Antes de crear el famoso universo literario que rodea «la tierra media» John Ronald Reuel Tolkien – J.R.R. Tolkien – era un joven huérfano apasionado por los diferentes lenguajes y con una historia propia para contar el basis de la creación de sus obras literarias. Esta película, dirigida por Dome Karukoski hace lo que puede con el poco material que tiene – por inconvenientes con los derechos – y trata de interesar sin llegar a ser groundbreaking.
Nicholas Hoult pone la piel para caracterizar al famoso escritor de una forma correcta con sutiles toques de reserva, esto es porque en parte la película titubea demasiado a la hora de mostrar los hechos fundamentales en la vida de Tolkien. Escenas largas que rozan una monotonía abismal se adueñan de gran parte de la duración de la película y no consiguen dejar mella en el espectador; así mismo la química entre Hoult y Lilly Collins (interpretando a la futura esposa de Tolkien) se siente sintética y ese romance, que supuestamente tiene que sentirse eterno, comienza y termina como una simple llama.
Las obras de Tolkien tratan sobre la amistad, el amor, la religión, el sufrimiento y el triunfo del bien sobre el mal y aquí se presenta, en la otra cara de la moneda, un prontuario fugaz de todas estas cosas que no coinciden por el pésimo manejo de tiempos y el interés de mostrar imágenes más poderosas que las palabras.
Sí, Karukoski consigue mostrar los lazos de amistad entre jóvenes que grandes esperanzas de ser maestros de las artes pero fracasa completamente en mostrar el catalizador de hechos que llevan a Tolkien, mediante sufrimiento y terror, a ser el legendario escritor que terminó siendo; se preguntan ¿cuál es ese catalizador? muy fácil: es la primera guerra mundial, el principal escenario de todo este relato en pantalla grande.
Tolkien es otra obra sintética que ofrece el séptimo arte; no deja huellas, no se siente como triunfo y no consigue un enfoque apropiado para interesar al público. Es una película que posee actores y actrices con un porte excelente pero dejan un suspiro por una incompetencia invisible tras la cámara, se ve bien, explora sentimientos, pero no llega a cumplir con su misión. Valoración: Regular.