, a sus efectos y a la eterna lucha vampiros vs humanos por conseguirla. Los vampiros, a su vez, intentan controlar su “alimentación” tomando un tipo de sangre que se vende en los bares, como Merlotte’s, llamada Tru Blood, que sería sangre artificial fresca.
La serie desarrolla muchísimas subtramas, donde todos los personajes tienen sus historias. El conflicto central gira en torno a la presencia de los vampiros en el pueblo, a la relación que establecen con los humanos y a los peligros que eso conlleva. A lo largo de las temporadas veremos como la Iglesia, la magia negra, la brujería, y demás, toman su lugar en la historia para generar más conflictos y debates de los que por sí existen.
Si quieren ver una serie de calidad y con una historia atrapante por donde se la mire, True Blood es la respuesta. Si tienen prejuicios contra los vampiros, esta serie se los sacará (a la mayoría), y si les encantan estas historias, no serán decepcionados.