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American Crime Story, el caso O. J. Simpson

Por Luis García Fanlo

¿Es más fácil hacer una serie de televisión con sujetos ficcionales o ficcionalizados? La pregunta admite múltiples respuestas pero quien manda finalmente es la audiencia, que es la que aprueba o rechaza. Desde ese punto de vista los problemas que se le plantean al equipo de producción, los guionistas, actores, directores o escenógrafos son totalmente distintos si la historia gira alrededor de sujetos ficcionales como Walter White o sujetos ficcionalizados como O. J. Simpson.

En el primer caso no sabemos nada del personaje ni de su historia y en eso consiste el gran atractivo de la serie y lo que la estructura narrativamente. Pero muy diferente es el segundo caso que es el que nos propone el canal FX con su nueva serie American Crime Story: The People vs. O.J. Simpson cuya historia conocemos hasta el último detalle (o al menos la audiencia norteamericana que es la destinataria principal de la serie).

Ficcionalizar a alguien que no solo existe sino que fue (es) una de las más grandes estrellas deportivas de toda la historia de los Estados Unidos y hacerlo no como biografía, sino como la narración del proceso que le siguió la justicia por doble asesinato calificado, supone un enorme desafío no solo estético sino también ético-cultural.

En particular cuando la resolución de ese caso supuso la aparición de una brecha en la sociedad norteamericana ante el fallo absolutorio y, además, porque en la actualidad O.J. Simpson cumple una condena de 33 años por una catarata de crímenes que cometió luego del proceso por el doble asesinato. Todo esto ocurrió entre 1995 y 2007.

American Crime Story: The People vs. O.J. Simpson es fue creada por Ryan Murphy (American Horror Story) y que tiene como productores ejecutivos a un dream team compuesto por Scott Alexander, Larry Karaszewski, Ryan Murphy y Brad Falchuk (Nip/Tuc, American Horror Story, Glee). La serie está protagonizada por Cuba Gooding Jr. (O. J. Simpson), Sarah Paulson (Fiscal Marcia Clark), John Travolta (Robert Shapiro) y la primera temporada tendrá 10 episodios en los que el caso concluirá. Se espera una segunda temporada con otro caso real ficcionalizado.

¿Qué es lo que personalmente valoro de una serie de televisión de estas características? Ante todo las actuaciones, que en este caso no solo son excepcionales en términos individuales sino también en tanto casting en sus recíprocas relaciones; y además porque una de las dimensiones de esa excepcionalidad es que los actores no personifican intentado imitar al original sino componiéndolo ficcionalmente.

En segundo lugar la puesta en escena y en tercer lugar el ritmo, el clima, el uso de las herramientas que componen la gran sintagmática cinematográfica de Metz, pruebas todas que la serie resuelve de modo magistral: no hay trazo de elementos documentales ni miméticos de modo que la serie parece en todo puramente ficcional.

Ahora bien, la prueba de fuego de la serie recién sobrevendrá en el último episodio porque lo que importa en este caso es cómo se problematiza en términos políticos, sociológicos e ideológicos el conflicto mayor que es el que atañe a la criminalización de los negros en tanto tales en los Estados Unidos, la atracción que despiertan estas mega-estrellas deportivas que se convierten en íconos nacionales y cómo ambos elementos pueden servir para absolver o condenar por parte de la Justicia.

¿Culpable o inocente? ¿Por qué abrir nuevamente al debate este caso? ¿Qué nos dice esta reactualización del caso Simpson de la sociedad norteamericana actual? Preguntas que esperamos sean contestadas de un modo original y transgresor cuando llegue el último episodio; mientras tanto hay que llegar hasta ahí.

Luis García Fanlo

Luis E. García Fanlo (Buenos Aires, 1957) Doctor en Ciencias Sociales y Sociólogo (UBA). Investigador del Área de Estudios Culturales (IIGG-UBA). Investigador del Centro de Investigaciones en Mediatizaciones (UNR).